One Shots •Caleb Landry Jones•

Caleb Landry Jones Pt.1

Título: Una mala navidad

Personaje: Caleb Landry Jones

Advertencia: No

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Caminabas lentamente por las calles de New York mientras veías la nieve caer y temblabas un poco por el frío. De vez en cuando soltabas algunos murmuros, maldiciendo todo lo que te estaba sucediendo.

Notaste que estabas llegando al Central Park, lo supiste al ver el gran árbol de navidad que habían armado para la época, con muchas decoraciones coloridas y luces muy brillantes.

Suspiraste con cansancio y te dirigiste al banco más cercano que viste, quitaste la nieve que cubría el asiento y te sentaste para descansar. Habías caminado toda la tarde sólo para conseguir algún empleo, pero no tuviste suerte. Lo peor del día fue que te habías quedado sin dinero para volver a tu departamento, por esa razón estuviste caminando varios kilómetros, sola y con frío.

Mientras descansabas y frotabas las palmas de tus manos para no tener frío, no pudiste evitar pensar en cómo comenzó todo eso.

Todo empezó cuando tuviste una discusión con tu madre sobre que tú no eras lo suficientemente madura para viajar sola; eso era lo que soñabas desde muy pequeña, al igual que ser una artista. Apenas habías cumplido los dieciocho años de edad y querías independizarte, sabías que viajar iba a ser un buen comienzo para eso. Pero el único obstáculo era tu madre, ella no quería dejarte ir. Era difícil dejar a una hija sola, sin el cuidado de una madre y peor aún, con poca experiencia en la vida. Creyó que debía nombrar varias escusas tontas de que tú no estabas lista y demás, pero eso hizo que tuvieras más incentivo para demostrarle que no sería así, que lograrías salir adelante y cumplirías tus sueños de triunfar a tu manera.

Al día siguiente de la discusión, preparaste lo que creías necesario para viajar. Sin despedirte, tomaste el primer vuelo a Estados Unidos, más específicamente, a New York. Ese lugar fue tu primera opción desde hace mucho tiempo, siempre soñaste con ver lo magnífico que era. Más que nada, te atraían los teatros enormes que había en Broadway. Creías que ese era el lugar perfecto para desarrollarte como una artista musical, creías que no sería difícil lograr tu objetivo.

Creías...

En ese instante, te arrepentías de todo. Te arrepentías de haber sido tan tonta por creer que lograrías todo de manera fácil, de creer que podrías vivir sola en una ciudad completamente desconocida para ti, de creer que te adaptarías rápido. Pero por sobre todo, te arrepentías de querer cumplir tus sueños.

Toda esperanza se fue de ti después de sobrevivir una semana en un pequeño departamento que no estaba en buen estado. Te diste cuenta de lo dura que es la vida con una persona adulta, o al menos con una que quería cumplir sus metas.

No pudiste evitar el pensamiento de todo lo que sucedió en el escaso tiempo que llevabas en la ciudad, las horribles tres semanas que vivías ahí.

Empezaste a llorar con amargura y tristeza, soltando la frustración que venías acumulando desde la segunda semana. Te cubriste con las manos para que las pocas personas que pasaban por ahí no te notaran en ese estado, de todas formas, nadie parecía prestarte atención.

Decidiste que lo mejor era seguir caminando, no querías congelarte en medio del parque. Secaste las lágrimas que empezaban a enfriarse y te paraste para caminar.