Capítulo 8. El beso

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Capítulo 8.

Ana.

Una de las cosas que mas me gustaba de ser loba era poder comunicarme con mi loba interior, Heleen.

Nunca me emocioné tanto por saber que rango era, recuerdo que el día de mi transformación estaba harta de escuchar a mis padres decir que tenía que ser beta, a mi solo me importaba conocer a mi loba ¿saben?, en ese tiempo yo no era de tener muchos amigos no puedo decir que tuve amigos desde la infancia porque mentiría, era feliz cuando escuche la voz de Heleen en mi cabeza, me sentí segura, me sentí completa.

Estos pensamientos se deben al escuchar una discusión de unos de los guerreros, se podía escuchar como el padre le gritaba a su hijo solo por ser un Omega y no, un Delta como el.

<< ¿Qué tan mierda hemos llegado hacer >>dice heleen en susurro y concuerdo con ella, siempre odiamos a los humanos por sus etiquetas de que si eres rico o eres pobre, pero ahora, somos igual que ellos.


No veo a Ethan desde la fiesta y tampoco es como si lo estuviera buscando, en pocas palabras lo estuve evitando y la verdad no se porque, simplemente no quiero hablar con el.

Subo a mi habitación pero antes de entrar escucho la voz de Ethan hablar por teléfono, aquí es el momento donde agradezco por ser mujer lobo y tener una buena audición.

— Entiendo lo que dices.... ¡¿Qué?!, no puedo hacer eso —dice con la voz un poco desesperada, espera un momento y después vuelve hablar— ya no importa eso, el plan sigue en pie. —dice con determinación, ¿A cuál plan se refiere?— sabes que hacer, no me decepciones.

Me voy a mi habitación antes que me noté y pongo el seguro. Mi curiosidad por saber a que plan se refería Ethan cuando hablaba crece a cada momento, quisiera preguntarle y eso haré pero no ahora. Creo que el debería decirme si se trata de la manada.

Ya es de noche y acabó de cenar, Ethan no bajo lo que se me hizo raro pero no importa, la pase bien hablando con Alex y Isabel. Ellos hacen una pareja muy bonita, se ve que los dos se quieren mucho. Me quedé sola porque ellos estaban muy cansados y me dejaron aquí.

Tomó mi plato y lo llevó a la cocina, lo dejó encima de la meseta y me voy hacia mi habitación, al cruzar el pasillo notó el cuarto de ethan entre–abierto dudo en si entrar o irme, me decido por la primera opción, la curiosidad me gana.

— Ethan, hola. —saludo cuando el cuelga la llamada y se voltea para mirarme, nunca había entrando a la habitación de Ethan, es enorme, esta decorada con colores oscuros, aunque las paredes son blancas, las cortinas y demás cosas tienen colores opacos; también tiene una cama matrimonial, un escritorio enorme, dos mesitas de noche, una gran ventana con vista al bosque y una biblioteca llenas de libros.

Que envidia.

— ¿Pasó algo? —pregunta cuando llega hasta mi y me guía para que me siente en su cama y el a mi lado, yo niego en respuesta.

— Necesito preguntarte algo.... ¿Qué haces? —pregunte cuando se estaba acercando demasiado.

— No te haré nada, solo pregunta.

Rodé los ojos.

— Pasaba por el pasillo para ir a mi habitación y te escuche hablando....

Ethan deja de mira mis piernas,  para mirarme con su ceño fruncido, pero con una leve sonrisa.

— ¿Me estabas espiado mientras hablaba? —pregunta interrumpiéndome, con una pequeña sonrisa traviesa en sus labios.

¿No era obvio?

Me quedó sin nada que decir, era cierto lo había estado espiado y escuchando su conversación que no era de mi incumbencia, pero la curiosidad pudo conmigo, de igual forma no tenía nada que hacer en esta casa.

— No era mi intensión. —me apresuró a decir.

Realmente si lo era, pero me importa un carajo.

El asiente y después siento como sus labios se mueven sobre los míos.

Me sobresalto.

Ethan empezó a besarme de una manera suave y tierna, no le correspondí, pero después de unos minutos me vi correspondiendo a su beso. El me besaba de una forma tan delicada, sus manos se pasaron por mis piernas hasta llegar a mi cintura y allí se quedaron, con un agarre suave pero posesivo y firme.

Después de unos minutos no separamos y la habitación quedo en una silencio incómodo, que fue interrumpido por nuestras respiraciones agitadas. Ni siquiera pude mirarlo cuando me vi saliendo a paso apresurado de su habitación. Cuando llegue a la mía cerré la puerta con seguro y me recosté de esta.

No debí maldición, lo último que quiero es hacer nuestro lazo más fuerte.

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N/A: Sinceramente no he tenido tiempo de agradecer los 15k visitas a esta historia, me siento tan feliz, gracias a ustedes por sus votos y  comentarios. Gracias por el apoyo.🎊🎉🎊

🌎🚶🏻‍♀.

Príncipe EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora