Capítulo 26

1.4K 152 7
                                    

Maldad al Acecho.
 
Phoebe Grey 
 
Llego temprano para ir a la universidad y tener la oportunidad de hablar con Axel para explicarle el porque no pude ir anoche a verlo. El imparte docencia dos veces al mes para ayudar a su padre.

Aunque podría ser profesor de manera permanente en las mañanas, por solicitud de las autoridades de la universidad.

Lo veo llegar con su postura fría esa que mis ojos descubrieron el día que nos conocimos. Me acerco con los nervios recorriendo mi cuerpo e intento explicarle pero me detiene.

—Axel, escúchame por favor.—Digo con voz angustiada. 

—Señorita Grey. —Dice con voz dura.—Soy señor Cooper. No tenemos nada de que hablar. —Sus fríos ojos hielan mi cuerpo.

Sigue su camino sin siquiera mirarme dejándome clavada y con unas inmensas ganas de llorar por su frialdad.
 
¿Por qué cuando se enoja conmigo tiene que ser tan frío?  
 
—La princesa Grey se le ofrece a un Profesor y el la rechaza.  —Dice una voz a mi espalda.  
 
—Alice, por favor. —Suplico con mis ojos cristalizados.

No estoy de ánimos sus para soportar sus burlas. 
 
—¡Vaya! Alguien que no cae a tus pies ante tus encantos.
 
—No es lo que te imaginas.
 
No quiero que piense que por mi necesidad por aclarar las cosas con Axel, nos complique la vida Alice.
 
— No me vengas con esa excusa barata, Phoebe, vi en la manera que lo miraba y en tus ojos había ilusión pero en los de él había indiferencia.
 
—Son cosas tuyas.
 
—Estas interesada en el profesor, pero por más que insistas él no lo está en ti. —Sus ojos brillan con malicia. —Eso sí es un gran acontecimiento.
 
—¿Por qué disfrutas con molestarme o verme mal? No te he hecho nada para merecer tu odio. —Digo con un nudo por las lágrimas no derramadas.
 
—Tu siempre tienes que ser el centro de todo y eso no es justo. Ahora me toca disfrutar que el hombre del cuál estas enamorada no está interesado en ti y para él eres nada. —Ríe y sus ojos brillan por la diversión.
 
—Eso no es así. —Niego llorando.
 
Me repito en mi mente que Axel me quiere y me lo dijo anoche. 

Sollozo. 

Ella lo dice para lastimarme.
 
—Esto hay que celebrarlo por todo lo alto. —Se burla y se va festejando viendo que no puedo dejar llorar.
 
¿Por qué tiene que ser así?
 
Camino hasta el estacionamiento porque no tengo ánimos para entrar a clases.
 
Axel, mi amor.
 
No quiso escucharme y podía ver en sus ojos lo furioso que se encontraba. Las lágrimas recorren mi rostro y los comentarios desagradables de Alice no ayudaron mucho para que este dolor no se intensificará.
 
Mientras conduzco hacia mi casa los recuerdos de la noche anterior y la causa por la que no pude asistir a nuestra cita llegan a mi mente.
 
Flashback
 
Me miro al espejo revisando mi maquillaje y acomodo mi vestido. Bajo las escaleras con mis zapatillas en las manos para no hacer ruido. Llego al salón y cuando me dirijo a la puerta la voz de mi padre me detiene.
 
—Phoebe Grey, estas no son horas que una señorita salga de su casa y mucho menos a escondidas. —Dice.
 
Respingo asustada y mis zapatillas junto con mi bolso caen al suelo.
 
—Papá, pensé que estabas dormido. —Digo asustada.
 
Sus ojos arden con el enojo por mis palabras y sobre todo por lo ocurrido con Axel.
 
—Ya ves que no. ¿Adónde pensabas ir a las 12 de la noche? No quiero imaginar que haces esto con frecuencia. ¿Con quién pensabas encontrarte? —Dice con voz amenazante.
 
Mis nervios aumentan y sé que no podré ver a Axel y deseo verlo.
 
—Te hice una pregunta, Phoebe. —Demanda.
 
—Iba a la discoteca con Alexis. No es una práctica que haga y salí así porque lo planeamos de último momento. —Respondo.
 
Me estudia con la mirada y sé que lo hace para saber si estoy mintiendo.
 
—Accedí a la petición de tu madre que ninguno tuvieran escolta y vivieran una vida como vivió ella, pero no hagas que cambie de opinión.
 
—Papá, no estoy haciendo nada malo. Solo hago lo que las personas de mi edad hacen. Compartir con mis amigos.
 
