Mi mate, mi luna.

Capítulo 40

Narra Roxan.
-Si Eric, espérame en el claro, no sé que tanta experiencia tiene Roxan en aterrizar pero no quiero morir, bien te dejo, seguimos dando vueltas alrededor de la ciudad, hasta que se nos acabe la gasolina-dijo Marlen colgando su teléfono, mientras Andrea y yo, seguíamos comiendo las hamburguesas que compraron.

30 minutos después y 7 vueltas a la ciudad.

-Bien chicas, el momento importante llego-dije mientras volaba afueras de la ciudad, para llegar al bosque, por donde vivía-La manada ya esta esperando en el claro-le di instrucciones a Quil y Paul, que estuvieran atentos por si tenían que rescatar a Andrea o Marlen.

Baje con nada de sutileza al ver el claro, Marlen y Andrea gritaban como locas, lo cual me desconcentro e hizo que empezará a aterrizar en picada.

-Ahhh-Gruño, mientras con mucha fuerza trato de elevar la avioneta, lo cual hice justo a tiempo, pero la cola de la avioneta choco contra la copa de un árbol, haciendo que impactemos directamente al claro.

Pude ver a Paul convertido en lobo sacar a Andrea del asiento, mientras que Eric hacía lo mismo con Marlen, al ver como mis amigas ya no estaban en la avioneta, salte de ella y caí al piso, la avioneta se incendió de la cola y cayo al piso del claro.

Marlen seguía abrazada a Eric o Charles mejor dicho, mientras trataba de recuperar color.

-Me salvaste Eric, te lo agradezco tanto mi amor-abrazada del cuello de lobo, Marlen decía eso.

- ¡Te voy a matar Roxan! Casi nos matas-decía Andrea acercándose a mí peligrosamente.

-Pero no moriste Andrea-me excuse y en eso exploto la avioneta atrás de nosotros-era la primera vez que lo hacía-me encojo de los hombros.

En eso veo la hora 4;30 pm, observo como Quil me viene apresurado con la nota, tomo el papel y observo la dirección, claro que conocía ese lugar, tome mi arco y mis flechas.

-Eric, me voy cuida a mis amigas-el lobo asintió aún estando con Marlen-Quil cualquier cosa alerta a la manada-ante la mirada de mis amigas-prometo volver pronto.

Comencé a correr a esa dirección, era la vieja casa abandonada de la ciudad, a donde yo iba mucho cuando estaba en la preparatoria.

Entre a la casa, observando que seguía igual que hace varios años, los mismos grafitis, todo.

- ¡Vaya! ¡vaya! Roxan, llegue a creer que no vendrías-observo y veo a Omar sonriéndome-Si te vi por los cielos, parece que eres una aviadora-aún traía mi chaqueta y gorra de piloto.

- ¿Qué haces aquí Omar?-pregunté confundida quitándome la gorra mostrando mi pelo medio rubia.

-No-asustado, tocando los mechones de mi cabello- ¿Qué le hiciste a tu cabello? Mon cherri-solo había una persona que me llama así.

- ¡Omar ya basta! Esto no es gracioso-me aleje de él rápidamente, Omar sonrió.

- ¿Aún no me reconoces Mon cherri? -acomodándose el peinado-quizás no me reconozcas por la cirugía plástica que me hice para seguir estando cerca de ti.

- ¡Cristian! ¿Que quieres? -sentí como la paranoia volvía y esa sensación sofocante de que iba a morir, suspire-Eres un lobo también-impactada.

-Al fin, uniste las piezas-saco de una caja un uniforme y unos lentes, era mi uniforme de la secundaria y esos lentes también eran míos-ahora ponte esto, quiero recordarte como era ella-me dio las cosas.

-Cristian yo no soy ella, no soy Martina y no lo seré nunca-le gruño- ¿Por qué nunca pudiste entenderlo?-él iba a abofetearme, pero le detuve la mano y le gruño.

-Te conviene que te portes bien, sino quieres que tu primo y mejor amigo mueran-en definitiva seguía teniendo la misma mirada perturbadora-ahora cámbiate-señaló una habitación, rodé los ojos y fui a ponerme ese uniforme ridículo y los lentes.

- ¿Contento? -pregunte volviendo, él solo tomo mi cabello y me hizo una coleta alta.

-Perfecto, como en los viejos tiempos mon cherri-le acaricio el rostro y lo aparte.

- ¿Me vas a decir donde están mis amigos? Y sobretodo porque mandaste a varios lobos por mi y mis amigos-pregunte directa.

-Tendrás que acompañarme a mi casa-bufe esa casa me traía malos recuerdos.

-Vamos-rendida camine a su lado, su casa no quedaba tan lejos.

-Bienvenida de nuevo, vieja amiga-entre a su casa, observe la entrada seguía siendo igual que antes, caminamos a la vieja habitación donde tenía sus instrumentos musicales, seguía igual excepto por esa vieja armadura medieval que estaba en la esquina.

-Sin rodeos Cristian-me acomode esos molestos lentes- ¿Dónde tienes a mi primo y mejor amigo? -cruce los brazos, odiaba estar en esta situación, odiaba estar en esta casa, odiaba estar con él, odiaba este jumper rojo y estas calcetas largas blancas, sobretodo los zapatos escolares, mi peinado recogido y usar lentes.

-Roxan Grant, siempre tan directa-murmuro sentándose en una silla.

-Decanini, soy Roxan Decanini querido por si no lo sabes, me case-era perfecto que mi corazón se detuviera y no tuviera sentimientos con las personas no cercanas, sino nunca hubiera tenido el valor de decir eso, él me sonrió burlonamente.

-También supe que enviudaste a los 6 días-rodé los ojos-en fin, dejando atrás tu fallida y patética historia de amor, voy a proponerte un trato para darte a tu primo.

-¿Y Evan?-Le pregunto, él me sonrió ladinamente.

-Yo no tengo a Evan-inocentemente.

-¡Por favor! No te creo, sé que tienes a Evan aquí-ya no iba a caer en sus juegos-ya no soy la misma chiquilla de 15 que te cree todo ¿Cuando planeabas decirme que eras un lobo? Y en esa fiesta de disfraces ¿Qué me diste a beber?

-No es como que llegará con una chica de 15 y le dijeras "Hola, me gustas por cierto soy un hombre lobo de 75 años" me tacharías de pedófilo-como si nada, en eso escuchó varios gritos eran de Valdemar y Evan, corrí a donde se escuchaban esos gritos pero Cristian me tomo del brazo.

-Hagamos un trato mon cherri, dejo libre a tu primo, pero te tendrás que ir de la ciudad, llévate a tus preciadas amigas si quieres-hizo una pausa-tu pobre amigo, se quedará aquí lo mataré y la manada Moon Green se extinguirá.

No dejare que pase eso, es mi manada el legado que me dejo Hafner, lo único que me queda de él, mis ojos se tornaron más negros y sentí una furia incontrolable, el dolor de mi corazón era insoportable, me solté de su agarre, me quite esos molestos lentes y le metí el pie cayo al piso.

-Nada peor que una híbrida con el corazón roto-comentó riéndose mientras yo lo tomaba del cuello.

-¿Corazón roto? Mi corazón esta muerto-arrastrando las palabras, él en un ágil movimiento quedo arriba de mí, tomo mis muñecas-¡Suéltame idiota!-si que estaba enojada.

-¿Sabes que te pareces más a Martina de lo que piensas? Ambas tuvieron leucemia a los 15, ambas se embarazaron a temprana edad-hice una mueca-ambas perdieron al bebé, bien podrías ser mi Martina-gruño más, en eso me llega un mensaje de Paul <Luna, vamos para ayudarla, vienen sus amigas> ¡Maldición!

-¿Sabes cual es la diferencia entre Martina y yo?-tenia que ganarme tiempo-ella esta muerta y yo viva o bueno media viva, nunca seré ella-él me abofeteo.

-Vas a pagarlo híbrida-iba a besarme, pero me quito rápidamente.

-Aún te sigo repudiando-al sentir sus labios en mi cuello-cobarde, querer tomar a una mujer por la fuerza.

-Cállate-dijo pasando su lengua por mi cuello, trataba de alejarlo, pero seguía tomándome de las manos con fuerza, seguí pataleando.

-Nunca seré tuya-arrastrando las palabras, al sentir como empezaba a romper el uniforme.

-Tu lobo esta muerto-burlándose mientras besaba mis hombros, gota que derramo el vaso.

-Pues seguiré siendo de él-mientras levanto mi pierna con todas mis fuerzas golpeándolo en donde más le duele a los hombres, el soltó un quejido de dolor soltándome.

-Hija de...-siguió diciendo mientras se ponía en posición fetal.

-Idiota-me levante rápidamente-sabes? Odie este uniforme tanto, pero ahora me ayudo-saqué de la falda larga 4 flechas que escondí, clavándole las cuatro flechas en su ropa, dos en la camisa a la altura de sus hombros y dos en los pantalones, a la altura de sus tobillos-Cualquier movimiento en falso, que te haga tocar esas flechas te reduces a cenizas.

-Zorra-grito en rompieron la puerta, era Quil en forma de lobo siendo montado por Andrea y Marlen montando a Eric lobo.

-Nos perdimos de una buena pelea-con una desilusión Andrea-bonito uniforme-se burlo.

-No te burles, vamos por mi primo y tu novio-corrimos al segundo piso, Eric tiro la puerta de la habitación, observamos a mi primo amordazado y a Evan igualmente, ambos se veían muy golpeados, Andrea bajo de Quil desato a Evan y lo abrazo.

-Estuve tan preocupada-llorando Andrea, Evan la abrazo con tanta necesidad.

-Vámonos Eric-le dijo Marlen al lobo, aún montada en él-dejémosle privacidad a todos ellos.

-Gracias por venir-les dije el lobo asintió.

-No podía dejarte sola con aquel loco amiga-dijo Marlen-Bueno nos vemos después, 15 días sin vernos-refiriéndose a ella y Eric-tenemos muchas cosas que contarnos.

Marlen y Eric se fueron de ahí y yo me acerque a mi primo, el cual estaba desmayado.

-Valde-su apodo, mientras lo desataba-despierta, estas a salvo-dándole algunos golpecitos en la mejilla, él se despertó sobresaltado.

-Roxan-me abrazo fuertemente-¿Qué esta pasando? Vi como un hombre se convertía en lobo-al separarnos-¡Woo! ¿Que le paso a tus ojos? espera ¿esos son colmillos?-hiperventilando, tenía un ojo morado y el labio inferior roto.

-Qué beba esto, le curara las heridas-me paso una pequeña botellita roja, se la di a mi primo.

-¿No es cerveza o algo así?-negué rápidamente y él la bebió-¡Sabe a rayos!-terminando de beber eso.

-Algunas expresiones vienen de familia-comentó Evan riéndose, Andrea se rio.

-Y que lo digas-bufo ella.

-¿Qué esta pasando Roxan?-pregunto Valdemar levantándose, cruzando los brazos, esperando explicaciones.

-Prefiero no decirlo, te alteraras-tratando de hacer que se calme.

-Soy un hombre lobo, mi novia es bruja y tu prima es una híbrida vampira-dijo Evan rápidamente, Andrea y yo lo miramos mal, Andrea lo golpeo.

-Evan Decanini-le gruño mostrando mis colmillos, solo se escucho un golpe en seco.

-Valdemar tiene que saber la verdad-se explicó Evan, mientras yo cargaba a mi primo que estaba desmayado.

-¿No conoces el término sutileza Decanini?-pregunte mientras salíamos de aquella habitación, ya no había señales de Cristian, no estaba segura si murió o no, pero lo que sí es que habría guerra eso estaba segura.

<Roxan hija, te necesito en el claro, hay un asunto urgente> era la voz de Richard en mi mente sonaba preocupado.

<Voy para allá> le contesté cargando a mi primo como costal de papas.

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Narra Richard Decanini.

-Todavía no podemos decirle a nadie, hasta confirmar nuestras sospechas-aún en el abrazo, al separarme observe sus ojos verdes que tanto me encantaban.

-Tienes razón Paty-la bese en la frente-Lo que si es la guerra, que tendremos en estos días-preocupado.

-Solo era cuestión de tiempo para que se desatara-igual de preocupada-no es secreto que algunos lideres de las manadas no nos quieren.

-Lo de Roxan y Hafner-aún doliéndome esto último- solo fue una excusa barata.