16. LA PRIMERA CAZA

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Después del encuentro entre Sebastian y Andrew, Alice despertó inocente de lo que había sucedido hace un instante.

— Cielos, estoy cansada—dijo Alice un poco somnolienta— ¿Qué sucedió?

— Te quedaste dormida, como siempre—respondió Andrew quien aún permanecía a su lado.

— Como quieres que no me quede dormida si te demoras mucho en la ducha—gritó Alice antes de bostezar.

— Sebastian...—continuó Andrew antes de que Alice entrara al baño y cerrara la puerta—¿qué quiere en realidad él de ti?

— ¿Ah...?—Alice se confundió un poco tras la pregunta de Andrew.

— Nada... no importa. Puedes ducharte tranquila, pero asegúrate de ponerle seguro a la puerta.

— Oye—lo llamó Alice antes de que se marchara—olvidé decirte algo, está todo en tu cabeza. Nunca he pensado darle mi sangre a Sebastian, ¿sabes?

— ¿Y?

— ¿Qué?... ¿qué quieres decir con "Y"? Tú eres el que empezó a decir cosas extrañas. Sabes que soy responsable por darte mi sangre. Pretendo hacerlo de ahora en adelante, así que no puedo negarme—prosiguió Alice muy decidida—debo parecer la clase de niña indefensa de la que tienes que cuidar, pero... ¡Mírame, ¿estás escuchando?! —Alice le gritó nuevamente al darse cuenta que Andrew la estaba ignorando— ¿Ya lo decidimos, verdad? Tú y yo también, no hay vuelta atrás.

De repente Andrew la empuja un poco y la arrincona en la pared tomándola de los brazos.

— ¿Ahora...?—le pregunta mientras poco a poco se acerca a su cuello. Alice simplemente cerró los ojos mientras temblaba un poco de los nervios—eres una tonta—prosiguió al soltarla suavemente—tú eres la que no lo tiene claro aún. Ya entra al baño.

— Pensé que iba en serio... ¡idiota! —dijo Alice al lanzarle fuertemente en la cara su toalla y sin querer el sostén que se iba a poner. Él solo tomó el sostén con dos de sus dedos— si vuelves a hacer algo así, ¡en realidad me voy a enojar! —continuó Alice al quitarle bruscamente el sostén de sus manos y cerrar la puerta del baño.

— ¿Qué pasó? —a la escena llegó el director con una manta cubriéndolo completamente—escuché los gritos de Alice, se escuchaba muy molesta.

— No sucedió nada. Solo que ella está loca.

— Andrew... antes de que te marches, tengo algo que decirte a solas, es secreto.

— ¿Qué es?

Ambos se dirigieron a la oficina, un lugar seguro para poder hablar tranquilamente.

— Es de la organización secreta del gobierno. De la "asociación de cazadores" —dijo el director seriamente mientras le entregaba a Andrew un archivo con la foto de un hombre desconocido—estás asignado a cazar un vampiro que está sediento de sangre, es un vampiro de nivel E. Este es el papel ordenándote qué hacer. Son muy buenos, ¿no lo crees? Quieren probar si eres de utilidad para ellos... les dije "Andrew está bien" la última vez...

— Yo...—interrumpió Andrew con una expresión de decepción en su rostro.

— Lo siento... Andrew, pero no tienes derecho a negarte a esto.


Llegó la hora. Se puso su gabardina, recargó su pistola y salió de las instalaciones de la academia, directo hacia la misión que le habían recomendado. Sin percatarse o tal vez sí, Alice lo siguió hasta la salida, desconocía la misión de su amigo pero sospechaba que tramaba algo y tenía que averiguarlo.

Secretos de vampirosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora