Destino: Juntos o no

El sirviente eliminado

Después de la llamada de Kagura, Iori tomo una ducha, se vistió y le dejo una nota a Kyo en la cama. Más tarde, Kyo se despertó y con su mano trato de hallar el cuerpo del pelirrojo; al sentir solamente el frio de la cama Kyo tomo asiento y tomo la nota que estaba a su lado.

—Maldición! —Kyo se levantó de la cama rápidamente y cuando llego al baño su cuerpo comenzó a sentirse débil y en cada segundo que pasaba un dolor fue creciendo rápidamente. —Pero que..!? No tengo tiempo para esto!

Kyo condujo rápidamente hasta la casa de Kagura. El muchacho dejo la moto cerca de la entrada y unos hombres lo escoltaron hasta el jardín. Kagura llevaba puesto un atuendo de color blanco muy elegante, el castaño se acercó a ella.

—Vine lo más rápido que pude...

—Gracias Kyo...

—Estas herida?

—No y por suerte nadie salió herido tampoco.

—Qué hay del sello?

—Dos personas trataron de destruirlo, por suerte me di cuenta a tiempo pero... ambos llevaban sus rostros tapados. Uno de ellos sin duda tiene poder de Orochi pero el otro debe tener otra clase de habilidades, es fuerte pero es extraño que no sea un Hakkesshu.

Kyo se quedo pensando. —Aun no llega Yagami?

—No, aunque no creo que tarde.

—Claro...—Kyo giro su vista hacia unas flores—El siempre procura que Mika este a salvo.

(Casa de Kenji)

En el patio trasero se encontraban Mika y Yagami. Ambos caminaban por el gran jardín mientras Kenji y los demás conversaban con un hombre y mujer que vestían ropas muy formales; a pesar de esto, los muchachos no dejaban de ser ellos mismos.

—Es muy malo? —Dijo Mika preocupada.

—No, solo obedece.

—Está bien, pero ten cuidado. Aun estas mejorando y hay muchas cosas por hacer.

—Porque siempre exageras? —Dijo el pelirrojo mientras se frotaba el rostro.

—Hey! Yagami, Mika! Vengan. —Dijo Nao mientras les hacia una seña de que se acercaran.

Ambos muchachos se acercaron y se unieron a la conversación. Aquellas personas que vestían ropas muy formales hablaron sobre una oferta nada fácil de ignorar, todos estaban emocionados.

Más tarde, Yagami volvió a casa de Kagura. El muchacho también fue escoltado y llevado hasta el jardín, ya en este, Iori noto que Kyo se encontraba cerca de un árbol meditando mientras Kagura miraba al castaño desde un pequeño puente de madera.

—Veo que lo pusiste a trabajar. —Dijo Iori mientras se acercaba a Kagura.

—Necesitaba su ayuda mientras me aseguraba que llegaras a salvo.

—Se protegerme. —Contesto precipitadamente el muchacho con enojo.

—No me refería a eso, quise decir que no tuvieras algún inconveniente en tu camino.

—Me sorprende lo hábil que puedes ser con tu espejo...ya encontró algo?

—No lo creo, su presencia es muy difícil de hallar. Es muy...

—Repentina.

—Si. Ya hablaste de todo con Mika?

—Sí, ya sabe qué hacer. No hay problema.