One Shots | Death Note

6 •Light•

Errores

Entraste apresurada a la escuela, con suerte y el profesor aún no ha
llegado. ¿Por qué nunca lograbas escuchar tu alarma? Tal vez porque
nunca logras escuchar nada, ni consejos, ni razones...

Subiste hasta tu salón, con prisa y justo en el marco de la puerta lo
viste... El chico más guapo, inteligente y perfecto en toda la escuela,
y según tu opinión, sobre la Tierra entera. Se trataba de Light
Yagami, el chico prodigio de la escuela y también aquel de quien
llevas tanto tiempo enamorada.

—Ho-hola... —apenas atinaste a decir cuando te miró.

—Ah, hola. _____, ¿cierto? —saludó con una sonrisa de lado.

—S-si... —tu nerviosismo no desaparecía.

El sonido del timbre los sacó de aquel pequeño trance, y entonces
Light te cedió el paso.

—Gracias —lograste articular.

El resto del día transcurrió con normalidad. De tanto en tanto mirabas
a Light disimuladamente, y en una de esas veces lograste verlo
observando a la ventana, aparentemente algo que caía pero que tú no
lograste distinguir por tu lejanía a la ventana.

Finalmente, las clases terminaron. Saliste del aula y al llegar al
patio de la escuela, viste a Light acercarse a un área verde y
aparentemente recogió algo del suelo, lo miró, lo puso de nuevo en el
suelo y después de dudarlo un poco, volvió a tomarlo y lo guardó en su
mochila.

E increíblemente, noto que lo mirabas y se acercó a ti para ofrecerse
a acompañarte a volver a tu casa que, para suerte tuya, estaba justo
en frente de la de él.

El camino transcurrió muy lentamente para ti, que apenas si lograste
entablar una conversación con él, pues su simple presencia te ponía
nerviosa. Aun así, él logró hacer un poco más ameno el camino a casa.

Para cuando llegaron a la puerta de tu casa, él se despidió de ti con
un apretón de manos, y al entrar a tu casa, jurabas que estabas dentro
del sueño más maravilloso de todos: el chico de tus sueños te había
hablado, acompañado a casa y también tocado tu mano.

Los días siguientes, transcurrieron de maravilla, pues a tú y Light
seguían volviendo a casa juntos, y parecía que comenzaban a trabar una
amistad.

—¡Y entonces me regañó enfrente de todos! —reíste al terminar de
contarle una anécdota de tu infancia a Light.

—Jajaja, ay. No creo que haya sido justo que te regañaran sólo por
defender tus ideas. Digo, cada uno tiene una forma de defender sus
ideales, ¿no crees?

—Si, siempre me pareció muy injusto. Ahora que recuerdo, quería
preguntarte ¿qué opinas sobre ese tal Kira? —preguntaste inocentemente,
sin saber que esa pregunta sería el mayor error de tu vida.

—Pues... Considero que al igual que todos, tiene su propia idea de
justicia, y tal vez él esté viendo una manera de crear un mundo mejor,
aunque vaya en contra de las leyes actuales. ¿Tú qué opinas?

—Yo creo que ese Kira no fue lo suficientemente listo al hacer de sus asesinatos, un patrón de ataques al corazón.

—Puede ser. Pero tal vez los ataques al corazón son su forma de "firmar" las muertes, y de darse a notar, de lo contrario, serían más coincidencias que nada.

—Si, pero al hacer eso, logró llamar la atención del gran L, y muy
probablemente sea atrapado. Digo, no es como que esté en contra de
ello, pero fue tonto al desafiar al mejor detective del siglo.