Ángel caído en la oscuridad.

Nuestra Navidad.

*Flashback desde el punto de vista de Tohka*.
Todo pasó, tan rápido. Yo era tan pequeña, tan frágil; Galliard es mayor que yo sólo por año y medio, pero él siempre fue quien me animó a todo.
Ese día, lo vi, lo recuerdo todo perfectamente.
Caí con mi imprudencia, sólo quería jugar como niña que era. Aunque nunca quise que Galliard sufriera por lo que hiciese, pero pasó.
Íbamos corriendo, los dos, imaginamos que perseguiamos un ángel y que nos cargaria para mostrarnos las nubes. Hasta que, resbalé, y lo vi a él, abrazandome, protegiendome para que no me pasara nada. Vi sangre por todas partes, grité como nunca en mi vida.
Días después fuimos a visitar a Galliard, al parecer no nos reconocía, no podía decir mi nombre, hasta que inventé uno nuevo, y así el comenzó a verme como una nueva hermana, además, no podría estar tranquila si me dijese "Tohka, ayudame" y sólo recordar todo lo que pasó, todo lo que provoqué.
*Fin del flashback*.
Navidad se acerca, asi que quisimos organizar algo grande, que sea inolvidable, y que mejor que con la familia de Tabata, con quien pasamos las vacaciones.
Días antes nos repartimos las tareas.
Tohka, Honoka y yo haríamos el postre.
Yamy y mi padre harían una ensalada.
Y Tabata y su madre harían los guisados.
Cada uno fue a comprar cosas diferentes, comida de todo tipo para todos nuestros gustos.
Hasta que llegó el día de preparar todo, Preparamos flan Napolitano, pastel de chocolate y galletas.
Mi padre y Yamy prepararon una ensalada César.
Y Tabata y su madre hicieron curry, hamburguesas al estilo japonés, ramen y arroz.
Era la cena perfecta, en la noche perfecta.
Bailamos, cantamos, comimos, hicimos de todo. Hasta que se me ocurrió una idea romántica.
Tabata y yo salimos al patio con el pretexto de tomar un poco de aire, aunque yo lo que quería era estar un tiempo a solas con ella.
-¿Ya viste el cielo?- dije.
-Nope,¿Qué tiene?- respondió.
-Es...  hermoso...- respondí.
-Las estrellas-
-Es como si todas las estrellas aparecieran para hacer de este día algo hermoso-.
-Exacto- dijo.
Tomé su mano mientras mirábamos hacia el cielo y le dije con el corazón en las manos:
- No importa lo que hagas, o con quien estés, te daré toda mi vida-.
-¿Toda tu vida?-respondió.
-Toda mi vida,¿Lo entiendes?-dije.
-Si, lo entiendo- respondió.
Mientras nos mirábamos el uno al otro llegaron los demás, para hacer de aquella noche, algo que nunca olvidariamos.
No debe avergonzarte que alguien te guste, a nadie, por qué el amor no puede ocultarse.