Gallia Cel Rau: Antes de la luna negra

Ayuda

                                                                               Capítulo 5: Ayuda

Disclaimer: Los personajes pertenecen a J.K. Rowling y solo son "utilizados" con fines de entretener y sin fines de lucro

Los niños son las personas más sabias del mudo, sólo que sin malicia, un niño es el tesoro más grande, por eso hay que cuídalos con el ejemplo para que sean hombres y mujeres de bien.

Nota: Como son elfos los niños pequeños aprender a hablar a temprana edad.

Llevaban minutos, horas o incluso días caminando por lo alto de la montaña, el cielo estaba poblado de miles de estrellas y el astro lunar se mostraba despampanante en lo alto.

Banemark ya había perdido la noción del tiempo, en lo único que pensaba era en poder salir — Fue mi culpa— Se lamentaba — Debí…tenía que haber corrido más rápido —

Sentía frio, mucho frio. No podía ni imaginar lo que sentían los niños, solo verlos tiritar le decía todo. El viento golpeaba la sima de la montaña y les aporreaba el rostro, el sonido de las pisadas eran casi inaudible por la corriente.

— Señor… Banemark— Dijo uno de los niños somnolientos, mientras se sentaba en una roca y pasaba su pequeña mano por su rostro. — ¿A dónde vamos? ¿Dónde están mamá y papá? — Después de esas simples preguntas el último del consejo fue llenado de preguntas, las cuales no podía responder tan fríamente, tan solo imaginarse a sí mismo diciendo — sus padres están muertos, ahora sigan caminando— lo llenaba de terror y a la vez tristeza.

— Solo sigan caminando niños, luego les contare — respondió sin poder mirar sus infantiles ojos, no podía quitarles su infancia con una noticia de gran magnitud. Solo esperaba que cuando llegara el momento de decirles, tuvieran la madurez y fuerza suficiente para poder seguir viviendo.

— He… niños, ¿dónde está Gallia? — Pregunto preocupado, no la había visto desde… bueno nunca la había visto, pero estaba seguro que alguien la tenía, o eso quería pensar.

— ¡Yo, aquí atrás! — Grito una voz proveniente del fondo de la fila, Valandil, un niño de 5 años de edad, quizás menos. De cabello castaño oscuro casi negro, con su rostro pálido, grandes ojos negros y sus puntiagudas orejas escondidas por su cabello.

— Gracias a Asuryan — susurro

A los pocos minutos lograron ver una cueva, no muy lejos de donde se encontraban, Banemark supuso que se tuvo que haber formado por la erosión de la nieve, ya que donde se encontraban estaba poblada de esta. O tal vez una cueva primaria, aunque esa opción era poco probable ya que se formaban durante las erupciones volcánicas.

La cueva era además de espaciosa, mohosa por la humedad y por lo tanto no muy acogedora, pero serviría para pasar la noche. Al llegar él elfo dejo a los niños no muy cerca de la entrada ni muy lejos, eran niños, como consecuencia muy escurridizos y curiosos, cuando logro que el grupo de infantes de 36 niños en total, de 5 a 17 años, se dirigió a escribir la carta para su viejo y muy buen amigo Daikini, Albus Dumbledore.

En una de las cede de Lord Voldemort, un grupo selecto de personas conformadas por mortifagos y elfos se encontraban en un salón oscuro, iluminado por una chimenea de mármol blanco que engalanaba la sala y candelabros de bronce estilo romano que eran soportados por figuras de serpientes.; con sus paredes adornadas del color verde y figuras de plata, en el centro ya estaba su Lord, sentado en un gran sillón negro con sus brazos apoyados en el apoyador de este, mientras sus largos dedos se hacían sonar el, con sus ojos rojos, con pupilas verticales, y su piel blanquecina casi gris.