Primero violaron su mente

Introducción

En pleno 2017 si uno se encuentra en medio de una mudanza y quiere conseguir muebles baratos, no le queda otra que ir de feria en feria regateando precios: fue así que hallé esta historia.

Gracias a un cajón de una mesita de luz que tenía que reparar llegó a mí este relato que hoy les traigo.

Sólo a fines literales intentaré darle un orden, aunque pido al lector que no le quite autoría alguna a la joven que escribió este diario íntimo.

Suyas son las confesiones, sus angustias y sus abusos. Suyas son las palabras que aquí transcribo.

Será por momentos una historia corta, por otros una historia interminable. No por la cantidad de palabras sino por la crueldad de los sucesos aquí narrados.

Leerán por momentos una inocencia simple y por otros un manual sobre el sexo, la opresión, el arte y sus metáforas. Sobre el cuerpo despreciado hasta su máxima expresión. Sobre la carne, el deseo, la sangre y las fantasías que se roban el aliento. Leerán sobre el poder, la sumisión, el dinero y nuestra cultura. Sobre algún que otro secreto que todos guardamos y creemos equivocadamente que sólo a nosotros nos pertenece.

Pero sobre todas las cosas leerán sobre una transformación.

No recomiendo continuar la lectura a menores de edad o personas sensibles.

Al resto los invito a descubrir conmigo las páginas grises de una historia en un cajón. La necesidad de quitarle el polvo y transmitir un mensaje. El imperial saludo a una chica desconocida a quién desde el momento que posó un lápiz sobre este diario sólo nos dejó una triste confesión: lo primero que violaron, fue su mente.