Casados Por Obligación [Gaara]

5.

Los exámenes chuunin estaban cerca, para Hiroshi y Ayame estando en el mismo equipo sería bastante sencillo pero su compañera no daba mucha fé, aún así terminaron participando pasando las primeras pruebas. Ambos se ganaron la atención de muchos contrincantes, tanto por ser atractivos como también por sus habilidades, querían ver qué escondía el clan Mashiba.

Cuando llegó la misión de supervivencia en el conocido "bosque de la muerte". Ambos Mashiba estaban confiados, llevando bien escondido el pergamino que les fue dado. Iban perfectamente bien hasta que tuvieron a los hermanos frente a ellos.

—Que suerte de encontrarnos, ¿no? —dijo con ironía la chica mayor que lleva su gran abanico.

—Ya lo creo —respondió Ayame con una media sonrisa en sus labios.

Ellos no pensaban enfrentarse, sabían que no podrían salir vivos pues Mina había sido testigo de un horrible hecho cuando vagaba de noche por los techos de la aldea. Ambos equipos sabían de lo que era capaz el contrario.

—Probablemente quien lleve el pergamino sea el chico. Ayame no es tan fuerte como él y la otra chica se ve muy vulnerable —dice Kankurou tranquilamente.

—Supongo que quien lleva su pergamino de es su hermanito, se ve mucho más fuerte que ustedes —dijo Hiroshi tratando de provocarlos.

Gaara no dijo nada, solo observaba sus contrincantes. Desde que vio a Hiroshi había algo que había llamado su atención, así como Sasuke, quería enfrentarse a él y sus hermanos ya se habían dado cuenta de eso.

Temari fue rápida al abrir un poco su abanico y agitarlo haciendo una ventisca de aire que mando a Mina volando hasta un árbol, su espalda impacto con fuerza haciéndola perder el aire de sus pulmones. Ayame desenvaino su katana decidida en ir tras la hermana mayor, sería difícil enfrentarse a ellos sin una persona en su equipo. El abanico se abrió más mostrando un segundo círculo, la ventisca fue más fuerte logrando lo mismo que con Mina pero Ayame pudo actúar dando una vuelta en el aire y poder aterrizar en cuclillas para luego lanzarse de nuevo hacia la chica, a su vez puso manejar un par de shuriken que terminaron por cortar apenas un poco el abanico, eso molestó a la chica de las coletas. Fueron segundos suficientes que logró obtener para estar más cerca.

—¡Temari! —gritó Kankurou haciendo reaccionar a su hermana, su títere se interpuso impidiendo el corte en el abanico.

—Mierda... —murmuro retrocediendo.

Un kunai había impactó en la madera del títere, tenía atado un papel explosivo. Una gran nube de humo se formó, Hiroshi y Ayame aprovecharon ese momento para escapar pero se llevaron una gran sorpresa cuando sus piernas no se movieron, habían sido inmovilizados con la arena de Gaara que hasta el momento se había mantenido sin hacer nada, pero ahora los tiene retenidos siendo mirados con enojo.

—Que patéticos son —dijo hacia sus hermanos mayores.

Hiroshi gritó de dolor por la arena haciendo presión en su cuerpo, Ayame también sentía que el aire ya se le estaba yendo de sus pulmones y el tronar de sus huesos sabiendo que estarían por quebrarse.

Gaara casi cerró por completo su mano cuando sintió un par de gotas caer en su cara. Se habían confiado lo suficiente que se olvidaron de la segunda chica de equipo, estaba en lo alto dejando caer un chorro de agua abundante haciendo pesada la arena.

—Que molesta.

Un kunai electrificado fue dirigido al suelo con agua provocando una ligera descarga eléctrica en los tres. Ayame y Hiroshi fueron liberados pudiendo alejarse rápidamente. Gaara estaba molesto de no haber podido matarlos. La poca arena que se salvó fue dirigida hacia aquella chica que intentó esconderse en los árboles, lastimosamente fue atrapada. Ambos Mashiba quisieron ayudarla pero cuando la sangre cayó sobre sus cuerpos el miedo los invadió y su instinto de supervivencia solo los hizo correr lejos.

Sus pulmones quemaban por tanto correr hasta sentirse a salvo. Ayame cayó al suelo de rodillas, apoyó sus manos en el suelo mirando la tierra y la sangre, temblorosa asimilando lo que acaba de ocurrir. Hiroshi estaba diciendo algo pero lo oídos le zumban. Él gritaba golpeando con coraje el árbol como si eso fuera a ser de ayuda, lloraba sintiéndose patético por no haber podido hacer algo, la garganta le dolía al maldecir a los cuatro vientos. Su dolor compartido era indescriptible.

Por supuesto renunciaron a los exámenes, fueron llevados al hospital pero sus heridas superficiales no eran nada comparado a la herida interna. Viviendo con ese trauma, incapaz de poder decirlo a alguien, ni siquiera a su propio maestro pues se negaban a verlo por la vergüenza que cargaban de perder a su compañera. Se disculparon con los familiares que no podían creerlo, fue una situación de shock.

Luego del desastre ocurrido en la aldea de hizo un gran funeral para todas las vidas perdidas, tanto de ninjas como de aldeanos. Ayame por fin pudo llorar al ver el retrato de su compañera entre todos los demás. Casi renunciaban a ser ninjas pero pudieron seguir por la promesa de que no dejarían que nadie más muera en su compañía.

Al poco tiempo volvieron a reencontrarse con aquél asesino. Su sed de sangre había desaparecido, en su mirada podía notarse el arrepentimiento y aunque sus palabras eran de una verdadera y sincera disculpa, ninguno la aceptó. Lo repudian, por eso Hiroshi no sé contuvo en tratar de golpearlo aunque era inútil pero esa arena defendiendo, aunque de no ser así seguramente Gaara habría aceptado cada golpe. Ayame solo le pidió que se mantenga alejado de ellos, no les importaba en quien se había convertido porque ellos siempre tendrán el retrato de un asesino que mató a su compañera sin un poco de piedad en el momento. No hay disculpa o arrepentimiento que la devuelva.

Años después se enteraron de que había ascendido como Kazekage. Los lazos entre ambas aldeas trajo muchos beneficios y uno de ellos era que Temari y Kankurou servían muy bien para la aldea de Konoha. En uno de esas visitas importantes de los hermanos mayores fue que Gaara solicitó a dos ninjas de intercambio. Ayame y Hiroshi intentaron desistir a esa "misión" pero era su palabra contra la de la quinta hokage.

Su estancia en Sunagakure fue sin problemas, se dieron cuenta de lo bien que podían controlar sus emociones para no intentar algo contra el Kazekage que se había mostrado bastante amistoso, en su modo, para tener la confianza de ambos ninjas. Terminaron con éxito, y antes de marcharse recibieron un par de regalos pero ninguno de los dos se sentían bien de haberlos aceptado por eso los tiraron cuando nadie los veía perdiéndose en la arena del desierto.

Gaara en entonces notó una extraña relación entre los Mashiba, más tarde se dió cuenta de que estaban en una relación amorosa. Por supuesto no era de su importancia pero fue un dato lanzado al aire como si nada por parte de su hermana mayor.

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—Ayame a partir de mañana trabajarás conmigo, en otras palabras, serás mi asistente .

—¿Qué?

—Cómo escuchaste. No puedes pasar más tiempo encerrada en esta habitación, también ayudarás en el hospital.

—Entendido —dijo sin ánimos.

Realmente no le agrada la idea de que la llamen 'Ayame-sama' o la 'esposa del Kazekage-sama'.

[Editado 🍂]