WinterIron. Drabbles/One-Shots.

No

A Tony la sangre se le fue a los pies, el hombre que amaba era el asesino de su amada madre, de Howard, el hombre que amaba había hecho añicos su joven corazón hacía años, el hombre que amaba le observaba ahora con lágrimas agolpadas en aquellos ojos azules llenos del mismo dolor...

No, no, no, ¡NO! Maldito fuera Steve, no tenía ningún derecho de decirle eso a Tony, a su Antoshka... El rostro descompuesto y lloroso de Tony le partió el alma, le partió el corazón.

Maldición, ¡él era quien iba a decirle todo a Tony! ¡Él debía arreglar todo!

Vio a Steve, la comisura de sus labios en una leve e imperceptible sonrisa. Hijo de puta.

—Tony...
—¿Por qué James? —La voz de Tony estaba rota, la sorpresa y la decepción impregnadas en ella— ¿Por qué nunca lo dijiste?
—Antoshka —Hizo el amago de acercarse pero Steve jaló a Tony—, muñeca déjame hablar contigo.
—No pienso dejarte solo con él —La voz de Steve comenzaba a ser insoportable.
—No es tu problema Steve —Tony se soltó del agarre que Steve tenía sobre él y se alejó, de ambos—, ¿lo supiste siempre?

La pregunta tomó por sorpresa a Steve y James avanzó un par de pasos. Necesitaba arreglarlo.

—Respóndeme Rogers —La voz de Tony resonaba por el lugar—, ¿lo sabías?

Steve desvío la mirada hacia Bucky y asintió. Tony se quebró, cayó de rodillas al frío suelo. James se acercó y lo tomó de los hombros. Lo abrazó. Steve observaba con la ira corriendo por sus venas, quería a Tony para él. Necesitaba eliminar a Bucky de la ecuación.

—Iba a decírtelo —Tony alzó la vista, negando—, iba a decírtelo Antoshka. Necesitaba que todo entre nosotros estuviera bien.
—¡Debiste decirlo desde que nos conocimos!
—Perdóname, perdóname...
—James —Sollozó al escuchar su nombre, amaba como se escuchaba su nombre en la voz de Tony—, necesito estar solo.

Bucky le abrazó con más fuerza, aspirando su aroma a jengibre. No quería alejarse de él, no podría. Le necesitaba, se necesitaban. Uno era la cura y el veneno del otro.

—Ya suéltalo Bucky —Steve lanzó a Bucky a un costado y levantó a Tony—, déjalo en paz.
—No me toques —Escupió con tristeza Tony—, no cuando eres un maldito traicionero.

James sabía que Tony necesitaba tiempo, tiempo para asimilar todo.

Para asimilar que su pareja había asesinado a sus padres. James no pudo evitar sollozar como un niño pequeño. Su felicidad se esfumaba por un maldito error, por querer disfrutar sus días a lado de aquel hombre. Por tener miedo a perder lo único que había logrado sacarlo de aquel abismo de culpa, de dolor, de odio hacia sí mismo...

Steve cerró las manos en puños, sus dientes rechinando de molestia, ¡era Bucky quien había matado a Howard y a María, no él! ¿Por qué Tony le trataba de traicionero? ¡El único culpable de todo era Bucky!

—No quiero verlos —Fueron las últimas palabras de Tony—, no puedo ni siquiera mirarlos. No cuando me ocultaron esto... ¡Eran mis padres! ¡Era mi madre, carajo!
—No me rendiré hasta conseguir tu perdón —James hablaba entre lágrimas—, Antoshka te amo.

Tony cerró los ojos y soltó un sollozo tan lastimero que su garganta dolió. La cabeza le punzaba. Amaba al asesino de sus padres, lo amaba más que a su vida. Sus pasos tan pesados como el dolor que lo invadía lo llevaron a la salida de aquel lugar. Sabía que James no le seguiría, sabía que le daría el tiempo necesario y le agradecía por ello. Se fue completamente destrozado y dejando su corazón en aquella fría y solitaria base.

Steve por su parte desenfundó un arma y apuntó a James. Si Tony no era suyo, no sería de nadie.

—¿Me matarás ahora? —Una risa oscura retumbando en el pecho de Bucky— ¿Crees que matándome lograrás que te ame?
—¡Cállate! —Steve no dudo en accionar el arma, un grito salió de James— ¡Cállate!