On Your Side [ Sanvers-COMPLETA ]

Capítulo X: Malas en el amor

Portland se caracteriza por su ambiente agradable, pacífico y sobre todo muy lluvioso, puedes observar desde los edificios como el río divide la ciudad en partes iguales haciendo una vista digna de observar, me encuentro sentada en la misma cafetería que visité la tarde que escapé de la universidad junto con Maggie, las cosas han marchado misteriosamente bien de hecho con ella pero algo que cambia en este mes es que por alguna extraña razón el cansancio se ha apoderado de mi seguramente es por las clases pero para mí era extraño todo esto.

—Hey Danvers —Interrumpió mis pensamientos la única e inigualable Maggie Sawyer.

—Hey Sawyer —Contesté — ¿Cómo vas?

—Lo importante es que tengamos salud ¿No crees? — Me reí por su comentario—Sam me ha llevado de un lado a otro porque están en exhibición unas obras de arte de no sé qué persona del extranjero y créeme que es una tortura. La relación con Maggie conmigo ha mejorado notablemente de hecho empezamos a salir más quizás como citas que ninguna estaba dispuesta a admitir algunas nocturnas y otras simplemente se basaban en tomar café en este lugar, pero nada más que eso.

—Eso te pasa por ser la hermana mayor—Le recordé.

—Si bueno, es un fastidio a veces. —Contestó — ¿Te gustaría salir esta noche a ver la lluvia de estrellas fugaces? —Preguntó mientras desviaba su mirada hacia la ventana.

— ¿Es una cita? —Pregunté, aunque sabía que Maggie era reservada con eso.

—Claro —Y escuchar esa simple palabra hizo de mi estómago un zoológico completo por los nervios y emoción.

—Una cita será —Afirme tratando de sonar lo más segura posible.

Maggie asintió antes de marcharse a su práctica de porrista dejándome sola nuevamente en el lugar escribiendo mi ensayo para la clase de literatura sin embargo de un momento a otro mi soledad fue interrumpida por la presencia un poco ruidosa de una persona peculiar, Halsey; asi es la misma chica de los sueños de Samantha se sentó sin preguntar en donde hace una hora había estado su no cuñada.

—No entiendo como las personas piensan que soy perra, o sea, no es que no lo sea pero porque tienen que recordármelo siempre—Dijo de la nada haciéndome sentir incómoda por su comentario y cuando estaba a punto de contestar ella prosiguió con su dilema—Tu eres amiga de Sam y aun así sé que ella jamás andaría contigo porque eres una aburrida, se te nota a lo lejos lo rígida que eres—Ok, eso me ha ofendido—Pero no sé qué más desea de mi si soy todo lo que ella desea , ¿Te puedo contar una historia?—Estaba a punto de responder cuando ella prosiguió— Cuando tenía seis años conocí a una niña en el orfanato de la ciudad, ambas teníamos la mismas cicatrices y recuerdos, no podía pensar en un momento de mi vida sin ella, por un tiempo nos habíamos distanciado, a ella la habían adoptado meses antes que a mí, sin embargo, nos reencontramos con el paso de los años y seguía enamorada de ella, pero como siempre terminé arruinando todo y ahora ella ni me voltea a ver —Suspira y yo dejo de escribir para escuchar su historia —Pasé años sin verla, después de la adopción hice de mi vida una idiotez, o sea conocía a una chica de california que jamás pude hacer mía porque tenía un severo problema con las anfetaminas, luego estaba esta chica británica, éramos muy adorables juntas, pero la deje porque conocí a mi novio Christopher, que para mí no era nada más que alguien con quien jugar ¿Ya sabes?—Asentí para que siguiera con su historia—Luego volví a reencontrarme con Sam por alguna casualidad del destino y realmente fue como PUM, me hizo recordar el porque me gustan las chicas, porque fue ella la primera persona a la cual le di mi corazón, pero luego esta mi gran cabezota que no conecta mi cerebro con mis acciones y termino arruinándolo todo, porque prácticamente haga lo que haga soy mala en el amor y es difícil porque me sé que la chica que amo sufre por mi culpa—Terminó de decir mientras cogía mi café para beber de él , no me opuse ya que ella podría matarme con solo mover un dedo, así que solo escuché su historia de principio a fin y no entendí porque ella me contaba todo eso, pero de repente me di cuenta que todos necesitamos desahogarnos y que mejor manera que desahogarte con un desconocido, que sabes que lo peor que puede hacer es marcharse.