Sean Cassidy

57 2 3
                                    

Irónico que teniendo una enorme mansión y también un enorme patio, Charles haya decidido llevar a algunos de sus estudiantes a un bosque para tomar aire fresco. Entre esos alumnos, se encontraba la primera generación de los X-Men, excepto por Hank, él estaba ocupado.

—Aún no puedo creer que Charles nos trajo aquí, este lugar se ve tenebroso —mencionaste sintiendo escalofríos con cada paso que dabas.

—No está tan mal, algo me dice que será divertido —dijo Raven sonriéndote.

—Claro que será divertido —afirmó Charles mientras se giraba a mirarte—, necesitaban salir un poco de la escuela.

Realmente no necesitabas eso, tenías todo un jardín para disfrutar, y lo mejor es que no era para nada terrorífico. Querías reclamarle eso al profesor, pero decidiste guardártelo, de todas formas suponías que ya lo sabía.

—Dejen de quejarse, ya estamos aquí y no pienso volver —exclamó Erik, quien caminaba junto a Charles, con tono molesto, típico de él.

Bufaste molesta, aunque en realidad todo el "enojo" era para ocultar el miedo que sentías al estar en ese bosque. Odiabas los lugares que eran inmensos y además oscuros, de esos que son dignos de películas de terror, pero no querías que pensaran que eras una cobarde.

—Quizás no esté tan mal —escuchaste decir a Sean al mismo tiempo que se posicionaba a un lado tuyo—, ya sabes, comeremos malvaviscos, contaremos algunas historias y... Comeremos más malvaviscos —dijo sonriéndote con calidez.

Lo miraste divertida y, al mismo tiempo, agradecida, apreciabas que estuviera contigo en ese momento tan difícil del cual ya sabía.

Pararon en el que se supone era el medio del bosque y Charles les pidió armar las carpas en las cuales dormirían con su ya compañero asignado, en tu caso, Raven. Luego de dejar todo preparado, se juntaron todos en la fogata que armó Erik.

—Bien, esta pequeña acampada será para que cada uno de ustedes se relaje —empezó hablando Charles—, con eso quiero decir que está prohibido usar sus mutaciones.

—¡¿Qué?! —exclamaron varios de los alumnos, entre ellos, tú.

—Sólo pueden usarlos como emergencia, pero si hacen lo que Erik y yo decimos no tendrán que hacerlo —explicó tratando de calmarlos.

Lo único que pasaba por tu cabeza era que la situación iba de mal en peor, lo que te hacía sentir  un poco más segura en ese maldito bosque estaba prohibido, no podrías usar el fuego ni siquiera para iluminar.

Tratabas de no alarmarte, si seguías el consejo del profesor, todo saldría bien, o eso se suponía.

—¿____, estás bien? —tu amigo pelirrojo había notado tu rostro de pánico y se preocupó por  ti al instante. Lo miraste tratando de disimular tu miedo y asentiste dudosamente—. Tranquila, no dejaré que nada te pase.

—Gracias, Sean —susurraste.

Poco a poco empezaste a calmarte, mientras algunos empezaban a contar anécdotas divertidas, otros comían los malvaviscos y demás dulces que Charles empacó para este viaje. Te habías olvidado de toda la situación temerosa que sentiste al llegar, todo con ayuda de Sean, Alex y Raven que trataban de distraerte a cada momento con cualquier cosa.

Hubo un momento, en el que Raven y Alex se alejaron para hablar y te dejaron a solas con Sean, debías de admitir que el ambiente se volvió un poco tenso cuando tocaron sus manos sin querer. Tú sabías que tenías leves sentimientos por el pelirrojo, pero el miedo a arruinar la amistad se hacía presente siempre. También sabías que Raven los dejó solos por una razón, ella ya sabía de tu cariño al chico.

One Shots •Caleb Landry Jones•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora