10 Things I Never Told You | Shawn M. |

| Epilogo |

Cómo te atreves; Morat

Sé que les gustaría escuchar que Shawn y yo regresamos, y que estamos viviendo juntos en un pequeño departamento de dos habitaciones en el centro de la ciudad, cerca de la universidad. Que tenemos uno de los cuartos acondicionado como una biblioteca, pero sólo estaba llena de posters viejos de Ed Sheeran y 1984 de George Orwell. Que cocinábamos cuatro veces a la semana y el resto comprábamos comida hecha.

Que mandamos a poner una tina en el baño y teníamos relajantes noches juntas luego de que un poster gigante de Volver al Futuro y un techo lleno de constelaciones de pintura fueran testigos de las noches en que nos uníamos como la única persona que éramos los dos.

Pero no fue así.

Pero la verdad es que ambos somos felices.

Tardamos un tiempo en volver a la normalidad. Tardamos un tiempo en darnos cuenta de que jamás funcionaríamos, las cosas volvieron a difuminarse entre los dos, volviendo a uno de esos puntos medios que tanto decidimos odiar, así que nos separamos.

Shawn es novio de Gwen ahora. Se les ve muy felices en la escuela, y ambos son candidatos a los reyes del baile de la graduación. El sigue siendo un idiota en muchos sentidos, y supongo que ahora pienso eso porque ya no soy el centro de sus dulces atenciones.

Aún así me alegro por él. Esta muy sonriente casi todo el tiempo, y aunque a veces se sienta solo en una mesa de la biblioteca y sus ojos se ven tristes y cansados, parece una persona feliz.

Hablamos aún, un poco pero lo hacemos. A veces nos encontramos y no nos dirigimos palabra alguna, solo nos miramos y parece que nuestras miradas llevaran las palabras que nos sentimos incapaces de decir. A veces el aparece afuera de mis clases, y me saluda, y ambos nos vamos juntos a la biblioteca. A veces lo encuentro, y cuando sus ojos se convierten en agua, me abraza con la intensidad de querer romper mi espalda en dos partes, y siento la necesidad de ser escuchado.

Pero Shawn y yo ya no somos cercanos.

A veces pienso que ni siquiera somos amigos, y que lo que tuvimos es un hecho tan lejano que casi soy capaz de olvidarlo. De lo que estoy segura es que ambos mejoramos.

Yo también soy feliz la mayor parte del tiempo. He conocido a mucha gente, entre ellas a un chico. Es alto, tan pálido como un vampiro, con el cabello tan rizado que siento que mis dedos se quedaran atorados al tocarlo. Tiene los labios rosados y los ojos brillantes, y me gusta contar sus lunares.

Uno, dos, tres, y otro por allá. Sus lunares son las constelaciones que lleva como sello personal. Y me encanta.

Aún no somos nada, pero me siento lista para intentarlo.

Durante mucho tiempo pensé que jamás iba a volver a soltarme luego de Shawn, que nunca iba a lograr tener la confianza de besar a alguien hasta que mis labios dolieran, pero creo que ha regresado, que quiero volver a gritar de locura en las noches en las que nos conozcamos, que quiero llorar de verlo con esos ojos tan grandes y angelicales que carga.

Creo que las cosas han mejorado, y todo va a mejorar en un futuro cercano.

Finalmente, Shawn y yo no vamos a estudiar en la misma universidad. Me iré un tiempo a otro lugar, a estudiar lo que me apasiona, y él se quedara a estudiar las estrellas. Como dos locos siguiendo sus sueños.

Porque, finalmente, las estrellas construyeron nuestros sueños.

Sí, el y yo nos hemos equivocado mucho con lo que ha pasado entre los dos. Pero es parte de crecer, y sin él, nunca habría conocido los limites de mi consciencia y cuanto soy capaz de querer desinteresadamente a alguien que parece más desinteresado que yo. Pero lo hice.

Y Shawn, no importa que tanto olvide el recuerdo de ti piel contra la mía, siempre vas a tener un lugar en mi corazón.