Capítulo 7

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Navidad estaba cada vez más cerca, y eso significaba un poco de paz para Draco, porque ya no tendría que soportar ver a Harry.

Draco sabía que estaba mal llorar cada noche, pero tenía un sentimiento de soledad que nunca antes había vivido. O quizás sí, pero al estar junto a Vincent y Gregory y sentir que ellos eran menos que él, no se había percatado de lo solo que estaba.

Decidió alejarse de esos dos chicos, porque a pesar de sentirse solo, no quería tener nadie más a su lado.

Algo iba mal con Draco, y posiblemente sea el hecho de darse cuenta de lo fea que era su vida. De que en realidad no había nada que envidiar y que no era más que un estúpido joven con ganas de sentirse amado y respetado por todo el mundo. Entonces pensó en Voldemort, ¿así se habría sentido al principio, cuando aún estaba en Hogwarts?

Se sintió tan cercano a Tom Riddle que se odió aún más.

Los profesores comenzaban a llamarle la atención por faltar a clases y no hacer los deberes, lo que hizo que sus nervios aumentaran. Si sus papás no se decepcionaban por su relación pasada con Harry, entonces lo harían por sus bajas notas en el colegio.

[...]

En la Mansión Malfoy, todo parecía seguir igual. Allí, el corazón de Draco se estaba empezando a reponer poco a poco.

Pero aún extrañaba a Harry Potter. Aún necesitaba de sus chistes, de sus cálidos abrazos y sus besos. Aún necesitaba estar a su lado porque era Harry quien hacía que se olvidara de la oscuridad que había en él.

Draco, tú no eres así. Aún te queda una semana para recuperarte y volver a Hogwarts como nunca antes. Tú no necesitas a nadie para ser feliz.

Al percatarse de que se solía hablar así mismo, soltó una fuerte carcajada (quizás para no llorar), pero está fue cesando a medida que notaba como la marca comenzaba a arder.

El Señor Tenebroso los estaba llamando.

[...]

Esa noche, Draco se sentía impotente. Quería hablar con Harry, necesitaba hablar con Harry. Quería que Harry dejara de mirar su propio ombligo y notara cuánto de verdad lo quería. Así que decidido, comenzó a escribirle una carta.

Pero cuando la terminó, la releyó cinco veces y la terminó botando. Tomó un pergamino nuevo y sólo escribió.

Potter, te extraño.

Antes de seguir pensándolo, mandó a su lechuza hasta Harry. No sabía lo que pasaría luego pero había muchas posibilidades de que o no contestara, o que lo insultara.

A primera hora de la mañana, Draco se puso muy nervioso al ver desde su ventana, como una linda lechuza blanca iba volando hacia allí.

Hedwig.

También te extraño. No puedo evitarlo, Draco, me haces falta. Y creo que todo este tiempo me ha sido suficiente para volver a confiar en ti. Pero ya no me ocultes más nada, y menos una cosa así. Sé que no tienes opción viniendo de una familia llena de mortífagos, no digo que tu familia sea mala, pero tú no eres como ellos, me lo has demostrado.

Draco sonrió aliviado, y sintió una alegría recorrer todo su cuerpo. Al fin. Pensó que quizás él no se merezca una persona tan buena como lo es Harry, pero intentó sacar esos pensamientos negativos que por el momento, no lo habían llevado a ningún lado.

Enhorabuena. Gracias, Harry. No veo la hora de volver a estar contigo. ¿Pasas las fiestas en Hogwarts, verdad?

Sí. Aquí no hay mucha gente. Ojalá te hubieras quedado, podríamos haber estado mucho más tranquilos.

Si me quedaba, posiblemente no te hubiera dicho que te extraño, Harry.

Eres un orgulloso.

Los mensajes iban uno tras otro, en el mismo pergamino. Draco se reía de la letra de Harry, ya que era increíblemente desprolija. Antes, Draco no se reía de eso, pero ahora después de varias semanas sin él, tenía muchas ganas de reírse de lo que fuera.

No se había percatado de que incluso, había extrañado sus mensajes.

Durante dos días se escribieron sobre cualquier cosa, los mensajes iban tomando diferentes matices, pasaban de decirse que se querían a fingir que no pasaba nada entre ellos. Todo parecía tan normal, como si no hubiera habido una distancia entre ellos.

Pero todo se arruinó, cuando Lucius Malfoy entró al cuarto de su hijo.







El arte de mentir || DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora