dos; tener paciencia

3.4K 254 65
                                    

Paciencia, paciencia. Eso nunca me había faltado. ¿Porque no tengo eso justo cuando lo necesito?

Mi paciencia se fue de viaje, no avisó y ahora la necesito. Hermoso ¿no?

¿A quien engaño? La paciencia no es algo muy común en mi familia, menos en mí.

El día de hoy lo comencé con una sonrisa, llena de felicidad y armonía, casi podía ver a las aves cantar a mi alrededor, mientras una suave brisa despeinaba mi cabello. Pero como siempre, algo lo tiene que arruinar.

Justo cuando me dirigía a la torre Gryffindor, luego del desayuno, me topé con un cartel pegado en la pared, en el que se afirmaba una relación entre mi prima mayor, Rose, y Scorpius.

Cuando lo vi, lo arranqué de la pared y lo hice trizas, literalmente. Le hice un hechizo incendio.

Siempre he sido una chica muy celosa. Lo que es mío, es mío y punto. No es que esté muy orgullosa de serlo, pero es que nací así, además mis hermanos son iguales o peores que yo.

Recuerdo cuando una vez acompañé a mi papá al Ministerio de Magia, ahí nos encontramos con Cho Chang —O como mamá y yo le decimos: Changa Chang—, quien se le insinuó a mi papá demasiado. Era patética. En un arrebato, ella terminó con su vestido lleno de una mezcla de diferentes jugos y un escupitajo en el zapato.

Detesto pensar que lo de el cartel era cierto, pero son muchas cosas que me lo indican. Me da miedo que sea verdad.

Decido ir y hablar con Scorpius. No tengo derecho de reclamarle, pero al menos intentaré hablar con él y sacarle algo de información.

Bien, Scorpius y Albus son de Slytherin, pero yo nunca he entrado ahí, así que no sé donde está su sala común, sólo que es en las Mazmorras.

—Estoy segura de que lo dejé aquí, no entiendo porqué no lo encuentro... —musito para mí misma, mientras entierro más mi cabeza en el baúl de la habitación en la que estoy. Llevo como quince minutos buscando una cosa: El Mapa del Merodeador, pero claro, no lo encuentro por ningún lado.

En mi mente creé un plan infalible, donde yo podía llegar, hablar con Scorpius y sacar toda la información que necesito; saber si siente aunque sea algo pequeño, por Rose.

—¡Ajá! —grito en cuanto doy con el viejo pergamino. Con rapidez busco entre mis cosas regadas hasta agarrar mi varita de cerezo—. Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas. —murmuro y al instante se dejan ver muchas líneas y figuras que indican la estructura del castillo, junto con unas motitas con etiquetas y nombres.

Busco en todo el mapa la sala común y cuando la encuentro, salgo corriendo, sin no antes haber pronunciado un «Travesura realizada», haciendo que el pergamino volviera a estar en blanco.

Justo en estos momentos, es que maldigo mi mala suerte.

No recordaba que no tenía ni la menor idea de la contraseña para entrar, así que aquí me encuentro, fuera de la sala común, esperando que alguien salga y me vea. Soy idiota.

Mientras golpeo mi cabeza contra la pared, con frustración, escucho unos pasos acercarse. Pienso que es Albus, por lo que ya estaba preparándome para la burla, pero lo que escuché fue el «¿qué haces Lily?», de parte de Scorpius.

Abro la boca, sorprendida, y le sonrió con nerviosismo evidente.

—Hola Scor. —Muerdo mi labio inferior, callando mis quejidos hacia mi suerte.

—¿Quieres... entrar? —pregunta con el ceño algo fruncido. Señala la puerta y yo asiento con rapidez. Dice la contraseña de la sala común (que resultó ser «amortentia») y entramos, llevándome de inmediato las miradas sorprendidas de todos los Slytherins que se encuentran ahí.

—¿Subimos? —inquiere. Veo que vuelve a señalar nuestro destino y musito un pequeño «claro».

Mientras camino, mi mente repasa lo que ha sucedido en estos diez segundos. Además de haber visto el estúpido cartel, Scorpius me está llevando a su habitación. También es de Albus, pero sigue siendo su habitación.

Cuando entramos lo escaneo todo con la mirada, encontrando sólo colores verde y plata. Luego paso mis ojos a Scorpius, quien me está viendo fijamente, cosa que me incomoda un poco.

—¿Tienes algo con... Rose? —pregunto, directo al grano. Al parecer lo tomé desprevenido, pues sus ojos y boca se abren levemente.

—No —Niega con suavidad—, nunca he tenido nada con ella. ¿Por qué la pregunta?

—Sólo curiosidad.

creo que este va a ser el capítulo más cambiado, ya que desde el primer cambio de escena, está reescrito.

bai cuties.

fall in love ⋆ scorly.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora