Destino: Juntos o no

¿Ahora que haremos?

Londres, con un cielo completamente nublado. Las personas caminaban por las calles, continuando con su rutina diaria. La banda había llegado con dos días de anticipación para el concierto, los cuales el primer día se utilizo como descanso, el segundo, se utilizó para las entrevistas que casi de último momento fueron solicitadas gracias al buen éxito que llevaba la gira.

En la mañana del día del concierto, el joven pelirrojo caminaba por las calles que mas recordaba el de su infancia. Iori había pasado una pequeña temporada en Londres cuando su padre murió, unos de los familiares más lejanos del clan habían acogido al muchacho para que adoptara una nueva vida y tratar de alejarlo de las "malas" ideas con las que la mayoría del clan crecían. El chico nunca cambio su forma de ser, siempre fue muy reservado las únicas palabras que salían de su boca eran "Gracias" "si" y "No", la mayoría de su tiempo se lo dedicaba al estudio y a su entrenamiento.

Iori tomaba clases particulares para su música y escolares, ahí conoció a André. Cuando André logro que Iori se acostumbrara a su presencia, el pelirrojo estaba a semanas de su regreso a Japón, a pesar de todas las comodidades y la oportunidad que le habían dado para dejar su pasado atrás, el muchacho decidió ir en busca de su destino.

Cuando Iori llego a su destino, el puente de Westminster, un muchacho pecoso y de cabello claro se acercó a él.

—No bastaba con que te teletransportaras en un lugar privado donde yo estuviera? —Pregunto el pelirrojo mientras dudaba de la inteligencia de su acompañante.

—No trato de esconderme y teletransportarme llamara la atención de muchos—Ash miro al pelirrojo quien parecía no entender lo que le decía. —El tesoro Kusanagi, lo necesitamos esta noche.

—No tendrás problema, él debe estar cerca. Puedes sentir su presencia.

—No es un problema. El trato esta a punto de expirar, eso es lo que quiero decir.

—Lo que significa que este será lo ultimo que me vas a pedir.

—Correcto. — Ash le extendió su mano.

Iori miro al muchacho sin expresión alguna, pero muy dentro de él, estaba impresionado por la escena que estaba presenciando.

(Departamento de Benimaru)

El rubio se dejo caer en el sofá mientras que Kyo arrojaba una mochila al suelo.

—No puedo creer que ese tipo nos haya hecho esta jugada.

—Parece que no tuvo problema con encontrar más habilidades del espejo.

—Ilusiones, teletransportación y su voz en nuestras cabezas. Creo que al final de cuentas, el espejo no tiene gran dificultad.

—Lo dudo mucho, Kagura dijo que dejas rastros al utilizarlo, quizá por eso sabe lo que puede hacer.

—Maldición...eh? ¿Ahora tomaras medicamentos?

—A pesar de ser ilusiones, sus ataques hieren.

—Tienes quemaduras, pero no te afectan, entonces porque...

—Solo es un dolor en esta parte, debió ser cuando caí. —Dijo Kyo mientras señalaba su espalda baja y el lado derecho de su cadera.

—Si tomas demasiadas tu podrías...

—LO SE! NO TIENES PORQUE RECORDARMELO. —El castaño tomo dos pastillas y tapo el frasco con fuerza. —Eso nunca volverá a pasar...—Susurro—

—Porque no descansas un poco? Podría despertarte más tarde para que comas algo y vayamos al concierto. ¡ah! Cierto, la información. —Benimaru se levantó y corrió hasta la mesita que había junto la entrada, ahí se encontraban varios sobres. —Veamos... llegaron hace dos días igual que nosotros, entrevistas, sesión de fotos publicitarias, compras, blah blah blah, solo tendrán un concierto aquí y después se irán a América. El concierto es a las 9.