-POV CAMILA-
No habia pegado el ojo en toda lo noche, y es que no podia pensar en la situacion de Lauren. Cuando salimos de la Covacha, Clayton nos miraba con tanta rabia desde su auto, y eso no me habia gustado para nada. Tenia la sensacion de solo le estaba mintiendo a Lauren, pero una parte de mí dice que puede ser verdad.
Miré a mi dama dormir sobre la cama, se veia tan hermosa, tan tranquilita. Amaba con el alma a esta divina mujer, y por ella haria lo que fuera, solo quiero que sea completamente feliz.
Ay Dios. tenia una idea, no sería tan fácil, pero... conozco Evan y sé que me diera lo que fuera, tambien sabria si me miente.
-Te amo...-mumuré dejando un besito sobre su frente- te voy ayudar...-me levanté de la cama con todo el cuidado del mundo, y fui directito a la ducha.
Me arreglé lo más rapidito que pude, y salí sin hacer tanto ruido, no quería despertar a mi preciosa Dama.
Caminé casi una hora desde la casona hasta llegar al parque de la India, me senté un ratico a lado de la estatua porque el consultorio estaba cerrado, asi que aproveche pá platicar con Havana. Le agradecí y le conté todo lo que habia sucedido estos poquitos días.
-Ya sé que te pido mucho, pero... por favorcito, que el amor que Lauren y yo nos tenemos sea demasiado fuerte pa' soportar las tormentas que siento que se aproximan ...no quiero perderla de nuevo. Tú sabes lo mucho que sufrimos, tú sabes lo mucho que nos amamos...y por favor, protegela de Clayton, quiza parezca loca hablando contigo-dije mirando de reojo a dos mujeres que pasaron mirandome como si yo estuviera loca-pero creo en ti, sé que eres real...y sé que tú hiciste que mi Dama regresara a mí...por favor, cuidala-pedí con tanta fe. Yo sabía que ella lo iba a cumplir, Habana lo iba a cumplir.
Miré de nuevo hacia el consultorio, y vi entrar a Evan, parecia estar demasiado nervioso y eso no sabia si era bueno o malo, pero igual lo iba intentar.
-Echame la manito, porfi mami-dije a Havana antes de cruzar la calla para ir a hablar con el doctor.
Tomé un poco de valor y respiré hondo antes de tocar a la puerta; la cual después de cuatros toques se abrió.
-Mira nada más...-dijo con una sonrisa, y yo tambien sonreí, pero lo hice al ver golper que le habia hecho mi Dama-¿que quieres aqui?-preguntó mirandome de pies a cabeza con descaro.
Lo primero que hice fue darle una fuerte bofetada, hasta sentí mi mano arder. Pues no se me habia olvidado lo de Alejo
-Hija de puta-se quejó sobado su mejilla.
-Eso es por mi hermano-dije con enojo, pero él sonrió y negando,.de repente solo me tomó con rudeza.
-Ven aqui-dijo llevandome a la fuerza a dentro su consultorio.
-Sueltame-gruñí intentando safarme su agarre.-que me sueltes!-grité intentando darle un golpe, pero ese hombre me lo dio primero en la mejilla.
Caí al suelo, colocando mis manos sobre mi cara.
-Debes estar muy loca para haber venido aquí tú sola-señaló con enojo, doblando las mangas de su camisa- ¿sabes? no me gusta golpear a las mujeres, pero... tengo que desquitarme de alguna manera esto-señaló sus golpes en la cara.
-Ni se te ocurra tocarme, porque te mueres...-dije intentando levantarme pero él volvió a pegarme, y esta vez fue una patada en mi costado derecho, Aquello me habia dolido tanto, que volví al suelo.
-No me gusta , en serio, asi que mejor no te muevas-dijo desabrochando su cinturon, y entonces imaginé lo que intentaria.- no quiero molerte a golpes-comenzó a bajarse el pantalon, asi que era mi oportunidad. Me levanté rápidamente, y lo empujé con fuerza;haciendolo caer. corrí a la puerta e intenté abrir, pero me alcanzó jalandodome el cabello y azotandome contra el piso.
