Casados Por Obligación [Gaara]

9.

Los ninjas estaban inquietos desde la mañana, cuando Kankurou y Temari supieron la razón estaban más alerta estando más cerca de Ayame. Y es que Hiroshi había entrado a la aldea.

Ayame se había dado un baño y vestía ropa cómoda, mientras sujeta su cabello en una coleta, no pudo evitar sonrojarse al recordar que había besado al pelirrojo en la frente, realmente era agradable, se comenzó a preguntar cómo sería ahora que le dijera que tienen un bebé en camino. Lo había estado guardando para un mejor momento, Temari ha hecho un excelente trabajo ocultandolo y está agradecida por eso.

Salió de casa un poco más tarde a lo acostumbrado, caminando por las calmas calles de la aldea siendo saludada. Uno de los puestos llamó su atención y se detuvo para comprar un pequeño cactus. Camina el resto del trayecto con una sonrisa en sus labios, al llegar al hospital se encontró a Temari hablando con un par de ninjas que estaban de rodillas frente a ella, no puede ver el rostro de ninguno por las máscaras, uno de ellos tomó un papel en manos guardandolo y tras unas últimas palabras desparecieron dejando una pequeña nube de humo.

—¿Pasó algo malo? —le preguntó al acercarse.

—Estás aquí... —dijo en un extraño tono de alivio.

—Si, se me hizo algo tarde ya que me quedé dormida.

—Lo imaginé, estando aquí hasta tarde cuidando a Gaara.

—Temari-san, he notado algo de movimiento últimamente.

—¿Ah? No le pongas importancia. Decidimos aumentar la seguridad para ti y para Gaara ahora que están algo vulnerables. No queremos tragedias.

—Ya veo —dijo no muy convencida de esa respuesta.

Caminaron hacia la habitación, la mayor tuvo curiosidad preguntando por el cactus y cuando tuvo respuesta dejó su semblante serio por uno de felicidad al saber que por fin le dirá a su hermano sobre el embarazo. Apenas abrió la puerta sintió un escalofríos al ver a Gaara casi de pie y del otro lado de la habitación a Hiroshi con arenas hasta el cuello.

—Responde... —ordeno el pelirrojo con dificultad.

—¿Que está pasando aquí? —Ayame miró hacia ambos preocupada.

—Hiroshi se infiltró en la aldea, el Hokage no sabes nada de esto y no trae consigo ningún papel que le indique venir aquí —informó kankurou con molestia.

Ayame dejó el cactus sobre una mesita con medicamentos y luego caminó al centro de la habitación, Hiroshi estaba esperanzado de que lo ayudará pero todo se le revuelve al verla acercarse a Gaara.

—Déjalo, no debes sobreesforzarte.

—No puedo hacerlo. Estamos en una cuerda porque él ha venido hasta aquí sin permiso, además de infiltrarse en la aldea dónde nadie pudo encontrarlo, luego venir hasta mi habitación de hospital sin decir siquiera la finalidad del por qué. Sé que eres de ANBU, anteriormente estabas en la raíz y me advirtieron mucho de ti.

—Temari-san y Kankurou-san se encargarán. Sería malo que tus heridas graves se abran, pronto te darán el alta.

La arena se devolvió a hacia Gaara que no estaba contento con la idea de dejarlo con libertad de moverse sabiendo que es un tipo peligroso.

Tres ninjas ANBU entraron rápidamente sometiendo a Hiroshi que no pareció poner resistencia. Iban a tenerlo bajo custodia pero no en una cárcel cualquiera, sería un lugar especial. Kankurou y Temari fueron con ellos como escoltas.