Capítulo 23

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Narrador omnisciente.
Una semana después.
<60 segundos más y listo> pensaba Roxan super cansada, era su primera guardia de 24 horas como estudiante de medicina en el hospital.

Al sonar su alarma, dejo todos sus reportes con Lucía la secretaría, <llegando a casa me quitaré este uniforme clínico y dormiré hasta el día de mañana> miro su reloj eran las 8 am <podría pasar por donas y desayunar eso> pensó saliendo del hospital se encontró con Evan vestido de traje.

-Evan ¿Por qué vienes tan formal? -pregunto mientras lo abrazaba.

-Hola Roxan, pareces un zombi viviente, mira tus ojeras-se rio Evan.

-Gracias Evan-sarcástica Roxan-Cuando estés 24 horas en vela, ya me reiré de ti-Evan le abre la puerta de su coche.

-Bueno ya, sube al auto Roxan, vamos al juicio con los jefes de las manadas-Roxan abrió los ojos como plato < ¿Precisamente hoy?>

- ¿No tengo opción? -preguntó Roxan, Evan negó.

-Me temo que no, ya no podemos aplazar el juicio, sino habrá un ataque contra la manada-Roxan asintió y rápidamente subió al auto de Evan, no quería que le pasará nada a la manda.

-Vamos Evan-lo apresuro, el susodicho asintió.

-Ponte el cinturón-dijo Evan, mientras se ponía sus lentes de sol, Roxan asintió de pronto sintió como el estrés de la guardia no fue nada al estrés que siente ahorita, el sueño se le quito.

El auto de Evan condujo afuera de la ciudad, pero en dirección contraria a donde vivían, un poco más al sur.

Llegaron a un edificio antiguo, era la antigua corte de justicia de la ciudad, en los años 90 crearon una nueva corte en el centro de la ciudad y abandonaron esta.

Ambos bajaron, Evan abrió la puerta del edificio, le indico con un gesto que la siguiera, ella asintió y lo siguió, hasta que llegaron a un salón.

-Respira profundo, tranquila todo saldrá bien hermanita-Roxan asintió con los nervios de punta, mientras Evan abría las puertas Roxan lo siguió atrás.

Había muchas personas que Roxan no conocía, todos vestidos de traje muy formal miro a Andrea, Marlen, Leo y Crystal igualmente formal, Roxan se sentía desalineada.

-Por fin llega el beta de la manada-Era una voz seria, Roxan se miró al frente y observo a 5 personas igualmente en traje, Roxan supuso que eran los líderes de las manadas, observo a Hafner, quien le sonrió al verla, eran como en esas películas donde está el juez en el centro de la habitación y enfrente del juez estaban las dos partes

-Lamentó el retraso, traía a la luna de la manada-Roxan se sonrojo y miro a todos Parkstone tenía una sonrisa de burla.

Andrea y Marlen, le hicieron señas de que se quitará la bata, Roxan lo hizo con mucho cuidado, ya que seguía lastimada del brazo, mostrando el vendaje del brazo derecho y le dio la bata a Leo.

Evan se sentó a lado de Hafner, Roxan se iba a sentar a su lado cuando un jurado le hablo.

-Todavía no se siente, señorita Grant tenemos muchas preguntas-Hafner gruño, el juez miro a Hafner y le sonrío-tranquilo señor Decanini no le pasará nada a su mate...aún-Roxan podría jurar que había visto una sonrisa malvada.

-Claro, las contestaré con gusto-trato de reponer con amabilidad Roxan, mientras le dirigía una rápida mirada tranquilizadora a Hafner.

-Primero que nada ¿cómo se convirtió en hibrida? ¿usted aceptó ser hibrida? -uno de los jueces, con mirada severa.

-Yo no acepte ser híbrida-repuso-me convertí en híbrida en un viaje de intercambio, ya que estaba buscando una cura para mi leucemia terminal, el vampiro que me encontró me había ofrecido un tratamiento y empezó a trasfundir su sangre sin que yo supiera la procedencia de esa sangre y su verdadera naturaleza.

- ¿Por qué acepto ese tratamiento? -más severo el mismo juez.

-Señor juez, me habían dicho que me quedaban 6 meses de vida, estaba desesperada, en ese tiempo hubiera hecho cualquier cosa por vivir un poco mes-sintió un escalofrío, al recordar esos tiempos-además en ese tiempo no sabía de la existencia de hombres lobos y vampiros.

Marlen pudo notar como la sonrisa de Parkstone desaparecía.

-Ahora cuéntenos ¿Cómo es su alimentación? ¿Qué cambios experimento? -le preguntó el otro juez más amable.

-Bien lo primero que note es que ya no tenía necesidad de usar lentes, mi visión mejoro notablemente, lo segundo es que tenía más energía, podía correr de manera muy rápida y cargar cosas super pesadas...mi alimentación es básicamente 85% comida humana y 15% sangre.

- ¿De dónde caza ese 15%? -pregunto el tercer juez acomodándose los lentes.

-Compro la sangre, en el banco de sangre-como si nada, observo como el juez la miraba extrañado-Yo no soy un monstruo señor juez, nunca le quitaría la vida a un animal, además mi necesidad de sangre es mínima a comparación que la de comida humana.

-Estos híbridos pueden pasar como humanos normales-susurró uno de los jueces.

-Siguen siendo extraños a nosotros-le complemento el juez.

- ¿Puedes tener hijos? -pregunto el juez, Roxan se sonrojo, Crystal tomo la mano de Leo.

-Sí, las híbridas tenemos esa capacidad- <Una nueva generación de lobos podría crearse a partir de estas hibridas> pensó uno de los jueces.

En eso llego Richard Decanini, junto con Paty.

-Lamento haber llegado hasta ahora-con sonrisa Richard-pero traigo información importante, pero el Alpha les informará-miro a Hafner <Adelante hijo> mientras le entregaba un folder.

-Una nueva época está sufriendo el mundo, los chupasangre han adoptado una nueva estrategia para hacerse más fuertes, oh bueno algunos-mirando a Leo y Crystal- los vampiros se sienten cada vez más atraídos a la sangre humana, como le paso a Roxan o a Crystal, los vampiros le dan de su sangre para que ellas desarrollen poderes vampiros, tristemente las híbridas tienen un final trágico, ya que los vampiros terminan matando a las híbridas para hacerse más fuertes-se acerca al estrado y les deja un folder-por eso mi manada y yo proponemos un nuevo tratado de paz, donde podemos proteger a los humanos en el anonimato de los vampiros, ayudar a los híbridos y darle indulgencia a los vampiros que están en contra de lo que hacen los demás vampiros.

-Tendremos que analizar esto-dijo el juez central, tomando el folder-Se levanta la sesión.

Mi mate, mi luna. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora