Mi Novio Es Un Ángel 💞 [Libro2]

8. El entrenamiento pesado.

A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano para preparar las cosas para viajar. Según Voldy ella nos podía transportar hacia allá pero nos íbamos a quedar una semana así que solo puse las cosas necesarias y nada más.

En ese momento fui a ver a mi novia para poder ayudarla con las maletas pero me largue a reír al verla.

—Amor es una semana que nos vamos no un año—Tome sus maletas pesadas.

—Amor esto no es nada, solo llevo lo básico.

«Mujeres ¿Qué se le va a hacer?»

—¿Bien ya está todo listo?—Nos pregunto Diana mientras bajaba las escaleras.

—Yo si.

—Por dos.

—¿Qué?—Dijo mi novia y Diana al unisono.

—Que también estoy listo.

—Bueno acerquen sus traseros hacia acá—Los dos la miramos extraño.

—Es broma chicos saquen esa cara de desconfiados. Tomemos las manos vamos a hacer un pacto satánico.—Esta vez abrimos los ojos muy asustados.

—Sarcasmo chicos ¿Qué les pasó? Antes ustedes eran divertidos.

—Maduramos.—Hable por los dos.

—Ajá—Hizo un desden para restarle importancia.—Bien listos vámonos ...

~~~••~~~

—Wow esto está genial—Alisson estaba admirada por el paisaje.—Me gustaría casarme aquí.

La more unos segundos y luego mire e bello paisaje verde lleno de rosas rojas, blancas, rosas y amarillas era como un laberinto infinito lleno de pasillos.

—¿En donde estamos?

—Argentina, Buenos Aires.

Argentina era mi país pero me fui de acá para ser chef y ahí conocí a Alisson y bueno ya saben lo que sigue.

—¿Aquí es donde tú vivías amor no?

—Si mi amor.

—No perdamos más tiempo caminemos, detrás de esto hay un castillo.

—Pero yo no lo veo

—Esta camuflado.

—Ahhhh—Dijimos los dos al unisono.

Caminamos por todo ese laberinto para la derecha, izquierda, por todos lados ... Por un momento pensé que se había perdido pero en realidad no ¿Porque? Porque yo seguí de largo y me choque con algo que hizo que mi nariz doliera.

—¿Estás bien?—Pregunto Diana mientras se reía con Alisson.

—Creo que se me rompió el tabique de nariz—Exageré—Pero estoy bien.

—Nadie te manda pasar por delante mío—Se achicó de hombros.

—Bueno, bueno.

—Muevete que voy a abrirla.—Ella pasó la mano por ese paisaje –Donde supuestamente había una puerta– y esta se abrió dejando el paisaje una parte toda oscura.