07

38 7 0
                                    




Los días pasaron volando.

Termine encariñándome con la casa, el lugar era hermoso...No podía creer que mi primer pensamiento había sido querer irme.

Los momentos, las tardes que pasaba con Noah, cuando prendíamos las fogatas y nos acurrucábamos horas junto al tronco caído. Cabalgatas con mis amigos, risas en las noches.

-Recuerda.-Me dijo Noah en unos últimos días que nos quedaba de vacaciones. Estábamos en el Living, solos, mientras que los chicos habían ido a comprar pan al pueblo.-Si algún día nos separamos por un largo tiempo, recuerda lo de anoche. Recuerda todo esto.

Tenía una expresión rara en el rostro. Estaba apagado, latente.

-Lo dices como....Si de verdad fueras a irte por un largo tiempo.-Noah frunció el ceño, y cerró los ojos negando con la cabeza.

-No.-Dijo.-Bueno...Necesito viajar, necesito...-Suspiro.-Mi vida no será fácil. Tengo un trabajo, un trabajo que va a necesitar muchos viajes, y digamos que yo no debería volver...

-¿Qué?

-Bueno...-Dijo mirando la entrada temiendo que alguien entrara.-Bueno...La noche en que nos conocimos...Acepté el trabajo que me daba Will. Y desde ese entonces no hecho nada.

-Noah. Tú no eres capaz de eso.-Le dije.-Tú no eres así.-El frunció el ceño.-No eres como Will.

-Tú no conoces lo que puedo llegar a hacer.-Dijo seco.-Y no te incumbe.-Desvió la mirada de mí.-Tus amigos te dijeron la verdad, quieras creerlo o no. Y yo no vine aquí solamente a pasar los días contigo...

-Estás loco.

-No lo estoy. Creo que después de lo que Safia te mostró, no te quedaba más que aceptar que es cierto.

No hablé. Increíblemente Noah haba estado espiándome. E increíblemente no me importaba.

-Se las llevaré a Will, Ele.-Dijo.-Son monstruos. Pero son tus amigos. Así que te voy a dejar elegir a ti. Te estoy pidiendo permiso.

No...No, no. No iba a dejar que esto pasara. ¿Engañar a las únicas personas que me habían hecho sentir feliz aparte de Noah?

Pero...

¿Y hacerlo y poder vivir después tranquilamente con Noah?

-Nuestra última vez acá.-Dijo entre un suspiro.

Yo solo lo mire en silencio, no quería abandonar el lugar.

Ojala poder detener el tiempo y quedarme ahí para siempre. Poder estar aquí, con Noah, para toda la eternidad.

-¿No vas a decir nada?-Noah se acercó a mí y rodeo mis hombros con sus brazos.

-Yo... Yo prenderé el fuego.-Murmuré, separándome de él.

-Extrañaré esto.-Pensó de nuevo en voz alta.

Yo suspire y me hinque junto a las ramas.

Su cabello se movía gracias al viento, su sonrisa, sus ojos...Eso me encantaba. Sus ojos despegaban destellos de luz muy mágicos. Parecían sonreír, pero lo más hermoso de todo eso, es que podía verme adentro de ellos.

-¿Qué quieres hacer?-Pregunté sin sacar mi vista de sus ojos. Noah se acercó más a mí. Teníamos las narices a tan poca distancia que pensé que con un leve movimiento podríamos rozarlas.

-¿Qué hacemos la última noche aquí? ¿Antes de...?

Le levanté una ceja. Él sonrió.

-Háblame sobre tu playera de Deadpool.-Le contesté. El abrió la boca confundido.

Tardes De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora