Capitulo IV. Antes de la Cita, Parte II.

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Posada de Muscadet / 5:17 PM

La viera estaba en una de las habitaciones de la Posada de Muscadet. Habia pasado ya una media hora desde que Shara había ido a 'Cambiarse de ropa' Y como diría Montblac, se había cambiado EN GRANDE.

Shara ahora usaba un vestido negro ajustado hasta las rodillas, dejando ver sus bien formadas y torneadas piernas, además de sus despampanantes curvas, ella odiaba los vestidos pero como era una ocasión especial los usaría.

-Nunca pensé verte usando un vestido.-Hablo otra voz femenina, Shara no necesitaba girarse para saber quién era.

-Yo tampoco me imagine nunca usando uno de estos.-Contesto ella ahora volteando a ver a su amiga.

Ritz ahora tenía un vestido azul marino bastante parecido al de Shara, solo que no tan ajustado y que el vestido dejaba al descubierto su espalda, que era cubierta por sus blancos cabellos, usaba un ligero labial rojo no tan pronunciado que le daba un toque algo sexy.

-Shara. ¿Crees que estoy bonita?-Pregunto Ritz dando una vuelta para que Shara la observara mejor.

Su amiga le regalo una sonrisa sincera y le levanto el pulgar. –Sí, lo estas.-

-Todas las vieras son bonitas, pero tu te ves mas bonita que todas ellas.-Solto Ritz a su amiga, Shara solo le regalo una sonrisa sincera.

-Gracias. Las vieras son bonitas porque nuestros dioses nos dieron el don de la belleza.-Le explico Shara a Ritz.-Aunque nuestra bellesa a veces es mas una maldición que una ayuda, siempre hay patanes que quieren salir con nosotras.

-Si, me he dado cuenta de ello, cuando íbamos a por misiones siempre los hombres nos miraban indiscriminadamente, y algunas mujeres también, la envidia supongo.-Le dio la razón Ritz, la verdad era muy escalofriante ir en busca de una misión a una taberna y que casi todos se te quedaran mirando desde que entras hasta que sales...

Menudos pervertidos hay en Ivalice.

-Y que seamos un clan solo de Vieras no ayuda mucho.

-Es verdad, aunque es algo que ya no se puede evitar.-Shara miro a Ritz con seriedad, esta solo la miro confusa ante tal cambio de actitud de su amiga, pero rápidamente Shara aminoro su semblante.

-¿Estas lista para ir, Ritz?-Pregunto ella seriamente, aunque nunca lo dijera, amaba a esa chica como a su propia hija, por lo tanto siempre la cuidaba de todos los peligros y personas con malas intenciones, Marche era un buen chico pero su instinto maternal la hacia dudar de todo el mundo en esos momentos, si Ritz no estaba lista, simplemente ella iria y cancelaria todo.

Aunque si insistiría en que Ritz fuera.

Ritz, sin decir palabra asintió con determinación, Shara entrecerrojo los ojos y fruncio el ceño, acto que hiso a su amiga ponerse nerviosa, la Viera era alguien muy intimidante cuando se lo proponía. Pero Shara se levanto y abrazo a Ritz, cuando se separaron Shara le dedico algunas palabras a su amiga.

-Es hora de que tengas tu Linda fantasia, Ritz.

Dicho esto ambas salieron de la habitación en dirección al Rio Ulei para la cita.

. . .

5: 45 PM

Montblac estaba esperando de manera impaciente a Marche en la entrada de Muscadet, se estaba desesperando, estaba a punto de ir a buscar a Boco para ir a Sporhm a por Marche, pero se detuvo al ver una figura en el horizonte.

¿Sera el?

Efectivamente, era Marche que venia a lomos de un Chocobo negro, en cuestión de unos minutos ya estaba en la entrada de la Ciudad, se bajo del Chocobo y este escapo, Montblac se acerco a el y le miro;

Ahora sus cabellos estaban peinados hacia atrás como los del Moguri, usaba un elegante traje negro de dos tiras con una corbata negra, Montblac se palmeo la cara al ver que no se había acomodado el cuello del traje además de que la corbata estaba mal hecha y...

¿Tenia arena en el traje?

-Hola, Montblac.-Marche fue el primero en hablar mientras se sacudia un poco la arena del traje. El Moguri solo le miro entre asombrado y enojado.

-¿Por qué no te acomodaste el cuello? ¿Por qué no te has hecho la corbata? ¿Por qué has llegado tan tarde? Y mas importante... ¿¡Porque tienes arena en el traje!? ¡Es rentado, kupo!-Montblac alzo un poco la voz, aunque sin perder la compostura, Marche solo retrocedio unos pasos con sus dos manos en alto, en son de paz.

-Para empezar, el cuello del traje se desacomodo con el viaje, segundo, no se hacer la corbata, tercero, llege tarde porque TU tomaste mi Chocobo y tuve que cazar otro para poder llegar y me retrase y por eso tengo arena en el traje. -Se defendió Marche con tranquitraje.

Montblac sencillamente esbozo una nerviosa sonrisa, Marche tenia algo de razón, el había tomado su Chocobo sin permiso así que el tenia algo de culpa también, solo soltó un suspiro de resignación y se acercó a Marche para ayudarle a limpiar la arena de la parte inferior de su traje.

-Tienes razón, lo lamento, kupo.-Se disculpo el Moguri mientras subía por las piernas de Marche escalando su torso, el rubio le ayudó cargándolo y Montblac agradeció el gesto mientras le acomodaba la corbata a Marche.-Ya estas listo, compadre.-Montblac bajo de un salto mientras se peinaba hacia atrás sus rubios cabellos con su mano derecha.

-Gracias por la ayuda, colega.-Agradeció Marche.

-Bueno, Marche. Llego el momento de la verdad, iras al río Ulei y allí te encontrarás con Ritz.-El Moguri miro el semblante de su amigo, percatándose de que estaba nervioso, simplemente arqueo una ceja y dio una confiada sonrisa.-Mira, no es por presumir, pero soy un experto en estos temas, deja que te de algunos consejos.-Ofreció Montblac, Marche asintió varias veces mientras se acuclillaba a la altura del pequeño Moguri para escuchar cada detalle.

-Soy todo oídos.

-Este es el secreto que ha pasado de generación en generación en mi familia, mi abuelo se lo dijo a tío, mi tío se lo dijo a mi padre, y mi padre me lo dijo a mi, kupo.

-Solo dímelo y ya.-Marche ya empezaba a impacientarse

-Simple, se natural.-Dijo tranquilamente el pequeño ser.

-¿Eh?

-Es decir, se tu mismo, así es como mi padre se caso con mi madre y tuvieron a este servidor, mis padres siempre me decían que a las mujeres le gustaban que actuasen como uno mismo, sin mascaras y sin mentiras. Ese es el consejo que te puedo dar, amigo mio.-Termino de relatar Montblac. Marche simplemente asintió, asimilando lo que el Moguri acababa de decir.

Seré yo mismo, ¡Si, lo haré!

-Muchas gracias Montblac, la verdad ahora que lo pienso, ese consejo es muy bueno, creo que me sera de gran ayuda. En serio, te lo agradezco.-Montblac corrió hacia Marche y le abrazo con fuerza, Marche correspondió al abrazo con una sonrisa, hasta que bajo a Montblac...

Aparte de Doned, a Montblac tambien le consideraba como a un hermano.

-¿Listo para ir, Marche?-Preguntó el pequeño ser con una sonrisa.

-Claro, amigo.-Marche levanto la rodilla del suelo y empezaron a caminar hacia el Río Ulei.

-Es hora de que tengas tu linda fantasía en Ivalice, kupo.

-Te apoyo en eso, hermano.

. . .

Mi linda fantasia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora