El despertador hizó que me levantará tan temprano. Era sábado, así que salí a correr, me encontré con Luca, mi mejor amigo.
Estuvimos conversando sobre las actividades que vendrán en la universidad.
- Me enteré que ayer fueron tú, Gian y sonrisita a la fiesta
- Si, espera ¿sonrisita? - lo miré confundida
- Sí, Leia, tú mejor amiga; acaso nunca te contó, ¿por qué le decimos así?
- Espera, ustedes, ¿la conocen?
- Sí, desde hace dos años, cuando Gian y yo trabajábamos en la pollería como meseros, ella trabajaba como cajera y siempre parába sonriendo, por eso le llamamos sonrisita. A Gian le gustaba Leia, pero después no porque ya estaba contigo. Acaso Gian ¿no te contó nada de eso?
- Por eso era que no quería que vaya a su trabajo, y Leia también me decía que no podía salir. Pero por qué me mintieron tanto, acaso era difícil que me digan que se conocían hace tiempo.
Volví a mi casa, pensando en muchas cosas. Obviamente que no iba a reclamarle nada a Gian ni a Leia, esperaría hasta que ellos me lo dijeran.
Esa tarde me llamó Leia invitándome a almorzar, acepté y fui.
Terminamos de almorzar y fuimos a su cuarto, en su cama estaba su joyero con los aretes que estuvó puesta ayer en la noche, pero faltaba uno.
- Leia, ¿y el otro arete?
- Ah... este... pues... nosé... creó que lo dejé caer en algún lado - estaba muy nerviosa.
- Qué raro - le dijé - y pues cuéntame cómo te esta llendo en la universidad.
- Bien Cata y ¿a ti? - preguntó
- Bien bien
- Oye Gian esta muy enamorado de ti, ayer mientras me traía no dejaba de hablar de ti
- ¿Enserio?
- Sí, él es un buen chico por lo poco que lo voy conociendo.
Espera ¿poco?, pero Luca me dijó que la conocía hace mucho tiempo. Entonces alguien de los dos está mintiendo y tengo que descubrir quién es.
- Pues si, es una muy buena persona desde antes.
- Obviamente que sí, digo debe ser... - se pusó nerviosa - Ehm, voy al baño.
Cuando se fue al baño, timbró su celular con un mensaje:
"Sonrisita, olvidé mi billetera bebé, me lo podrías traer o voy otra vez ♥"
