16.

2.7K 163 19
                                    

Hana hizo lo que pudo en ayudar en el hospital, ya sea buscando familiares o incluso en hacer primeros auxilios como le había enseñado su madre. Aún así su rendimiento físico y mental no era el adecuado para llevar acabo unas actividades, se sentía débil e inútil.

—¿Hana? —la llamó un hombre al verla sentada en un pasillo vacío.

—Kazekage-sama —rápidamente se puso de pie —¿pasa algo malo?

—Si... Deberías ir a descansar.

—E-Estoy bien, solo que no puedo dejar de pensar en mi madre. De todas maneras no quiero estar sin hacer nada, debo demostrar que puedo hacer en situaciones así.

—Todavía eres muy joven.

—Lo soy pero la siguiente cabecilla del clan seré yo.

—Hana, esta situación es demasiado para una chica de tu edad, estás tan perdida que ni siquiera sabes que hacer por eso has venido aquí para tumbarte hasta que se calme tu ansiedad.

Tomó la mano de la joven con cuidado recordándole de la urticaria que recorre hasta su antebrazo.

—Si necesitas algo puedes pedírmelo, les ayudaré.

—Gracias, Kazekage-sama —hizo una inclinación de cabeza —. Y sobre lo sucedido aquella noche... Disculpe por haber sido tan grosera, me dejé llevar por mis emociones del momento.

—No hay nada de que disculparse, comprendo lo abrumada que debiste estar.

—Gaara —lo llamó Hiroshi, ninguno se percató cuando llegó. Todavía parece un ANBU —, ya está todo listo, es hora de irnos.

—Bien —miró de nuevo a la joven frente a él —. Mantente en calma, traeremos de regreso a Ayame.

Ella asintió viendo ambos hombres alejarse por el pasillo, por suerte había aparecido Hide y fue una salvación para ella usándolo como excusa para irse junto a sus demás compañeros. Una parte de ella se sentía feliz de que el hombre haya demostrado preocupación por ella, y lo demás le hacía sentirse extraño al no saber cómo tratarlo luego de saber la verdad. Aunque quería ir y decirle la relación que tienen, en realidad todavía no se siente segura de hacerlo.

Volvieron al hotel para descansar, todos están cansados física y mentalmente. Hide fue el primero en entrar a la habitación, Hana se quedó afuera intentando poner su mejor cara para ese momento. ¿Que debía decir? ¿cómo debía actuar? ¿que debería hacer?

—¿Cómo puede estar tan tranquila? —pregunta Kiara —¡se llevaron a su madre, a nuestra líder del clan!

—¡Basta Kiara! —le grita Shiori con enfado —no sabemos nada del como debe estar sintiendose en realidad. Tú lo dijiste, es su madre, no debe ser fácil para ella.

—Me siento patética —dice Hana entrando a la habitación, la rubia enmudeció —. Sí, debí intentar ir detrás o algo así, pero desde un principio supe que no podía hacer nada —se sentó junto a sus compañeros —. Hay algo que quiero confesar.

Todos se mantuvieron callados, escucharon atentamente las palabras saliendo de la boca de Hana quien veía como los rostros de sus compañeros se transforman en sorpresa y confusión, incluso cuando ella terminó de hablar hubo un silencio que se volvía incómodo para la hija de su líder. Fue hasta que Sero dió un golpe a la mesita de centro que reaccionar.

—¡¿Entonces tu padre es el Kazekage?! —gritaron los amigos de Hana.

—No tienen porque gritar —se quejó entre dientes—. Y sí, es mi padre.

—Vaya... eso sí que es una sorpresa. Hija de dos líderes, ¡es genial! —dice Shiori emocionada.

—Debería estar feliz de saber quién es mi padre, sobre todo siendo alguien tan importante pero... No lo sé, me siento extrañamente triste —Hana rasca su codo nerviosa.

Casados Por Obligación [Gaara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora