29

3K 92 21
                                    

6 de agosto (tachado)

7 de agosto

¡Agarrate, Marco, porque tengo de todo para contarte! Te anticipo que yo tengo un lechazo en el pantalón y Sofía esta tirada en su cama re borracha, no sé cómo hizo para disimular con su papá en todo el viaje. Recién volvimos del boliche y la pasamos genial. Yo también estoy un poco tomadita, no te voy a mentir, pero no tengo tanto sueño y sí tengo muchas ganas de contarte.

La cosa arrancó así: estábamos en mi casa cambiándonos, Sofía se puso una pollerita de jean una musculosa de colores como a ella tanto le gustan y unas botas de cuero que le quedaban de diez. Yo iba a ir con un vestidito ajustado rosa que me presto mi mejor amiga (como siempre) y unos zapatos con tacos "para que se me pare mejor la cola". ¡Tuve que practicar como media hora porque me caía para todos lados!

Cuando ya eran casi las 23 bajo a pedirle a mi papá si nos lleva.

Claaaro. Olvidate, cuando me vio pegó un grito que despertó a todo el barrio. Me preguntaba si iba a trabajar a la calle, si había una fiesta de disfraces en el boliche, si yo me había disfrazado nada más ni nada menos que de "puta barata", que ni sueñe en salir así, que hasta ni sueñe en que me iba a dejar ir a bailar. Ni ese día ni nunca jamás.

Me dijo también que después no me ande quejando si me tocaban el culo o me apoyaban.

En fin, tantas cosas de ese estilo que me tuve que cambiar de nuevo: Terminé con un jean mío, unos zapatos así nomas y una remera de Charly Garcia.

Sofía hecha una perra y yo una rockerita de mala muerte, pero bueno: al menos me dejó ir.

A eso de las 0:30 ya estábamos adentro. La primera impresión que me dio era de ahogo, había mucha gente, la música estaba al palo y no se veía casi nada; pero al ratito ya me sentía bien. Sofía, que tiene más experiencia, me llevó directo a la barra a tomar algo, yo le dije que tenía plata para una sola bebida y se me cago de risa: "Solo necesitamos la primera, después nos pagan los pibes" me dijo.

Estuvimos bailando, charlando con unos cuantos chicos, pasándola bien un buen rato.

Sofi parecía no querer perder el tiempo y cuando la perdí de vista un minuto aprovechó para comerse a uno de los flacos que nos había pagado un trago. Yo no quise ser menos y me agarré al amigo. Tenía una calentura tremenda y lo deje hasta que me meta mano por abajo del pantalón. Me dejó la cola colorada de tanto toquetearme. Yo por supuesto que aproveché y también le metí mano un buen rato. El pibe quería que vayamos afuera, o debajo de la escalera para estar más cómodos y la verdad que me resultaba excitante la idea. A ese pibe y a ese momento si le habría chupado la pija con gusto y placer. No sabes cómo estaba de caliente; pero en pleno toqueteo la veo a Sofía vomitando en plena pista por lo que fui a ver que le pasaba. Lo perdí al pibe, nunca supe su nombre y no me lo volví a cruzar en toda la noche.

La única parte que no me gusto fue cuando tuvimos que ir al baño, había que pasar por un pasillo todo oscuro, sin nada de luces. Nada de nada. Y lleno de gente.

Ahí estuvimos como una hora para poder pasar y encima yo llevando a Sofía desde atrás, ayudándola a que no se caiga. En eso empecé a sentir que un pibe me abrazaba desde atrás, al principio creía que estaba tratando de avanzar también para ir al baño, pero después ya fue más desubicado y empezó a tocarme el culo despacito. Primero como que me rozaba con la parte de atrás de su mano, después ya me agarraba la cola con toda la mano y de vez en cuando me mandaba un dedo al medio y me lo apoyaba con fuerza como si supiese justo donde estaba el agujero de mi ano y me lo fregaba. Ya me empezaba a molestar bastante así que quise darme vuelta para pegarle, pero me acorde de lo que me dijo mi papá y me dio un poco de culpa así que decidí ignorarlo o hacer como que lo ignoraba.

Lo dejé así un rato hasta que me di cuenta que ya no era un dedo sino que me estaba apoyando la verga cuando todavía sintiendo la presión el forro puso sus dos manos en mi cintura y me llevaba la cola para atrás, como si me estaría cojiendo parada entre toda la gente que no me dejaba ni mover.

Parecía que no llegábamos más al baño y yo volví a sentirme ahogada, quería llegar ya mismo aunque sea para salir de esa situación, pero faltaban unos cuantos pasos más. Entonces el chico se arriesgó más y a una de las manos que tenía en mi cintura la mando para adentro de mi pantalón en la parte de adelante quedando entré el jean y mi bombacha mientras me seguía apoyando. No sé si por instinto o qué pero cuando quiso esquivar tela para llegar a tocarme la concha le tiré un codazo que se ve que lo asustó porque después de eso me soltó y me dejó seguir tranquila.

Pero cuando llegamos al baño no estuve tan segura de si me había soltado por el codazo porque me quise acomodar el pantalón y me quedó toda la mano manchada de semen: ¡El hijo de puta acabó en mi pantalón!

Ahí fue cuando con Sofía decidimos que ya era mucho y nos fuimos para afuera. Todavía faltaba un buen rato para que nos pasen a buscar pero lo aprovechamos para que la borrachita tome un poco de aire y se recupere aunque sea un poco hasta que llegue el papá.

Bueno Marco, eso fue todo. Ahora si me voy a dormir.

Pero antes te voy a hacer una última confesión: me saque el pantalón y lo deje al lado mío, estoy muy tentada a pasarle la lengua en la parte de la leche. Tengo mucha curiosidad por saber que gusto tiene, y es ahora o nunca porque antes de irme mañana a mi casa lo tengo que enjuagar para que no se note.

No sé qué hacer. Creo que mejor aprovecho que están todos durmiendo para hacerme una paja con los dedos a ver si yo también me duermo. Ya probaré el gusto a su debido tiempo.

Vos también aprovecha a dormir, Marco. Te dejo acá, bajo la almohada bien cerquita mío para que no tengas miedo.

Primero violaron su menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora