-Así que en verdad me odias –la voz de Shawn era apenas un susurro, que aprovecho emerger en el silencio en que Sydney se sumió.
Ambos estabas mojados, y la lluvia comenzaba a cesar, pero ninguno de los dos tenía la apariencia de querer marcharse.
-Oh no –Sydney movió sus manos retirando el cabello que se le pegaba al rostro y se sentó de manera infantil-, te odie cuando Julian se marchó de vuelta a Argentina, te odie cuando Iris me llamo idiota por tu culpa, te odie cuando todos tus amigos me miraron con esa expresión de odio puro la primera vez que entre a la cafetería después de que todo paso. Pero definitivamente no te odio ahora, ni te odie en ese entonces.
La lluvia había menguado lo suficiente para dejar de salpicar. Shawn estaba mojado, pero el frio que sentía no era siquiera comparable a lo que las palabras de Sydney taladraban en su mente. Si, definitivamente fue un poco tonto reclamarle por extrañar, y definitivamente los puntos medios habían sido su peor decisión, pero escuchar el punto de vista de Sydney le dolía. Le dolía porque nunca fue lo suficientemente consciente como para darse cuenta de lo mucho que la había herido con cada actitud.
Sydney lo miraba, y de un momento a otro sintió las lágrimas agrupadas en su garganta listas para salir. Si alguna vez creyó tener la oportunidad de regresar con Shawn, definitivamente después de esa conversación no iba a quedar nada en absoluto.
La oscuridad comenzaba a caer sobre ellos, y el frio se hizo palpable para Sydney Debía de comenzar a apurarse en terminar las historias para marcharse a su casa a esconderse de nuevo en su cama hasta el año siguiente, justo como lo había hecho luego del cumpleaños de Iris, con la ligera excepción de que esta vez no tenía motivos para pensar en salir a ver el Sol nuevamente.
Shawn por su parte tenía esa extraña dificultad para respirar por el nudo que tenía en su garganta. ¿Cómo era posible que todo eso hubiese pasado? Algo en su cabeza no encajaba, no terminaba de hacerlo encajar.
-Me odias –Shawn miro a Sydney una vez más, lleno de incredulidad en el rostro.
-No, Shawn, una vez más, no te odio. ¿Cómo odiarte cuando te amo?
Algo hizo clic en la cabeza de Shawn, y un cálido respiro entro a sus pulmones. El tono cansino de Sydney había sido lo necesario para saber que era real.
-¿Me amas?
Sydney rodo los ojos y busco sus cigarrillos. Estaban húmedos, pero al menos parecía que iban a prender. En cuanto sintió el humo resbalando en su interior, se sintió más ligera. Shawn ahuyento el humo que llegaba hacía él.
-Sí, te amo. Pero duele muchísimo, amarte me duele más de lo que alguna vez creí posible. Preferiría odiarte que amarte.
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10 Things I Never Told You | Shawn M. |
FanficSydney creía en una fuerza sobrenatural, o lo-que-sea-que-es eso que tiene nuestra vida en sus manos. Pero definitivamente esa fuerza no debía ser buena si la coloco un viernes bajo la lluvia junto a la única persona a la que no quiere ver en el res...