fall in love ⋆ scorly.

uno; presentarse.

Lo primero que hay que hacer es obvio: hacer que te conozca. No puedes conquistarlo si ni siquiera sabe que existes.

Porque aunque resulte raro, él y yo solo hemos cruzado un par de palabras y no nos hemos presentado realmente. ¿Por qué digo que es raro? Pues porque mi hermano es su mejor amigo y ha ido una infinidad de veces a mi casa.

Ya llevamos de conocernos —o yo de obsesionada con él— unos 6 años, desde mi primer año y el segundo de él.

Este es el plan: Hablo con él, me presento, se presenta, le sonrío, me sonríe, me voy. Fácil.

Peino mi cabello con las manos y aliso mi falda, me acerco a paso seguro a donde está él, bromeando con mi hermano y le toco el hombro para que voltee.

Cuando lo hace, toda mi seguridad se va al caño; su mirada es la más hermosa que he conocido, y eso que vivo rodeada de ojos azules y verdes, pero la de el es diferente, un color plata que no había visto antes.

Que Merlín, Zeus, Dios o quien sea que esté allá arriba me ayude, porque creo que no voy a poder.

—Aah... Hola —saludo—, creo que el zoquete que está aquí —señalo a Albus, que me ve sorprendido, igual que Scorpius—, no nos ha presentado nunca.

Paso uno, completo.

Me ve incrédulo, pero igualmente asiente, de acuerdo con lo que dije. Me tiende la mano y se presenta.

—Tienes razón. Malfoy, Scorpius Malfoy, un gusto —Merlín, su voz es perfecta, una increíble combinación entre elegante y rebelde. Eso sin contar lo ronca que es.

—Lily Luna, el gusto es mio —hablo, completamente sonrojada.

Pasos dos y tres, listos.

—Ya sé tu nombre y sé que tu sabías el mío, pero hagamos como que no. —comenta Scorpius sonriendo un poco. Yo le devuelvo la sonrisa.

Pasos cuatro y cinco, hechos.

Ahora solo me tengo que ir.

—Bueno, chicos, yo me voy y...

Albus se aclara la garganta, interrumpiendo la última parte de mi plan, y con una mueca burlesca dice.

—Que raro que viniste a presentarte, Lily. ¿Por qué?

Es un estúpido hijo del demonio. Sabe que me gusta Scorpius y aún así, hace esa pregunta.

—Porque como ya dije, tú no lo habías hecho.

—¡Sí, claro! y yo no soy guapo. —exclama con sorna.

—Este es su ultimo año, me parece que no tiene sentido que no interactuemos, considerando que tú eres su mejor amigo y, mi hermano. —miento, tal y como me enseño James, mi hermano mayor que ya no está en Hogwarts. Con fluidez.

—Pero ustedes sí han hablado.

—No. —objetamos al unísono, el sexy rubio a mi derecha y yo, una sexy pelirroja.

—Bien, si tanto quieres «interactuar» con nosotros, quédate aquí. —sugiere Albus.

Idiota, lo voy a matar algún día si sigue así. Es perverso, su mente está haciendo de todo para que yo haga el ridículo frente a Scorpius, yo lo sé.

Yo solo me quería presentar, no quedarme sentada con ellos, en un irritante silencio incómodo.

—Perfecto. —A pesar de que no quiero, tengo un orgullo con el que lucho día a día. Además Albus y yo siempre hemos sido muy competitivos. ¡Me está cobrando todas las veces que le gané!

Nos sentamos debajo de un árbol, cerca de el lago negro. Yo lucho para que mi respiración sea regular, no agitada como lo es siempre que quedo algo cerca a Scorpius, muchas personas me han llegado a preguntar si tengo asma.

—¿Que tal te va... En las clases? —pregunta Scorpius con una mueca de incomodidad muy notoria, no sé si porque yo estoy aquí o porque Albus hace corazones con sus manos y nos apunta a cada rato.

—Pues... Vamos por la primera semana, así que supongo que bien.

Muy bien, este es el momento más incómodo en el que he estado en mi vida. Y el estúpido de Albus no hace más que reírse, tapándose la boca con la manga de su suéter. Tratando en vano de amortiguar el sonido.

—Albus, ¿Alice aceptó salir contigo? —Quizás la maldad venga de familia.

Esta es mi oportunidad de hundirlo, Alice es la única chica que lo ha rechazado. Aparte es mi mejor amiga y, aunque sé que a ella le gusta mi hermano, también sé que lo va a negar hasta el deje de ser un mujeriego. Claro que eso no se lo voy a decir a Albus.

—No.

Pero el que responde no es mi hermano, sino Scorpius, soltando fuertes risotadas y agarrándose el estomago. Albus enrojece hasta las orejas y me lanza dagas por los ojos.

Si las miradas mataran, yo ya estaría tres metros bajo tierra. De hecho todo Hogwarts estaría tres metros bajo tierra, excepto Alice, claro.

Me agrada la risa de Scorpius, me permite ver su blancos y perfectos dientes, cubiertos por brackets azules. Supongo que se los quitaran pronto, porque ya no los necesita.

Recuerdo cuando se los pusieron, yo estaba en mi primer año y el llego de las vacaciones de navidad sin querer abrir la boca. Cuando por fin lo convencieron sus amigos, había pasado un mes. Me sorprendí porque no creía que los necesitara.

—¿Y que cuentas? —pregunta Scor, esta vez más relajado.

«Pues trato de enamorarte como una loca, lo normal»

—Nada, me eligieron capitana de Quidditch. —Relato con orgullo pintado en mi voz, ya que eso es algo que he querido desde hace mucho tiempo.

—Oh, así que voy a tener buena competencia este año —comenta Scorpius con una sonrisa ladina.

Scorpius es buscador de su casa, Slytherin, mientras que yo lo soy de Gryffindor. Aveces las personas decían que eran los mejores partidos porque ninguno de los dos quería dañar al otro.

—¿Alice va a ser cazadora de nuevo, verdad? —cuestiona Albus. Se nota que se contuvo bastante al hacer esa pregunta.

—No se si vaya a hacer la prueba, pero creo que sí. —contesto con sinceridad.

Albus hace un pequeño baile de emoción que trata de ocultar, sin éxito. Albus se pone del color de mi cabello mientras Scorpius y yo nos reímos de la felicidad de mi hermano.

Albus y Alice son cazadores. Antes practicaban juntos, pero Albus trató de invitarla a salir y ella se alejó. Si Alice supiera que Albus es mujeriego para olvidarla a ella, la cosa quizás cambiaría.

Yo he hecho de cupido más de una vez con esta pareja. Parando los celos de ambos; de Alice hacia las chicas con las que Albus se acuesta. Y de Albus, de los chicos que se enamoran de Alice.

Scorpius también hace ese papel. Yo freno a Alice y él frena a Albus.

Esa es una de las pruebas por las que somos el uno para el otro. Y mientras Albus y Scorpius se ponen a hablar de cosas banales, yo me dedico a admirar el perfil de Scorpius, vaya que es hermoso.

—

por fin corregí el primer capítulo. Estaba MUY mal redactado, estaba horrible. Lo mejoré y le puse muchas palabras más, ahora tiene 1 176, cuando antes tenía sólo 700.

bai cuties, pronto corregiré los otros capítulos.