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Despues del funeral, Christian está pálido, abatido y lo siento muy lejos de mí. Al reconocer a Linc, Christian se acerca a el y formalmente le da un fuerte y firme apretón de manos, mientras con su otra mano libre coge la mia:

— Hola Linc. Me alegro de verte —dice Christian seriamente.

— Y yo a ti, Christian, aunque no sea en las mejores circunstancias —Linc mantiene el apretón mientras con la otra mano da unos golpes en la espalda de Christian. Entonces, a Christian se le empiezan a llenar los ojos de lágrimas otra vez.

— Linc, quiero presentarte a mi esposa, Ana —dice en un tono formal mientras me mira, tratando de serenarse— Ana, este es Linc, el ex marido de Elena.

— Es un placer, Ana, Christian me ha hablado mucho de ti —me tiende la mano mientras sonrie.

— El placer es mio, Linc —me libero de la mano de Christian y se la doy a Linc educadamente.

— Ahora ya conoces a la causante de mi plena felicidad —dice Christian mientras me mira con adoración, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.

No puedo evitar sonrojarme cuando Christian me mira así. En esos momentos sé que nunca dejaré de querer a este hombre, pase lo que pase.

— Me alegro de que seas tan feliz con tu esposa, Christian —dice Linc mientras lo mira.

Durante un momento nos quedamos los tres mirando al suelo, en silencio, y Christian formula la pregunta que lleva queriendo hacer desde que se enteró de la noticia.

— ¿Que ha pasado, Linc? —pregunta al levantar la cabeza— Elena era una mujer muy sana, y por lo que tengo entendido estaba bien de salud.

— Y así era. Tenía una salud perfecta. Sólo tenía dolores de cabeza, pero ya sabes, nada de lo que preocuparse.

— ¿Entonces que ha pasado?

Linc mira a Christian muy seriamente, preparándolo para sus palabras.

— Elena ha sido asesinada.

— ¿Cómo? —en ese momento la cara de Christian se desencaja, formando una mueca de horror.

— Aún no sabemos que ha pasado exactamente, ni quién ha sido, pero lo que si sabemos es que ha sido asesinada.

— Asesinada...

— Tenía dos puñaladas en la zona del pecho y otras dos en el estómago —explica Linc llevandose nervioso las manos al estómago.

— Asesinada...

— Mira, es mejor que hablemos de esto en otro momento. Aquí hay mucha gente y no tienen porque enterarse de los detalles escabrosos. Para la semana te llamo y hablamos tranquilamente, ¿que te parece?

Christian se queda callado, mirando hacia el suelo.

— Christian... —toco su brazo para llamar su atención.

Cuando me mira, sigue con la misma expresión de horror. Me mira sin decir nada, y parece que nunca lo hará.

— Christian, Linc te está haciendo una pregunta... ¿Christian?

Despues de lo que parece una eternidad, Christian habla.

— Sí. Claro. Para la semana. Adiós, Linc.

Christian me coge de la mano y nos vamos sin despedirnos de Linc, dejandolo alli plantando, con cara de asombro seguramente por la reacción de Christian. Seguimos andando, avanzando rápidamente mientras nos abrimos paso entre la gente.

— Christian, ¿a dónde vamos? —pregunto preocupada.

— En realidad, a ningún sitio —se para en seco y me mira.

— Podemos ir a tomar café —digo mientras le sonrio, tratando de serenarlo.

— ¿Un café? Creía que usted era más de té, señora Grey —dice mientras se acerca a mi, devolviendome una leve sonrisa. Poco a poco, mi marido vuelve a ser el. Y eso me anima.

— Ya me entiendes —digo mientras juguetona le pellizco una mejilla— aunque creo que hoy voy a tomar un café. No estoy muy despierta.

— ¿Has dormido mal? —pregunta mientras se lleva una de mis manos a la boca y me la besa delicadamente.

— He dormido poco —digo mientras le guiño un ojo.

— Me temo que yo he sido el culpable —me susurra mientras coge el dedo indice de mi mano marcado por sus dientes y se lo mete disimuladamente en la boca, evitando que alguien nos vea.

— No empieces —digo riendo mientras saco mi dedo de su boca— y vamos a tomar ese café.

— Está bien, está bien. Me portaré bien —dice dulcemente— ¿A donde te apetece ir?

— He visto una pequeña cafetería cuando veníamos en coche, al lado del parque.

— Perfecto —me da un beso en la mejilla— ¿Cómo se llama?

Sonrio.

Lovely Grey Café.

Cincuenta sombras renacidas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora