Príncipe Ethan

Capítulo 2. La verdad

Capítulo 2

Ethan.

¿Como se siente estar con tu mate?,no  se por que nunca la tuve, solo a recordarlo me lleno de rabia. Me rechazo por ese idiota, si ella supiera que el ya encontró a su luna.

Bufé.

Ella era tan hermosa su cabello negro y esos preciosos ojos avellana, sus labios rojos y carnosos y su perfecto cuerpo. Todo de ella me encantaba, pero me rechazo. En mis 20 años, nunca sentí este dolor tan fuerte en mi pecho, ni siquiera cuando murió mi primo, el antiguo alfa de esta manada; o cuando tuve que tomar la decisión dejar a mis padres y a mis hermanos para si tomar las riendas de esta manada. Nada se compara a este dolor, el rechazo es lo peor que le puede pasar a un lobo.

— ¿Ethan? —dijo Isabel sacándome de mis pensamientos. Isabel es la esposa de Alex mi mejor amigo. En fin, ni siquiera recuerdo de que estábamos hablando.

— ¿Pensando en ella otra vez?

Ni siquiera tengo que contestarle, ella sabe cual es la respuesta.

— Si.. —dije en un susurro— que más haré si no es pensar en ella, es que no puedo sacarla de mi mente. Ya han pasado dos años. —digo frustrado, ella asiente y seguimos praticando hasta que ella se excusa para ir a quien sabe donde.

Mientras me encaminó a la puerta siento un aroma, su aroma.

<< ¿Qué hace aquí? >> pregunta Jason mi lobo.

<<No lo se, yo también me hago la misma pregunta >>digo con mi ceño levemente fruncido.

Cuando la veo ahí parada se me olvida todo lo que tenía que decirle y reclamarle por haberlo elegido a él.

— Hola. —saludad, iba a contestar, pero me fijo en sus manos y en el dedo anular, veo un aniño de compromiso.

Hice puños con mi manos.

— Hola. —hable frío, porque sinceramente no quiero hablar con ella por como nos trató.

— ¿Como estás? —pregunta con una sonrisa, me cruzo de brazos y me recuesto en el marco de la puerta. Cuando ve que no le contestaré me da una sonrisa incomoda.— ¿me invitas a pasar?

— No. —digo de inmediato, es el trato que se merece después de todo.

— Esta bien. —dice y apretá su bolso— Me voy a casar. —dice la muy cínica, ¿como se atreve a decirme eso?

¡Me lo está restregando en la cara, a mi que diablos me importa si se va a casar!

— ¿No estas esperando que te felicite, verdad? —pregunto, seria el colmo.

— No, claro que no—dice frunciendo el ceño— dejare que él me marque Ethan.

Ni siquiera le contestó. —vine aquí para romper el lazo y que seas feliz con otra persona. —continúa. Ruedo los ojos y la miro intensamente.

Me acerco a ella y la tomo fuertemente de los hombros.

— Sobre mi cadáver.

No iba a dejar que otro la marque, primero la marco yo.

Clave mis colmillos en la piel delicada de su cuello, ella empezó a removerse y a golpearme.

Ana.

Todo pasó tan rápido.

Sentía como sus colmillos perforaban mi piel y enseguida un dolor increíblemente horrible se instalo, me removí como puede, pero nunca me soltó.