6.

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Habían pasado ya algunas semanas desde que se casaron. Ayame había aprendido mucho de la aldea y sus problemas por haber ayudado al Kazekage con la gran pila de papeles siendo en su mayoría de problemas simples hasta poder hacer misiones usando a los genin recién graduados de la academia. Durante el tiempo juntos pudo descubrir ciertas cosas de su esposo. Cómo que le gusta dar caminatas por la aldea saludando de vez en cuando a las personas que lo hacen primero al verlo. Por las noches le gusta observar la luna. Le gusta gastar parte de su tiempo libre cuidando de cactus y plantas que re quieren de sumo cuidado. Supo de las comidas que no puede soportar ni su olor. Hay dulces que le encantan y come algo seguido, ahí ella tuvo que interferir. Así como también disfruta de leer y la compañía de sus hermanos incluso si no hablan, estar en el mismo lugar le relaja mucho.

Y ese día es igual que los anteriores. Ayame no está con ganas de pasar el día ayudando a Gaara. Su plan era pasear por la aldea y conocerla mejor pero en lugar de eso va camino a la oficina del Kazekage. Golpeó la puerta y recibió un 'adelante'. Entró y esta vez no hay pila de papeles, solo un par en su escritorio y una ya está casi terminada.

—Puedes sentarte en el sofá y revisar los que están cerca de ti —le dijo sin siquiera quitar su mirada de los papeles —podrás irte cuando termines.

Ella no dijo nada, simplemente hizo lo que se le dijo. Parecía que le había leído la mente cuando pensó en querer salir a disfrutar.

Con el paso de las semanas se hicieron meses. Su relación ya cambió para bien. Podían tener charlas simples como el que comerían, de las cosas que han hecho e incluso del clima. A veces por las noches salían a caminar por las solitarias calles solo para tener tiempo dedicado a ellos. Había ocurrido un par de veces que bebían, solo para beber algo de alcohol y descubrir una nueva fase.

Luego su trabajo no era solamente estar en encerrada en la oficina con Gaara. Él le encomendó ir al hospital, ayudar en lo que podía y dónde podría desarrollar bien sus habilidades de ninjutsu médico, ya que no era lo suficientemente buena como Sakura pero si estaba a la par de Ino siendo ya algo importante. Estar en el hospital era un respiro a días de encierro, además de tener más contacto con la gente de la aldea teniendo su confianza hasta llevarse bien con ellos. Todo eso llegaba a los oídos de los ancianos del consejo que estaban muy felices de eso.

Había días en los que Temari y Ayame pasaban por todo. Iban de compras, practicaban sobre el maquillaje, salían a pasear, probando comida de los restaurantes y charlaban de casi todo, sobre todo a la Mashiba le gustaba estar al tanto de la relación confusa que tiene su cuñada con Shikamaru.

Por otro lado con su cuñado era más tensa, se sentía algo incómoda porque no sabía de qué hablar con él incluso cuando Kankurou es un tipo muy relajado. Aún así a veces estaban juntos cuidando de la entrada principal de la aldea. A veces incluso entrenan juntos solo por diversión.

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El sonido del reloj estaba volviendola loca, es fuerte en el impactante silencio dentro de la oficina.

—Ya casi es hora del almuerzo —habló Gaara repentinamente tomando por sorpresa a la mujer —¿podrías ir por la comida? yo me encargo de estos últimos papeles.

—Claro, no tardo —dijo con una sonrisa. Se apresuró en salir de la oficina, al fin tomaría aire fresco.

Apenas salió del edificio inhaló el aire y sonrió. Caminó hasta el mismo establecimiento dónde compran el almuerzo y la cena, la comida es muy buena además de ser la mejor de toda la aldea.

Casados Por Obligación [Gaara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora