—¿Qué es esto, Draco?
Lucius Malfoy apoyó en la cama de su hijo un pergamino. El corazón de Draco comenzó a latir a una velocidad increíble.
No, por favor, no.
Lucius clavó su mirada en Draco esperando una respuesta, pero su hijo parecía mudo.
—¿Te das cuenta lo grave de la situación?
Los ojos de Draco comenzaron a aguarse.
—¡Estás poniendo en peligro a toda la familia, Draco! —gritó Lucius —¡Estás jugando con nuestros honores!
Draco asintió frenéticamente con los ojos cerrados, aguantándose el llanto, pero pronto explotaría.
—¿Cómo pudiste?
—Lo sien...
—¡No te atrevas a disculparte!
Narcissa Malfoy entró corriendo al cuarto.
—¿Qué pasa, Lucius?
Al ver que su hijo se encontraba tan apenado y asustado, se abalanzó sobre él y lo aferró en su pecho. Entonces Draco se derrumbó. Quizás como nunca lo hizo antes.
—Draco, cielo...
—¡Cuéntale! —gritó el padre —¡Dile lo que has hecho!
Draco se sentía terriblemente humillado. Y para su suerte, su madre no tenía intenciones de soltarlo.
—Yo... —comenzó a hablar Draco.
—¡Dile! —gritó llevándose las manos a la cabeza.
—Cálmate, Lucius, lo pones peor.
—¡Mira como me pone él a mí!
Narcissa le dio un beso a Draco en la frente.
—De verdad quise evitarlo —dijo gimoteando y mirando a su padre —, pero no pude.
—Me has decepcionado, Draco.
Lo dijo. Aquello que Draco más temía estaba sucediendo. Aquello por lo que se había estado ocultando.
Él amaba a su padre, y no soportaba sentir que no era suficiente para él. Draco siempre intentaba ser un orgullo para sus padres, pero nunca lo lograba.
—Dime que pasa, Lucius.
—¡Que te cuente él! Si tuvo las agallas en ese momento, que las tenga ahora también.
Narcissa acarició el rostro de su hijo.
—He estado saliendo... con Harry Potter.
—¿Saliendo? —murmuró Narcissa y miró a Lucius, quien miraba a Draco arrugando la nariz.
—Vete Lucius, déjame hablar a solas con él.
Lucius salió de la habitación no sin antes menospreciar a su hijo. Narcissa y Draco se sentaron en la punta de la cama.
—Yo lo quiero mamá —comenzó hablando Draco en un tono muy bajo —... por eso me arriesgué. Él... Harry me hace sentir muy bien.
Narcissa tomó la mano de Draco y la acarició.
—Sé que está mal, porque soy un mortífago y él, bueno, es Harry Potter.
—No es el camino que tú elegis...
—Yo acepté ser mortífago, mamá, lo sabes.
—Por tu padre, Draco. Tú tienes una idea equivocada de él. Él es un buen hombre, sí, pero no desees nunca más ser como él. Todos estos años yo estuve de acuerdo en que sea un mortífago, pero serlo es difícil, por eso nunca me convertí en uno, pero tú eres sólo un joven que dentro de poco se convertirá en un adulto, y la única referencia que has tenido de un hombre adulto fue tu padre, pero no tienes que ser como él.
—Ya es tarde. Ya no sé que hacer —sollozó Draco. Narcissa lo abrazó —. Sé que nunca tuve que acercarme a él, pero me gusta mucho y me hace feliz estar a su lado.
—Lo sé, pero hasta que esto acabe, ten mucho cuidado, Draco. Es peligroso.
—No tendré que tener cuidado porque papá me prohibirá seguir hablando con él.
—Quizás eso sea lo mejor.
Draco tomó una bocanada de aire para calmar su respiración y asintió.
—Por lo menos hasta que todo esto acabe —volvió a aclarar su madre.
—Cuando esto acabe Harry no estará vivo.
—Entonces con más razón, es mejor que te alejes porque cuando el Señor Tenebroso tenga completamente el poder, sufrirás hijo.
Draco asintió. Draco se odiaba así mismo. Y por primera vez, también odió a su padre.
Por su culpa soy esta mierda.
[...]
Lucius estaba sentado en la larga mesa, al lado de su hijo que no paraba de llorar.
—¡Ya cálmate, Draco! Es desagradable verte llorar por Potter.
—Lo siento, papá —dijo secándose las lágrimas.
—Lucius —habló su esposa —, ¿es necesario?
—Yo no voy a permitir que un niño caprichoso arruine a la familia, que mi propio hijo arruine nuestra reputación —dijo dirigiéndose a su esposa, luego volvió a dirigirse a Draco — ¡¿Puedes escribir de una maldita vez?!
Draco tomó la pluma y la mojó en el tintero.
Se acabó, Potter. No quiero volver a verte nunca más en mi vida, ni hablar contigo. Todo era mentira. Nunca quise estar contigo.
Draco Malfoy.
Draco escribió palabra por palabra lo que le dijo su padre, y en el pergamino cayeron algunas lágrimas. Deseó que Harry las notara y se diera cuenta que él no quería escribir esa mierda.
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El arte de mentir || Drarry
FanfictionPara Draco Malfoy es difícil aceptar que una persona completamente ajena a su mundo, pueda hacerlo tan feliz. Y que esa persona sea, nada más ni nada menos, que Harry Potter. || Historia corta. || Todos los personajes y la ambientación pertenecen...