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Trozos de papel, se pierden en la mar
Vientos que les lleva rumbo al azar
Que blanco es el ayer
Que triste el porvenir
Lleno de preguntas que no llegan a su fin
Quien dirige el aire quien rompe las hojas
De aquellas palmeras
Que lloran
Quien maneja el tiempo
Que pierden a solas
Quien teje la redes que les ahogan
Navegaré el dolor
Un barco sin timón
Llevando los recuerdos de la vida que dejó
El cielo verde y gris
La nieve de marfil
Caen sobre el sueño
Que una vez pudo vivir
Pero quien dirige al aire
Quien rompe las hojas
De aquellas palmeras que lloran
Quien maneja el tiempo
Que pierden a solas
Quien teje las redes que les ahogan
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El cielo parecia caer, la lluvia era tan fuerte, los estruendos me hacían temblar un poco, y mi precupación crecia, pues Lauren aun no regresaba de hablar con el capitan.
-Señora Camila, si quiere puedo cuidar de Emilio-habló Louisa, quien no acompañaba en la pequeña chozita. Miré a Emi, y lo vi pronfundamente dormido en aquel catre de yute.
-No, esperaremos un poquitico más a que ella vuelva-respondí sintiendo escalofrios por unos instantes.
-Ese capitán me asusta un poco-comentó la pequeña morenita.
-No deberías temer de un hombre como él, no lo vale-respondí dandole una suave sonrisa, y de pronto abrieron la puerta.
-Señora-habló la morenita con una gran sonrisa.
-Lauren-corrí abrazarla sin importar que estuviera empapada.-¿estás bien?-pregunté a mi dama, mirando su había pasado algo.
-No, hace mucho frio-contestó con una suave sonrisa.
-Estás toda empapada - dije con entre risas antes de ir por una de las mantas junto a la cama.-No hay ropa para nosotras aqui-ofrecí aquella manta.
-No te preocupes-respondió mirando a Emilio.-¿Cómo está?
-Estaba agotado, pero él está bien.... estaba feliz de estar con mami de nuevo-asintió con una gran sonrisa.
- y yo estoy feliz de tenerlos a ustedes-señaló mirandome a los ojos.-Te amo-asentí envolviendola con la manta.
-Yo te amo más-dejé un beso en sus labios.-¿De qué hablaron?-pregunté curiosa, pues aún me parecia extraño que el capitán quisiera hablar a solas con ella.
-Solo me dio indicaciones de como salir mañana-respondió abrazandome aun más fuerte.
-¿Mañana? tan prontito ? ¿en serio?-sonreí con ilusión de esa noticia.
-Si morena mía, mañana saliendo el sol seremos libres-acarció mi mejilla.
-por fin seremos libres-murmuré sintiendo una alegria inmensa.-por Dios-solté una risita.
-me hace feliz que saldrán de este lugar, pero a a vez me pone triste, no volveré a verlas-esuchamos a Louisa, y yo sonreí negando
-No estés triste, cuando el mal gobierno acabe regresaré a mi tierra, sé que eso será pronto- afirmé con alegria.-¿cierto Lauren?-ella asintió dejando un besito en mi mejilla.
