Cosas de familia.

4 0 0
                                    

Me desperté y me sentí como si hubiese tenido un sueño muy pesado.
-Parece que volví a tener ese sueño, donde Tabata estaba viva- dije en voz baja.
Me arreglé y fui a despertar a Kobeni, parecía que ayer si festejamos el cumpleaños de Honoka, pero sigo creyendo que todo fue un sueño después de la fiesta, tal vez mi corazón anhelaba que algo así fuese posible.
Einy Rem habían preparado el desayuno, no parecían tan cansadas.
Nos sentamos a comer y entonces Kobeni hizo una pregunta.
-¿Creen que tía Honoka se haya divertido ayer?-.
-Si, parecía muy feliz, así que no te preocupes por eso Kobeni- dijo Ein.
Bebo de mi café.
-Papá,¿Puedo ir a ver a mamá y a la tía Honoka?- dijo Kobeni.
La impresión me hizo quemarme la boca con el café.
¿No había sido un sueño?.
-Eh, si hija,¿Qué te parece si vamos todos?- estaba confundido.
Terminamos de desayunar y ordenamos toda la casa para dejarla impecable antes de irnos.
Fui a sacar un coche del garage para tenerlo listo, en cuanto iba a abrir la puerta del garage Rem llamómi nombre.
-¿Puedo ayudarte?-dijo.
-¿Ayudarme a qué?- respondí aún confundido.
-A mover el auto, creo que ya puedo manejar- respondió.
-¿Segura que puedes?- le dije en tono burlón.
-¡Claro que puedo!, no es tan difícil- dijo apenada.
-Esta bien- le di las llaves del único coche automático que tengo para que no le fuese difícil.
Abrimos y ella entró al auto. Yo le ayudaba desde fuera a indicarle que tanto podía ir en reversa para que no le pegase a mi auto.
Le fue muy fácil salir y después estacionarlo fuera de la casa. Se bajó del auto y me hizo una mueca.
-¿Ves?, si pude- dijo burlándose de mi.
-Si si, ya vi, puedes tomar este coche si quieres a partir de hoy, ninguno otro, sólo ten cuidado- le dije como si la estuviese regañando.
Un rato más tarde salieron Ein y Kobeni.
-Hoy no manejaré yo, manejará Rem- les dije.
-¡¡¿Qué?!!- dijeron ambas sorprendidas.
-Así es, ya sabe manejar así que ella nos llevará hoy-.
Rem se sonrojó y asintió. Nos subimos y nos fuimos camino al departamento de Honoka.
¿Es esto aún un sueño?.
¿De verdad Tabata está viva?.
¿Lo que dijo es real?, digo, olvido el hecho de que ella me mostró una vez sus alas, intentó asesinarme diciendo que yo soy un demonio, pero,¿Qué de real tiene eso?.
Una vez llegamos al departamento de Honoka, Tabata nos saludó muy emocionada.
Me abrazó y me dió un beso en mi mejilla, me sonrojó momentáneamente, sacudí mi cabeza para borrar ese pensamiento de mi mente.
Cuando retomé consciencia, me di cuenta de que todos estaban ahí, mi padre, Tohka y la familia de Tabata.
El ambiente estaba extraño, sentía como si todos me mirasen sólo a mi.
¿Hice algo?.
-Tabata necesito hablar contigo, a solas-dije seriamente.
-Eh, si- respondió asustada.
Salimos y nos acercamos a mi coche, en el cual me recargué.
-¿Sigues siendo un ángel?-dije con un yo no de seriedad que nunca en mi vida había tenido.
-Si- respondió.
-¿Y lo que dijiste es verdad?-.
-No, eres el único que conoce ese secreto,¿Creiste que les diría?-.
-¿Entonces que pasó?-.
-Es más sencillo que la historia que me inventé: Si, morí, pero por un tiempo viví como un fantasma, hasta que conseguí volver a tener un cuerpo físico y poder seguir viviendo a tu lado- respondió.
-¿Y aún tienes tus alas?- le dije.
-No por mucho tiempo, en unos años posiblemente Kobeni herede nuestras alas-respondió Tabata sonriendo pero con una lágrima en sus ojos.
-¿Nuestras?- dije.
-Si, ambos, tú, siendo el único demonio que puede amar y yo el ángel que se enamoró de un demonio, tenemos alas para volar a donde querramos, pero ahora serán de nuestra hija, la hija de un ángel y un demonio-.

Ángel caído en la oscuridad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora