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No sé muy bien lo que sentí.

Un vacío en el estómago, en el cerebro, en el corazón.

Jordi Sierra I Fabra Las Chicas de Alambre.


Desperté sola en una esquina de una habitación oscura.

En unas de las habitaciones que Will las había trasformado en sus celdas. Y lo comprendí todo. Yo, quizás una de esas criaturas, había confiado mi vida a un cazador por amor.

Y Noah, con su frasecita esa "Tú no conoces lo que puedo llegar a hacer", me entregó, me entregó después de todo lo que dijo, todo lo que prometió. Después de todo lo nuestro.

Y en esos momentos, sin saber si estaba sola, con mucho miedo entre la oscuridad, lo odie. Ya había conocido lo que podía llegar a hacer, y lo odiaba por eso.

Suspiré.

Estaba tan confusa. Dirigí mi diestra hacia mi cuello, donde recibí el pinchazo de la jeringa, y me sobe. Algo no encuadraba. Noah había prometido amarme, estar siempre conmigo. El odio empezó a pasar a dolor, un dolor que surgía n mi corazón y se expandía por todo mi pecho.

Me acurruqué más en la pared, y escondí mi cara en mis manos, mientras unas lágrimas de dolor, odio, inseguridad y miedo resbalaban por mis ojos.

Solloce fuertemente y me paré. Quería salir de ahí, nunca haberme enamorado, no quería más comportarme como una boba, ya había abierto los ojos a la verdad. Tenía que liberar todo el maldito dolor para poder pensar con claridad.

Me lleve las manos a mi cara y me sequé las lágrimas de mala gana. Me volví a la pared de cemento que estaba atrás mío. Grite y puse mi mano contra la pared de un golpe. Lo único que quería era sacar todo mi odio, en ese momento no pensaba. Solo quería que Noah se jodiera igual que Will, y esas malditas criaturas no humanos que por mi culpa estaban ahí. "Que bien.-Pensé.-Caí en mi misma trampa, es el karma." Pero la verdad es que había caído en una trampa de alguien que jamás pensé.

Mi vista se acostumbró a la poca luz que había y me di cuenta que no estaba sola.

Divise una silueta. Sentí como todo el odio desaparecía y me invadía el miedo y la vergüenza. Había un chico parado al otro extremo del lugar, apoyado en la pared, y con los brazos cruzados. La tenue luz de una ventanilla al pasillo le iluminaba la cara.

Al ver su expresión, me relaje. Por lo menos no tenía su vista hacia mí, miraba la pared de un lado, con una mirada perdida, mirando al vacío. Me dio la impresión de que no estaba en ese lugar en ese momento. Parecía no pestañear. ¿Estaría bien? Me mordí el labio inferior nerviosa, pero cuando mis dientes rozaron la herida que me causo Noah no pude contener un chillido. Me seguía doliendo. Me lleve la mano derecha hacia la boca, apretando mi dedos contra la herida, no quería que sangrara de nuevo.

Suspiré, y cuando sentí que el dolor se disolvía, me quede mirando al extraño. Tenía un poleron azul, me dio la impresión que era de una talla más grande que la suya, ya que le quedaba gigante. Llevaba el gorro del poleron puesto, tapando casi todo su cabello. ¿Café? Unos mechones se veían, pero, con esa luz...No estaba nada segura.

-"¿Estas bien?"-Una voz hablo dentro de mi cabeza. Bien, ahora me estaba volviendo demente. No podía esperar más de mí.-"¿Demente tú? Si, desde hace mucho tiempo, ero mi voz no tiene nada que ver."-¿Qué? Eso era raro... Quise preguntarle a la "voz" quien era, pero eso me sonaba estúpido. Recordé a Sam de un libro que leí. Recordé a ese vampiro que siempre odie. Recordé la princesa prometida... Nadie se podía meter a mi cabeza, ¿No? Escuche una risita.-"Tu pregunta no suena estúpida. Ahora, primero contestare tu segunda duda. Si, de hecho, ahora mismo estoy metiéndome en tu cabeza. Directo a tus pensamientos. Y ahora, sobre tu primera duda...Me llamo, Edd Tyler. Will me tiene encerrado si saber realmente lo que soy, y lo más importante...Creo que ahora somos compañeros de habitación.

Mire detenidamente al chico que estaba a otro extremo de la sala, él ahora tenía su vista en mí y me miraba de un modo extraño, pensativo, casi alerta.

-¿Quién eres tú?-Pregunto en forma más dura que cuando hablo en mi cabeza.

Tardes De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora