Y ahí estaba yo, ante la promesa de un beso, ante lo que había soñado, y juro que la frase "Tan cerca, pero tan lejos" nunca había tenido tanto sentido en mi vida.
—No— me alejé de él.
—¿Por qué? —en sus ojos podía ver tristeza y decepción.
—Mario, tu no entiendes —me voltee hacia la ventana dándole la espalda.
—Entonces ayúdame a hacerlo— tocó mi hombro hablando fuerte y claro —Se que sientes lo mismo por mí ¿Por qué no solo me dejas entrar?
—Adiós —dolía pronunciar la palabra, pero era lo necesario
Unos segundos pasaron hasta que escuché la puerta cerrarse a mi espalda, solo entonces me voltee, por un segundo olí el perfume que había dejado en el aire, entonces cerré mis ojos, y aunque sin él presente, lo bese.
Escuché la puerta principal cerrarse, decidí salir me recoste en el pequeño sofá y llevé mis manos a mi rostro.
Aún podía sentir su respiración cerca, estaba volviendo a tener ese sentimiento que hace tanto no sentía y que me hirió tanto, que me destruyó tanto y por tanto tiempo, que no solo aún quedan secuelas, ahora sentía que a pesar de mis ganas de decir la verdad todo saldría igual o peor que la última vez. Aunque me doliera, prefería aceptar a Mario como un amigo con tal de no perderlo por descubrir mi secreto.
Necesitaba dejar de pensar un poco, tomé mis libros y comencé a estudiar sin éxito, a cada segundo me detenia para recordar lo que había sucedido, de todas formas no podía dejar que pasara, mis labios aún tenían heridas que hubieran ocasionado transmitir el VIH a Mario.
Había sido la única persona, quizás en toda mi vida, que se comportó amable, el único que se ha quedado, no perdería todo eso, no ahora.
Una llamada Interrumpió mis pensamientos, tomé el teléfono y vi el nombre de Luis en la pantalla.
—Hola
—Amira ¿Cómo estás? —sonaba preocupado.
—Mejor, gracias —respondí algo desanimada.
—Siento mucho lo que sucedió, tal vez si yo me hubiera qued...
—No —lo interrumpí —no te castigues de esa manera, no fue tu culpa.
—¿Necesitas compañía? —sonaba sincero.
—No, no te preocupes ya estoy bien.
—¿Podemos hablar mañana de esto?
—Yo preferiría olvidarlo.
—Te veo mañana Amira.
—Adiós.
Unos minutos después de hablar con Luis, otro mensaje llegó a mi teléfono.
"Ya casi" era lo que decía el número proveniente de un desconocido.
Mi cuerpo se congeló por completo, y sentí el pulso en mis oídos ¿Quién era responsable de esto? quería ignorar la posibilidad de que fuera "papá" pero no podía hacerlo, ¿Qué pasaría si tuviera que mudarme de nuevo? no quería alejarme de todo lo que había logrado tener aquí, jamás tuve una vida tan estable, pero si él intentaba volver, debería irme.
Me dirigí a mi habitación e intenté dormir, pero no lo lograba, fui a la cocina y preparé sopa "Siempre lo mejoran todo" decía mi madre, escuchaba a todos quejarse por la sopa cuando para mi era una maravilla, después de todo era lo único que teníamos cuando los tiempos de escasez llegaban.
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VIH positivo (Solo es sangre)
Romance«Las personas dicen que debes ser fuerte y cuando no lo eres te tachan de"exagerada" pero hasta la piedra más dura se quiebra un día, y mi día era este » Amira reyes tiene solo 19 años estudia y estudia literatura, quien no la conoce diría que es un...