El Diablo Es Mi Dueño

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Narrador omnisciente:

La pequeña rubia no pudo dormir en toda la noche ... por lo que cuando se hicieron las 6:38 am,se dirigió a darse una ducha Para despejarse.

30 minutos después......

Salió del cuarto de baño, y sobre la cama había un top y un jeans rasgado junto a unas converse negras

-supongo que lo habrán dejado para mi-
Penso la niña.

Y con ese pensamiento se dispuso a vestirse, cepillo su cabello, lavo sus relucientes dientes, su rostro y se roció alguna fragancia femenina desconocida, que encontró en aquel hermoso tocador negro.

Al ya estar limpia y pulcra no supo que hacer, esa habitación la aburría mucho, ver las mismas 4 paredes durante mucho tiempo no es lindo.

Pero no le quedaba otra opción que esperar a que se dignara a aparecer amon.

Pasaban los segundos, y los minutos, hasta que la misma señora de la otra vez apareció con la bandeja de desayuno, inocencia le Agradeció y la mujer desapareció

-por lo menos no me voy a morir de hambre - se dijo internamente , se dispuso a devorar el tocino y el huevo con ansias y de a poco terminaba el jugo de naranja . Cuando estuvo satisfecha simplemente se arropo y sus ojos se cerraban por si solos,pasandole cuenta por no haber dormido la noche anterior .

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14:41 am

Una desorientada charlotte había despertado, esperando que todo fuese un sueño, pero no.. era todo cierto,

Se levantó y se dirigió al baño a asearse.
Hecho esto se sentó como indio sobre el gran sillón que había en la terraza, tenía una hermosa vista, miro hacia el frente y había un jardín de rosas ,todas distintas y extravagantes.
Vio las aves reposadas en las ramas y otras volando, y por un momento deseo ser libre como aquellos bellos pájaros.

Mientras se encontraba atrapada en sus pensamientos,admiraba embobada el paisaje y la gran mansión en la que se encontraba "hospedada".

una respiración en su nuca logró sacarla de su trance.

-oh no el maldito loco volvio- pensó.

Cuando iva a darse la vuelta , el depósito un beso en su delicado cuello. Haciendo que un escalofrío recorriese el cuerpo bien dotado de la inocente adolescente. Cuerpo y inocencia que el mismo se encargaría de corromper.

-Oh,dulzura Veo que descubriste la terraza - dijo el rompiendo el silencio con una sonrisa burlona.

- No,¿sabes?. Si no fuera por ti no hubiera sabido que era una terraza- dijo sarcasticamente

El sonrió aún mas.

-veo que eres tonta. Pues déjame decirte que si, es una terraza- dijo el tratando de hacer enojar a la criatura

-Estúpido.

-cuida tu vocabulario, -dijo mientras le agarraba su mandíbula y la apretaba lo suficiente para hacerle daño.

-sueltame maldito imbécil.

-tendremos que educar esa boquita tuya -dijo negando mientras le guiñaba un ojo - Eh sido muy bueno contigo pero me cansé. No voy a tolerar otra falta de respeto de tu parte. - dijo serio el joven

-pues jodete- dijo retando a su suerte esa niña

-oh cariño, desearas nunca haberme desafiado -dijo malvadamente

en ese instante la niña sintio miedo, ese chico sabía como hacer ponerle los pelos de punta y no en buen sentido.

-Desde este instante conocerás el infierno en carne propia nena.

Tras Esas palabras un escalofrío recorrió de punta a punta el cuerpo frágil de esa muñequita rubia

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