—Ve a tu habitación y mañana te disculpas con Alexis por no acompañarla.
 
—Pero papá. —Protesto pero su mirada de acero me detiene.
 
—No pretenderás que te premie después de tu comportamiento de esta noche, Phoebe, no estoy muy contento contigo por haberme desobedecido. —enojada lo miro fijamente. —no tienes permiso de salir y menos a esta hora.
 
No puedo seguir protestando y haciendo locuras o terminara por ponerme escoltas y no podré verme con libertad con Axel. Asiento; dándome la vuelta encaminándome hacia las escaleras. Al llegar a mi habitación recuerdo que deje caer mis zapatillas y mi bolso, en donde se encuentra mi teléfono.
 
¡Oh, madre mía!
 
No puedo bajar porque sé que estaría allí esperando paciente para comprobar si obedezco. No podré avisarle a Alex y él me espera. 

Oh, pensara que lo deje esperando.
 
Espero que no se enoje conmigo y me deje explicarle.
 
Fin Flashback
 
Ahora Axel está furioso conmigo por no haber acudido a nuestro encuentro y no me dejo explicarle lo que había sucedido.
 
*****************************************
De: Phoebe Grey
Para: Axel Cooper
 
Ax, necesitamos hablar y explicarte el motivo porque no acudí a nuestra cita. 

Te quiero.
 
*****************************************
 
No recibo respuesta de su parte y sé que lo ha visto. Al llegar a la casa me encerré en mi habitación y llore por horas hasta que el sueño me venció.
 
Unas suaves caricias me despiertan, despacio abro los ojos para acostumbrarme a la claridad.
 
—Princesa, Gail me dijo que llegaste en la mañana llorando. ¿Qué ocurre? —Pregunta.
 
Mis lágrimas no tardan en volver a derramarse y me acurruco entre sus piernas.
 
—Anoche Axel me pidió vernos más tarde y cuando iba a verlo, papá me impidió salir.  —Sollozo. —No pude avisarle porque había dejado el teléfono en el salón. Hoy cuando lo vi en la universidad no quiso escucharme.

—Phoe, esos temas no se tratan en la universidad.

—Fue tan frío.
 
—Tal vez él pensó de esa manera y por eso actuó así. Él tiene una reputación que cuidar y como profesor no sería bien visto que lo vean en una actitud cariñosa con alguien. —Sonrie. —Menos con una estudiante. 
 
—¿Crees que pudo haber sido eso? —Pregunto esperanzada.
 
—Si mi cielo, te ayudaré para que vayas a hablar con él y que esta vez nuestro obtuso no lo impida. —Sonríe y acaricia mi mejilla. —Ahora ve a lavarte la cara para que almorcemos juntas.  
 
Después de almorzar con mamá, acordamos qué diríamos que estaría con Alexis. Mamá se llevará a papá para una noche romántica y procurará que no estén en casa hasta muy entrada de la madrugada. Coordino con Alexis y ella me cubrirá por si se presenta algún contratiempo se encargará de avisarme.
 
Entro al cuarto de baño y pongo a llenar la bañera para darme un baño con sales y gel de vainilla para dejar mi cuerpo relajado. Continuaré con el plan que habíamos tenido anoche y espero que su mal humor haya menguado un poco.
 
Me visto con un conjunto de bragas negras con encajes, decido hacerme una trenza francesa de lado y opto por un vestido corte A/Princesa Cabestro hasta el suelo con volantes cremallera tirantes comunes sin mangas, los combino con unas zapatillas azul oscuro de tacón de aguja.
 
Espero que le guste cuando me vea.
 
Salgo a toda prisa hacia su casa y mis nervios incrementan al saber que pronto estaré frente a frente a mi caballero de ojos grises.  Después de 15 minutos de camino estaciono el auto frente a su casa.
 
Cierro los ojos y respiro profundo.
 
Abro la puerta eléctrica con el control que me había dado hace unos días. Estaciono el auto en la plaza que me había asignado y bajo del auto. Subo las escaleras con el corazón latiendo con mucha fuerza.
 
Espero derretir el iceberg que has construido entre los dos.
 
☆☆▪♡☆▪♡☆▪♡

Feliz navidad.

Gracias por compartir este año y disfrutar de la maravillosa magia de la imaginación con nuestras locas ocurrencias.

Ustedes, queridas lectoras son una pieza importantes en nuestras vidas y valoramos mucho que nos acompañen día a día.

Gracias por estar con nosotras en el tren de la imaginación

Las quiero mucho.

Su amiga a distancia.

Yo!

Firewind.

Cautivada por caballero de ojos fríos. (Princesas#1) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora