7.

3.3K 201 7
                                    

Ayame estaba ansiosa, los malestares estaban siendo frecuentes y no tenía su periodo. Trató de convencerse que así había sido en los últimos meses por el estrés, que se atrase ya era algo casi normal pero ahora eran más días. No quiso decirle nada a Temari, sabía que ella la llevaría pronto al hospital para tener una prueba más certera. No quería hacerse ideas como de un embarazo, prefería pensar que se trata más de una enfermedad.

Se había estado tomando días de descanso, pasea por la aldea pues Gaara dijo que ya no lo ayudara más o ella terminaría igual de amargado que él. De solo recordarlo causó una pequeña sonrisa en sus labios.

—¡Ayame-sama! —gritó un niño acercándose corriendo con otros dos niños atrás.

—Oh, son ustedes —dijo al recordarlos.

—Yo choqué con usted —dijo casi como si fuera un orgullo —. Soy Shiro, él es Tetsuya y ella es Emiko.

—Mucho gusto —les sonrió —¿Me necesitan para algo?

—Pues... esto... —balbucea la niña nerviosa —la vimos sola y quisimos preguntar si podía jugar con nosotros.

—Es que nos falta una persona más para nuestro juego.

—¿Podría jugar con nosotros?

No sabe que clase de juego pueda ser pero aún así terminó aceptando para la alegría de los niños que. Empezaron por un juego sencillo como las escondidas, era fácil para ella siendo una Kunoichi lo cual era injusto para los niños que buscaban por todos lados. Cansados de eso decidieron jugar ninjas y bandidos, por supuesto los tres niños peleaban para decidir quién se quedaría con Ayame en su equipo, todo se resolvía con piedra, papel o tijeras.

Ya se acercaba el anocher, los niños estaban siendo buscados por sus padres que se mostraron muy apenados de que hayan molestado a Ayame, aunque ella les dijo que se había divertido, le agradecieron debidamente antes de marcharse. Para ella todavía es sorprendente la energía que pueden tener los niños a esa edad, ella ya se sentía agotada. Eso la hizo pensar que tal vez ya estaba empezando a perder condición física y si quiere arreglar eso entonces debe entrenar más.

Ayame comenzó a sentirte mareada y con náuseas, corrió a un baño público cercano al parque donde se encontraba, sentía que vomitaria pero solo obtuvo la mala sensación en la boca, salió del cubículo para enjuagar su boca con el agua, tomó papel para sacarse y en el espejo miró las chicas a su lado que no la miran muy bien. Ambas son Kunoichi y ya las había visto antes. No porque una de ellas sea la que se le insinuó a su esposo en la oficina. Fue hace algunos años en unos exámenes chuunin hechos en Sunagakure.

—No entiendo por qué Gaara-sama se casó con alguien de Konoha —habló la chica de cabello negro largo, la misma que estaba en la oficina.

—Ya lo creo, habiendo otras mujeres más aptas para él, van a dar con una don nadie de otro lugar.

Ayame suspiró.

—Sus pequeños cerebros superficiales no entenderían ni aunque se los expliquen —dijo dirigiéndose fuera de los baños.

—¡Nadie te quiere aquí! —gritó la otra chica de cabello rubio cenizo —todos saben que solo eres una cara bonita tratando de ganarte a las personas con una personalidad falsa. Solo te muestran respeto por ser la esposa de Kazekage-sama.

—Ya las recuerdo —dirigio su mirada filosa hacia las mujeres unos años menores que ella. Sus ojos azules parecían brillar más que antes —. Nos enfrentamos una vez, en la fase de pelea individuales, ¿verdad?

[///]

Eran los exámenes chunnin, Ayame tuvo que hacer el examen junto a Hiroshi y tenían a Sakura. Habían descubierto ser un excelente equipo, la pelirrosa era un gran apoyo para ambos Mashiba que estaban muy inquietos por los traumas del pasado, por supuesto estaban enfadados con cualquiera que fuera de Sunagakure. No sé resistían ante su oponente, eso preocupaba al Kazekage que no estaba listo para vidas perdidad.

Casados Por Obligación [Gaara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora