Capítulo 14. El viaje

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Capítulo 14.

Ana.

Cómo había dicho Ethan nos íbamos a las 3pm, ya estábamos en el jet, porque si, Ethan tiene un jet privado.

Ventajas de ser el Alfa.

<< Mejor dicho ventajas de ser el hermano del.... >>empezaba a decir heleen.

Ya vamos a despegar, si quieres puedes dormir. Será un viaje largo. —me dice mientras se acomoda a mi lado.

Ja!

Por supuesto que no, ¿dormirme? ¿Para qué?, ¿para qué se cayera el avión y yo me muera? O la Diosa Luna sabe que. No gracias.

Yo me quedaría despierta rezándole a la Diosa o contando los segundos, minutos y horas para llegar.

— No se va a caer el avión Analia, —escuchó la risita de Ethan al lado mío, me volteo y lo miro molesta. El sabe que en experiencia en viajar, no tengo.— y si llega a caerse, por lo menos tuviste la suerte de conocerme.

Ruedo los ojos, ahg! Que creído.

— ¿Puedes cállate? —declaró en un tono brusco, viajar no es lo mío.

Ethan se encoge de hombros a mi lado.

— Si no te gustaba viajar, no te debiste de haber venido. —dice tranquilo. Lo miro incrédula por la escena que me había montado cuando quise negarme a venir.

Horas antes.

— ¡Ethan no quiero ir! ¿Qué haré yo ahí?

— Eres la princ... digo la luna de esta manada, mínimo tienes que estar ahí. —dice echando su ropa en la maleta.

Al contrario de mi no había empacado nada. No quería ir, así de sencillo era. No me gustan los aviones, no me gusta viajar, y no me gusta Alemania.

¿Qué iba a hacer yo ahí?

Según el, está reunión era importante, y no podía darse el lujo de falta y menos de no ir acompañado de su mate —porque todo el mundo lo sabe— y sería una falta de respeto. Ahí iban a estar los Príncipes de Alemania y sus hijos y claramente el consejo supremo de los lobos.

— Ni siquiera harás mucho, más que saludar a cada persona que te presente y a los Príncipes y al consejo claro.

— Está bien, pero cuando haya otro viaje por lo menos avísame antes.


Después nos montamos en un camioneta que nos llevaría al aeropuerto.

A mi no me gustan los viajes, mucho era ir de mi casa al escuela de la manada. Nunca fui una persona de viajar, era más de las que se quedaban viendo películas esperando que algún día me pasara algo así. Me quedaba horas y horas pegada a la televisión comiendo helado, a mi me encantaba el helado. No era de esas chicas que se las pasaban leyendo por horas, a mi la lectura no me llamaba la atención en lo más mínimo, creo que no podría ni leerme el título; me aburría. Prefería ver y escuchar que ponerme a imaginar, realmente eso no era lo mío.

Cada vez que mis padres viajaban yo me quedaba en casa con mis primos. Mis primos eran como mis hermanos, eran todo para mi. Sofía, Sebastián y Alex eran los únicos que me conocían totalmente y claro mi ex-mejor amiga y mi nana. Siempre fui la Chica sociable con quien todos se llevaban, la que aconsejaba, pero nunca pedía un consejo, la que escucha los secretos, pero nunca decía los suyos. Esa era yo. Tuve una buena infancia, tuve muchos amigos, muchos pretendientes, pero el único que siempre estuvo en mi corazón y en mi mente desde que tenía 10 años fue L...

— Llegamos. —mis pensamientos se ven interrumpidos por Ethan.

Miro detenidamente el jet que no espera afuera.

Bueno, aquí vamos.

Presente.

Ethan dormía tranquilamente a mi lado, mientras emitía sonidos extraños, sus ojos estaban cerrados y su pulso era calmado, al contrario de mi. No había podido dormir nada, me la pase despierta viendo películas que habían puesto en el televisor que traía el jet. No me acuerdo cuantas películas había visto, pero se que fueron muchas.

Habíamos aterrizado hace unos minutos y me encontraba tratando de despertar a Ethan.

— Ethan —Lo moví un poco, pero nada.— Ethan —Lo volví a mover un poco más fuerte.— ¡Ethan! —grite en su oído haciendo que se despierte alterando y alarmado.

— ¿Q-qué?, ¿Qué pasó? —dice más tranquilo.

— Ya llegamos.

Bosteza y se empieza a estirar. Yo por mi parte me peino un poco y trato de desarrugar mi ropa. Luego, nos levantamos para ir a otra camioneta negra que supongo que nos llevará al hotel. Cuando bajamos del jet dos hombres a los lados de la camioneta nos esperan, uno de ellos se dirige hacia nosotros hace un tipo de reverencia y se va a buscar nuestro equipaje. El otro nos abre la puerta y también hace una reverencia con una sonrisa en su rostro.

— Buenas noches, Bienvenidos a Alemania.

Mejor dicho, buenas madrugas, porque son las 2am.

Después nos llevan a el hotel, estoy cansada, eran 11hrs de vuelo desde Idaho a Alemania; solo quiero dormir.

Cuando llegamos a nuestra habitación, solo se que me quite los zapatos y la bufanda y me acoste en la cama.

Mañana sería un día largo.


Nota del autor: *Aclaraciones*

Por sí se preguntan los hombres lobos funcionan por reyes y príncipes, una monarquía. En cada continente había un rey y en cada estado un príncipe (si es que el rey tuvo más hijos) o un Alfa.

Cabe destacar que los príncipes también pueden ser demás familiares si es que el rey no tuvo más hijos.

Reyes: Se encargan del continente.

Príncipes: de un país o de un estado.

Alfas: Se encargan de las pequeñas manadas.

"Dato"

El estado donde están Ethan y Ana es en Idaho, Estados Unidos.

Feliz navidad.🎁🎄 (tarde, si, pero todavía es navidad donde vivo so...)

Príncipe EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora