LAST SUMMER (TEMPORADA 1)

EPISODIO 19 "VA TODO AL GANADOR"

Al día siguiente se levantaron temprano y se prepararon. Quincy, Mabel y Stan iban en la camioneta de los Pines, mientras que Maddie, Dipper y Fiddleford se encontraban en la camioneta blindada. La caja se encontraba bajo el asiento de Stan, protegida de cerca por Quincy y Mabel. Lo habían decidido así para despistar a La Voz en caso de que los siguiera. Sin embargo, llegaron sin contratiempos a la Cabaña del Misterio, algo que aliviaba a Stan y preocupaba a Ford.

Metieron la caja y la bajaron al Sótano, perfectamente guardada dentro de una caja fuerte sellada herméticamente y asegurada con la huella digital de Quincy (para esquivar la obvia opción de alguno de los Pines) y salieron para disfrutar de la fiesta antes del concurso. Dipper moría de nervios, le sudaban las manos y reía con nerviosismo continuamente.

Soos se encontraba como DJ, mientras Melody recibía a la gente y uno de los hermanos de Wendy vendía boletos en la entrada. La música estaba bastante animada y gente de todas las edades entraba a disfrutar del evento. Estaban todos juntos bebiendo de los clásicos vasos rojos (Dipper se negaba a beber algo con alcohol antes de su presentación para evitar repetir la experiencia de la fiesta universitaria) cuando Mabel lo abrazó sorpresivamente, provocando que el chico casi derramara su bebida.

– Wendy me dijo lo que planeas hacer – le susurró.

– ¿Qué estás bebiendo? – preguntó Dipper observando el vaso de su hermana.

– Es un "jugo Quincy" – respondió la chica – Me da uno cada mañana desde que estamos juntos, sirve para levantarme el ánimo.

– No contiene alcohol ¿verdad? – preguntó su hermano preocupado – No quiero que te vuelvas una alcohólica.

– Tranquilo, cerebrito – le dijo la chica – No lleva alcohol. Tal vez un poco de vino, pero viene de la uva, ¿no? Eso lo hace una especie de jugo.

– Eso no funciona así.

– Como sea, no me cambies el tema – dijo Mabel – Vengo a preguntar si hiciste alguna especie de extraña lista para declararte o vas a dejar fluir que el momento se de por sí solo.

– No lo sé – respondió Dipper tras un suspiro – Hice una lista, pero sentí que era igual a la que hice con Wendy hace 6 años y no quiero que se repita la historia.

– Ni se te ocurra hacer más copias de ti mismo – le dijo Mabel.

– A eso me refiero – le explicó – Esa vez aprendí la lección, pero no puedo evitar sentirme mal por no tener el control de la situación.

– Sólo llévala aparte y díselo – le aconsejó. – Dipper. Sé que estás nervioso, pero no debes permitir que el estrés nuble tus sentidos ¿de acuerdo? Disfruta de la fiesta y el momento surgirá.

– Tienes razón. Gracias, Mabel.

– No hay de qué – dijo y se terminó su bebida de un trago – ¡Quinny! ¡Cielo! ¿¡Tienes más de esta cosa!?

Al caer la noche, el concurso de Bandas dio inicio. Hubieron grupos increíbles y otros que daban lástima. Los chicos se dirigieron a la habitación contigua que los grupos estaban usando como camerino, cuando vieron al Pacific Team saliendo de éste. Al parecer ellos tocarían antes que ellos.

– Oh, hola Dipper – saludó Pacífica fingiendo sorpresa cuando, al abrir la puerta, se encontró con el chico justo de frente. Estaba vestida de manera sexy y algo sugerente, pero sin perder la elegancia y estilo que tanto le caracterizaba.

– ¡Pacífica! – exclamó este con genuina sorpresa, sin poder evitar sonrojarse ante el atuendo de la chica. – ¿Qué... Qué estás haciendo aquí?