Capítulo XV: Raiharth de Malta.

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- Bien capitán. Ahí tiene el archivo.-
Un hombre de grandes brazos y con una pequeña túnica en su espalda cruzó el enorme salón.
Cargaba un libro que al terminar su recorrido dejo caer sobre una mesa que se encontraba en el centro del salón, justo en frente de Metheos y todo el consejo.
- Adelante sargento, puede echarle un vistazo mientras el capitán nos cuenta su historia.
Jake con lentitud dió un paso al frente y con sus manos abrió el libro.
Era enorme y tenía muchas cosas que se abrieron paso en la mesa en cuanto fue abierto. Fotos, documentos, pergaminos, planos, expedientes y muchas cosas más.
- ¿Porque quieres que vea esto, Met?
Metheos no pudo ni pensar en su respuesta cuando el canciller del este se levanto.
- Piensa convertirte en otro traidor.
- Eso no es cierto. Él debe saberlo.- Contestó Met rápidamente.
- El sargento Wayland es un soldado excepcional, capitán. Hemos discutido esto muchas veces y pensamos que tiene mucho parecido al traidor Raiharth de Malta.
- No tiene nada que ver, solo quiero que vea en lo que no debe convertirse.
Jake bajo la mirada y mientras escuchaba las voces del consejo discutir se concentró en el archivo.
Veía fotos de una mujer, lo veía a él en las fotos, a Metheos, se veía feliz con ella. Fotos junto al mar, con un pequeño bebé en sus brazos.

- ¡Es suficiente!
Arthur con un golpe en la mesa silenció toda el salón.
- Capitán, por favor, no haga esto más tedioso y haga lo que se le ordenó.

Jake seguía perdido en su momento.
Habían más fotos, Metheos aparecía con Don, su padre, ambos con el informe de NUO. Habían planos de la compañía de armas de su padre, reconoció la marca en cada pergamino.
Finalmente llegó a lo que parecía un arma, un pequeño rifle que era suficiente para levantar con una mano, tenía unas correas para asegurarse al brazo, sin embargo, le pareció una arma extraña, no tenía una boca por la cual saliera proyectil alguno, solo vio un pequeño orificio en el que con suerte pasaría una aguja.
En la esquina superior derecha vio la inscripción con letra de su padre, "Martillo Divino".
Vio fotos de Raiharth, era muy parecido a Metheos, tenía los mismos ojos, pero tenía la tez de su madre. El cabello era cafe y su aspecto era bastante más tenaz que el de su padre.
- ¿Qué es esto?- Preguntó Jake.
- Es el archivo... De mi hijo.- Respondió Metheos.
- Eso ya lo sé... ¿Por qué hay planos de mi padre aquí?
Arthur intervino.
- Por favor, capitán, no me haga pedirlo de nuevo.
- Está bien... Ya es hora.

Hace más de treinta años perseguimos un sujeto del mercado negro, teníamos sospechas de que estaba fabricando un arma biológica que planeaba vender a la unión soviética, la investigación que hicimos junto a tu padre, nos llevó a ir tras él casi tres años y por más de ocho países diferentes. Hasta que todo nos llevó a un pequeño archipiélago del mediterráneo central entre Sicilia y la costa de África del norte... Malta.
Un país precioso, con fortalezas antiguas y mucha historia tras de sí.

Lo seguimos hasta allí. Un informante nos consiguió a tu padre y a mi una entrada a una de las fiestas más acaudaladas de esa provincia.
Entre los asistentes estaba nuestro objetivo y varios mercaderes más.
Finalmente, llegamos a la reunión de infiltrados. Pero, por desgracia nuestra investigación no rindió frutos, el tipo si que era un traficante del mercado negro, pero no tenía lo que estábamos buscando. Así que lo cedimos al FBI.
Pero... Hubo algo más.

El tipo tenía una hija... La joven fue con él a esa reunión pero estoy seguro que no tenía ni idea de lo que su padre hacia para vivir.
Puesto que se mantuvo al margen de sus asuntos en toda la reunión.
Ya debíamos irnos, pero yo me quedé y le dije a Donovan que lo alcanzaba luego.
Creo que fue amor a primera vista... Me enamore de ella.
Amanda Van Der Hoft, era holandesa pero había crecido en Malta.
Me acerqué a ella, éramos jóvenes, yo era un poco mayor pero ella también se enamoró... Todo marchó bien y salí con ella esa noche, charla, tragos y de más...
Debíamos regresar, pero no... Yo no quería, así que pedí la baja del escuadrón, puesto que no podemos tener familia ni hijos estando en servicio, somos del escuadrón y nada más y si llegamos a tener hijos, no pueden llevar nuestro apellido, en lugar de eso tendrán su país de origen como apellido.
- Eso lo sé.- Agrego Jake, sin embargo, Metheos poca atención le prestó.

Virus V. Sanando El Pasado. *Primera Parte Ya Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora