-POV CAMILA-
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Qué intenso es esto del amor
Qué garra tiene el corazón, sí
Jamás pensé que sucediera así
Bendita toda conexión
Entre tu alma y mi voz, sí
Jamás creí que me iba a suceder a míPor fin lo puedo sentir
Te conozco y te reconozco que por fin
Sé lo que es vivir
Con un suspiro en el pecho
Con cosquillas por dentro
Y por fin sé por qué estoy así-
Al sentir sus labios besar los míos, pensé que iba morir de un ataque. Jamás había dado un verdadero beso, y mi hermosa Dama acababa de besarme. No supe como responder, y supongo que ella se dio cuenta, porque dejó de hacerlo.
Al separarnos, dejó un beso más , pero esta vez en mi mejilla.- ¿Te he incomodado?-preguntó con tono de preocupación, y yo negué con rapidez .
-No- sentí mi cara arder de vergüenza- es sólo que...uhmm...Yo nunca había hecho esto.
-No comprendo- sonreí tratando de calmar mis nervios.
-Uhm... eres mi primer beso- confesé mirando su rostro relajarse.
- ¿Nunca habías besado a alguien?-preguntó casi incrédula.
-No...sólo...sólo besitos chiquiticos, como estos- dije dándole otro besito como el que le habia dado en la mañana.
- Oh Dios. Eres muy adorable-sonrió tomando mi mano- Empiezo a amar esto, me gusta esto...me gustas mucho. Me gusta ser la primera en tu vida, me gusta ser tu primer beso, y nada me gustaría más que seguir siendo la primera en todo- dejó un beso más en mi mano.
-A mi también me gusta que seas tú la primera- y la única;pensé. Quería con el alma a esta mujer,estaba completamente enamorada de ella- y... me gustaría aprender todo contigo.
-Aprenderemos juntas ¿De acuerdo?- respondió con una sonrisa, seguido, tomó mi rostro y volvió a besarme.
Mi Dios, comenzaba a disfrutar de esto.
Sonreí como boba sobre sus labios, y ella también lo hizo, así que aproveché a darle otro más pero chiquito.- Si algún día te hago sentir incómoda, ten la confianza de decirmelo. Yo quiero siempre respetarte y hacerte sentir segura ¿bien?- Asentí, buscando sus labios, para otro beso; y así lo hicimos, fuimos beso tras beso, entre largos y pequeños. Jamás habia hecho algo como esto, pero me gustaba tanto sentir mis labios entre los suyos; tan suaves y carnosos.
Estábamos a mitad de beso, cuando escuchamos el sonido de un auto a lo lejos. En seguida nos apartamos, y miramos que venía de la ciudad.- Escondete- Pidió la ojiverde, y ambas nos bajamos un poquito más sobre el asiento. En ese momento, empecé a rezar a todos los santos para que el auto pasara de largo y no nos descubrieran aquí, en lo oscuridad.
Un mometico después, el auto pasó, parecía que iban bien ambientados, pues se escuchaba música y risas tan escandalosas.
- Creo que me torcí el cuello -Dije a mi dama; quién empezó a reir, mientras pasaba las manos por su bello rostro.
-¿Estás bien?-Asentí mientras me acomodaba sobre el asiento.
-Si, sólo me lastimé un poco-Señalé un poco más abajito del lóbulo de mi oreja izquierda.
-Ow, pobre niña-Hizo un pequeño puchero - Ven aquí- Me tomó de las mejillas, dándome un par de besos sobre ellas- ¿Te duele mucho?-Asentí mirando sus labios, la verdad es que no me dolía tanto, pero quería que ella siguiera besándome.
