-POV LAUREN-
Mi corazón no dejaba de latir como un loco desenfrenado, sentía como si en cualquier momento fuera a morir de infarto.
Ella estaba para frente a mí, en un estado de shock, tal vez estaba igual o más asombrada que yo segundos antes de verla por la ventana.
De momento, dejó caer la rosa al piso, sin reaccionar.
Dios santo.después de casi dos años ella estaba frente a mí, y era aún más hermosa de lo que recordaba; aunque no sé si era idea mía, pero estaba un poco más delgada, y aquel brillo en sus ojos no estaba más. Se veía diferente, pero aún asi seguía siendo tan preciosa.
-Camila...-dije saliendo de ese tonto trance.
Ella continuó en silencio, como si su cerebro tratara de procesar lo que estaba sucediendo.
-Ok... las dejo- habló mi amiga, y casi supliqué con la mirada que no me dejara sola.-Se quedan en su casita eh- me guiñó un ojo, alzando su pulgar en señal de ánimo y aprobación. Sólo asentí, regresando a ver la morena.
- Señora Jauregui -por fin habló la cubana, y morí de nervios. El tono de su voz era diferente conmigo, estaba tan seria, molesta, indiferente,y creo que tenía toda la razón de estarlo.
-Uhm...¿Cómo estás?-pregunté intentando que me mirara a los ojos, pero sólo lo evitaba.
-¿Usted será quien me de las Indicaciones sobre la limpieza?-preguntó ignorando por completo mi pregunta.
-No, yo no...-respondí aun más nerviosa.
-Bien, entonces no tengo porque hacer conversación con usted.-murmuró mirando la salida- Creo que será mejor que me vaya, Con permiso- dispuesta a retirarse, comenzó a caminar, pero yo no quería que se fuera tan pronto.
-Espera, espera...- pedí,mirando como se detenía, pero aún dándome la espalda.-¿Podemos hablar, por favor?-pregunté casi en una súplica.
-No quiero hablar contigo- Dijo de en seco, y sentí un vacío en el pecho-Siendo honesta lo único que quiero es huir...-murmuró dandome la cara-No quiero ser grosera,pero ni si quiera puedo hablar sin dejar de sentir este nudo en la garganta; y este dolor aquí en el pecho, es justo lo que sentí hace casi dos años, y no quiero sentirlo de nuevo señora-respondió mirándome a los ojos, y aquello me sorprendió por completo-Me dejaste...-dijo con su voz rota, y aquello me doblegó por completo.
-Lo siento, lo siento tanto-me acerqué a ella, intentado abrazarla, pero retrocedió de inmediato.- Perdóname, por favor...
-Claro que la perdono, señora.-respondió con sus ojos húmedos.
-¿De verdad?-ella asintió cerrando los ojos por unos segundos, y justo después cayeron sus lágrimas.
-La perdono porque no me gusta guardar odio o rencor a las personas que alguna vez amé, aunque me hayan hecho mucho daño- aquellas palabras me había dolido mucho más de lo que imaginé.
Quizá ella ya no me amaba, y eso desvaneció mi ilusión por completo.
-Jamás me atrevería a hacer esta pregunta sino fuera realmente necesario, pero... ¿Aún sientes amor por mí?-fui directamente al punto, ella negó con una sonrisa, bajando la mirada por unos instantes y de pronto prestó atención al anillo que llevaba puesto y que jamás me había quitado.
Segundos después volvió a mirarme, cogiendo un profundo respiro.
-La amé tanto... Usted fue mi mundo, y si, ¿sabe? Yo quiero creer que también fui el suyo en su momento, pero todo principio tiene una realidad, y hasta la eternidad se acaba...Ambas lo sabemos-respondió partiendo más mi corazón.
