Un cielo nublado acompañaba la noche, una leve llovizna bañaba el parabrisas de la aeronave, vistas desde el aire, las ciudades parecían colonias de hormigas, diminutas, lo suficientemente pequeñas como para sentirse extraído de aquella realidad.
El avión era antiguo, no era de los más modernos, pero cumplía bien su función, transportar.
Un hombre caminaba por los estrechos corredores de la aeronave, su mente estaba enfocada, estaba concentrado en lo que debía hacer y lo que le esperaba, sus pasos sonaban fuertes en aquel piso metálico, el eco de los mismos recorría rápidamente cada pequeño pasillo, pero finalmente ahí estaba, frente a aquella puerta color verde, oxidada por los años, se acercó lentamente a la puerta y con un par de golpes secos en la puerta, anuncio:
- Señor, estamos a diez minutos.
- Saldré enseguida.- Respondió desde dentro una voz gruesa y llena de un tono de autoridad.
El hombre en la habitación terminaba de poner su equipo, aseguró sus hombreras, apretó los broches y correas que aseguraban a su espalda un par de espadas, con unos mangos de cuero negro. Todos sujetos a un enorme abrigo que le daba casi hasta las rodillas, aparte, tenía unas botas que ocultaban dentro de si una pequeña pistola, también tenía un gran revolver Magnum de color plateado, acompañado de unos bordes dorados y unas incrustaciones de diamante en el cañón.
Era verdaderamente hermoso.
La puerta se abrió, caminó por el pequeño pasillo, hasta llegar a la pequeña sala del avión, donde estaban todos esperando su presencia.
Una vez llegó, se inclinó lentamente en la mesa que estaba en el centro de la habitación, observaba un mapa que estaba finamente colocado en la misma, a pesar de él avión no ser muy avanzado, ellos se habían encargado de llenarlo con todo tipo de aparatos tecnológicos que los ayudaría en sus misiones.
Ania se encontraba mirando un ordenador, que le daba imagen de una ciudad y un edificio en específico.
Luego de un momento se abrió otra puerta que dejó ver tras de sí, un hombre.
Se sentía en el aire que era el jefe, el superior.
En ese momento Ryan y Lucas, hicieron una reverencia militar, excepto el hombre que se encontraba mirando el mapa.
Tenía una chaqueta, la cual estaba adornada con medallas aquí y allá.
Unos pantalones militares llenos de bolsillos y de todo tipo de cinturones.
Tenía un rostro cansado, cicatrices por todas partes.
Grandes brazos y unos ojos color miel que mostraban una compasión seguidos de una mirada de autoridad.
- Capitán Metheos, es un gusto verlo, espero órdenes.- Dijo el hombre mientras seguía mirando el mapa, señalaba con un marcador puntos y círculos en varios lugares.
- Da por iniciada la misión Jake, Ania te ayudará en lo que necesites desde aquí. No te distraigas, confío en que llevarás a esos jóvenes con vida.
- Si señor, así será.-
Jake seguía concentrado en su tarea, el capitán Metheos se le acercó y puso su mano derecha en su hombro.
- ¿Como te encuentras?- le pregunto casi susurrando.
- Trato de seguir tu consejo Met, de olvidarlo, de seguir adelante, pero... Me es díficil asimilar lo que pasó. Hoy ya son cinco años.
- Jake hijo, te entiendo, sé cómo te sientes pero, no puedes permitir que te controlen tus emociones, sé que lo que les pasó te duele, a mi también me duele.
Pero tenemos que avanzar, salvar personas, cumplir con nuestra misión, eso hubieran querido ellos.
Además, te has ganado tu puesto como sargento, eres una soldado de un talento excepcional.
- Puede ser, pero aun así, siendo tan talentoso como dicen ustedes, no pude salvarlos.- Jake apretó con fuerza el pequeño marcador.
- No te atormentes hijo, no fue tu culpa. Tu padre estaría orgulloso de ver en lo que te has convertido. Y ella... Estoy seguro que ella también lo estaría.
- Por las noches veo sus rostros Met. Veo una y otra vez como esa bestia los arrastro por aquel precipicio.
Nunca olvidaré la mirada de Lucy ni la de mi padre.
Sus gritos...
En ese momento su mente viajo y recordó aquel día.
Hace cinco años.
Base militar NUO del norte.
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Virus V. Sanando El Pasado. *Primera Parte Ya Completada*
Horror*Primera parte terminada, aún en edición de pequeños detalles.* El poderoso escuadrón Nuo guía al sargento Jake Wayland a lo que parece una misión fácil, pero lo que él no sabe es que esa misión cambiaría su vida y abriría heridas de su pasado que é...
