Gian me acompañó hasta mi casa, le invité a pasar para que pudiera conocer a Mamá Rosa.
- ¿Mamá Rosa? - empecé a buscarla por toda la casa - ¿Mamá?
- Cata, ¡llegaste! - me recibió con una sonrisa - Dime quién es él.
- El es Gian, te acuerdas de él, es mi enamorado - le dijé
- Ah, mucho gusto Gian, un placer conocerte - le dijó ella estrechando su mano.
- Para mí es un placer señora, Cata me habló mucho de usted - devólviendole el saludo.
Es verdad a Gian le hablaba mucho de Mamá Rosa. De pronto se me vinó el recuerdo que no terminó gracias al timbre.
***
Al día siguiente de aquel gritada que me dio áquel chico desconocido que quisé ayudarlo, me lo encontré cuando iba de camino al colegio.
- Hoo...laaa...- tartamudeó - Oye! Lo siento por lo de ayer es que... - lo interrumpí -
- Cállate, no te conozco, así que muévete por favor
- Oye! Estoy hablando enserio - lo dijó molesto
- Y yo también estoy hablando enserio, MUÉVETE - y me fui dirigiéndome al colegio.
Pero él no dejó de insistir y me siguió hasta la puerta del colegio. Volteé y le dijé:
- ¡YA, OYE DÉJAME DE SE.... - me interrumpió jalándome de la muñeca - OYE, QUIÉN TE CREES PARA LLEVARME... OYEEE
Llegamos hasta el parque que estaba a la vuelta de mi colegio, me llevó hasta una moto estacionada y me obligó a que me suba.
- No, no subiré - le dijé volteándome para ir al colegio.
- No te pregunté, sólo dijé que te subas... - me gritó desde lejos - Si no te subes... - lo interrumpí.
- Si no me subo, ¿qué pasa? - le grité acercándome a él - No ire a ningún lado con un desconocido okey?
- Sin no te subes te amarraré y yo mismo te subiré.
- ¿Qué? Inténtalo - lo pusé a prueba
- Okey
