WinterIron. Drabbles/One-Shots.

16/12/1991

Los recuerdos lo atormentan, esta fecha lo envuelve en una espiral de odio y repugnancia.

Le arrebató todo, le rompió el corazón. Lo destruyó cuando apenas tenía 21 años...

Escondido entre las sombras y la oscuridad, vela por él. Lo protege de toda amenaza. Necesita redimir su error, necesita lograr su perdón.

Howard y él habían sido amigos. Maria le había recibido muchas veces en casa. Le tenían afecto... Y él los mató.

Visita cada año aquella bóveda en donde los cuerpos de Howard y Maria descansan. Sosteniendo entre sus manos un par de rosas blancas camina con la mirada gacha y el arrepentimiento apretándole la garganta.

Jadea con sorpresa. Él está sobre las tumbas llorando con lastimeros sollozos. No esperaba encontrarlo allí, sabe que generalmente él los visita por la noche pero nunca por la mañana.

Sus ojos color caramelo le observan hinchados y llenos de tristeza cuando es consciente de su presencia. Ladea el rostro y suaviza el gesto.

—¿Los conocías? —Le pregunta con la voz cortada— No recuerdo haberte visto antes.
—Sólo a Howard —Miente—. Soy un viejo amigo.

Sabe que él duda, sus ojos son demasiado expresivos. Siempre ha podido leerlo.

—Así que eres tú quien les deja las rosas —Hay una breve pausa en dónde ninguno habla y se sobresalta cuando le oye reír—. Veo que este año son blancas, ¿por qué?
—Paz... Perdón...

Se acerca a él y se agacha sobre la tumba de Howard, acaricia la lápida y cierra los ojos con fuerza. Le ruega de nuevo que lo perdone, le promete de nuevo que seguirá cuidando de Tony. Deja la rosa y el recuerdo de la cara de Howard marcada por la sorpresa le ataca de nuevo. Abre los ojos de golpe y prefiere terminar de una vez, se dirige a Maria y no puede evitar decirle aquello.

—Maria... gracias... —Le agradece por haber traído al mundo a alguien como Tony. Le pide perdón por lo que le hizo, le pide perdón por traicionar su confianza y también le promete cuidar de Tony con su vida.

Se pone de pie, hace un gesto con la cabeza y sale. Debe continuar con su misión desde la lejanía.

Debe continuar cuidando al hombre que dejó huérfano y de quien se enamoró.