Secretos de vampiros

2. LA NOCHE DE LOS VAMPIROS

Ella no recordaba nada antes de los cinco años, en esa noche nevada en que Sebastian la salvó, la llevó con el Sr. Director de la Academia Cross, y aunque ella no tenía nada... el Sr. Director la acogió, y la crió como su propia hija. Es por eso que siempre pensaba en esa noche diez años atrás, como la noche en que ella nació. Por lo cual siempre creyó que los humanos y vampiros podían vivir juntos, como uno...

—Cross... ¡Cross! Santo cielo nada despierta a esa niña... muy bien... Black.

—Profesor, Black también está dormido.

—Estos dos hacen esto todo el tiempo... ¿Qué demonios están tramando? —suspiró profundamente el profesor. Los profesores de la clase diurna tampoco conocían la verdadera identidad de los estudiantes de la clase nocturna— ¡Ambos están castigados!

Ella tenía mucho sueño, pero por fin logró abrir los ojos.

— ¿Castigada otra vez no? — Alice le preguntó a una chica con apariencia muy tierna, ojos de color castaño muy claro y cabello del mismo color, ondulado y corto hasta los hombros, muy parecido al que tenía ella, pero el suyo era más oscuro y liso. Aquella chica era su mejor amiga, Emily Mayer.

—Es tu culpa por salir toda la noche y dormir todo el día— su amiga estaba empacando sus cuadernos en la maleta—es algo que solo un vampiro haría.

— ¿No crees realmente en vampiros o sí? —preguntó un poco nerviosa. Por un momento pensó que ella conocía el secreto.

—Claro que no, solo bromeaba.

—Oye, ¿vendrías hoy conmigo al castigo? Por favor, es bastante molesto tener que pasarla sola con ese tonto.

—No me digas, como sea, pero yo pensaba que ustedes eran buenos amigos.

— ¡Como si fuera! Andrew está siempre tan malhumorado, sombrío y pesimista... qué deprimente.

—Alice, te escuché—pensó que Andrew seguía durmiendo, pero le importaba poco que escuchara la verdad y mucho menos con esa cara que le estaba haciendo en este instante. De verdad ellos eran muy graciosos cuando discutían.

—Lo estoy diciendo porque sé que me puedes escuchar— le hizo mala cara y le sacó la lengua. "Más puntos para mí" era lo que pensaba en esos momentos. Al instante su amiga dio media vuelta.

— ¡Espera Emily!

—Ahora que lo pienso, están hechos el uno para el otro, por cierto ya es tarde...—con sus manos se despidió y cruzó la puerta.

CLASE NOCTURNA

—Aquí nosotros en la clase nocturna, somos los primeros en probar estas nuevas y revolucionarias tabletas de sangre, no solo somos el orgullo de la escuela, somos también el orgullo de nuestra raza—dijo un hombre con semblante de maestro.

—No es para tanto—interrumpió una hermosa chica de cabello largo, claro y ondulado, de una figura esbelta y unos ojos azules del color del cielo.

—Solo somos un grupo de estudio de todas formas—continuó un chico de cabello rojizo y ojos marrones.

—Esto es todo una molestia—otro chico rubio y ojos azules estaba haciendo unos rayones en su cuaderno, muy molesto—Andrew Black, ¿quién se cree que es? Tomando así el brazo del presidente del dormitorio.

— ¿Y esto? —le preguntó la anterior chica—haciendo todo esto, es como si estuvieras enamorado de él—le quitó su cuaderno y vio un dibujo de Andrew tachado con todo el odio posible.