Casados Por Obligación [Gaara]

17.

Debido a la anulación de los exámenes chuunin los participantes ya están de regreso a sus aldeas, habías algunos pocos que decidieron quedarse algunos días hasta encontrar una estabilidad en Konoha. Mientras tanto Ayame todavía se quedaba en cama tranquila, recuperando sus fuerzas, pero ocurrió la tan esperada charla. Hablaron tranquilamente, aunque Hana se movía nerviosa en su asiento mirando al Kazekage, Ayame se disculpó con ambos, fue un largo rato hasta que terminaron. Gaara les propuso que fueran a Sunagakure con él, eso puso todo tan tenso, fue tonto pues sabía que no se irían así nada más pues la mujer debía dirigir un clan y Hana es una shinobi con misiones que cumplir.

Temari se despidió de sus dos hermanos menores ya era hora de que volvieran a Sunagakure, fue agradable verlos después de tanto tiempo alejados. Gaara seguía esperando que Ayame apareciera y se fuera con él pero después de hablar por horas con ella el día anterior llegaron a la conclusión de que simplemente la Mashiba lo pensaría y también pensaría sobre Hana.

—Bueno no vendrá —suspiró resignado, estaba por entrar al tren cuando escuchó una voz femenina llamándolo.

—Kazekage-sama —Hana recuperaba su aire mirando al pelirrojo —que-quería despedirme, no sé cuándo volveré a verlo.

—Hana.

—¿Pu-puedo abrazarlo? —sus mejillas se sonrojaron —está bien si usted no... —sus palabras quedaron al aire cuando sintió sus brazos rodearle.

—Está bien, eres mi hija después de todo —la peli-negra se aferró a él fuertemente —espero verte pronto, dile a tu madre que estaré esperando una respuesta, sin presiones —con pesadez en su corazón tuvo que soltar a su hija.

—Lo haré, padre —Gaara sonrió al escuchar aquello.

—Nos vemos —entró por fin al tren, la mirada de su hijo no disimula nada su molestia ante aquello y eso le preocupa.

—Shinki, tenemos que hablar en privado.

—Ya me lo esperaba —dijo en voz baja.

[...]

—Ya estamos en casa —dice Kiara algo triste por haber regresado

—Vayan todos a sus casas a descansar. Han sido días muy cansados, trabajaron mucho más de lo que esperaba. Les daré tres días libres, estarán fuera de misiones mientras tanto —les dice Ayame.

Los jóvenes asienten agradecidos de por fin tener un descanso.

—Ayame-sama tenemos que hablar. —dice Hiroshi mirando con seriedad a su amiga, esta asiente sabiendo de que se tratará —Hide y Daichi, lleven a Kiara a casa.

—Sí —dicen al unísono.

—Hasta mañana, Hana —se despide Shiori

—Te llevo a tu casa —Sero sigue a la rubia, Hana al instante mira a Kiara que tiene nuevamente una mueca de desagrado al verlos juntos.

Los otros tres se marchan, Hana al llegar a casa corre a su habitación para descansar y así dejar solos a su madre y su maestro. Ambos se sentaron en la sala para hablar sobre el tema.

—Hiroshi, había pospuesto esta charla porque era más importante la de Hana y Gaara. Lo que hiciste estuvo mal, no entiendo por qué lo has hecho y tampoco quiero saberlo porque no tiene una buena justificación. Te pedí una sola cosa que fuiste incapaz de cumplir. Lastimosamente no puedo aprovechar de mi posición para darte un castigo.