Casados Por Obligación [Gaara]

12.

Shiori observa desde las sombras escondida entre pilares lo suficientemente grandes para ocultar su cuerpo. Tiene una vista absoluta que le permite ver a lo lejos el edificio que tiene en el techo una bandera roja como la suya.

—Alguien se acerca. Ten cuidado, Hana —le avisa a través del comunicador que llevan.

—Lo tendré. Sero y yo contamos contigo, Shiori.

—Suerte chicos —la rubia con mechones azules sonrió al ver las tres chicas frente a ella.

—Namida, Wasabi, tengan cuidado. Siento un increíble chakra venir de ella —les advierte Sumire.

—Lamento decirles que serán eliminadas pero no se preocupen, serán reconocidas por enfrentarse a un Mashiba —Shiori parpadeó dejando mostrar un Doujutsu peculiar, sus ojos azules habían cambiado a ser blancos con dos aspas parecidas al Sharingan —. Vengan...

...

Hana corre dentro del edificio teniendo cuidado de no activar las trampas puestas, sale por una ventana lanzándose al siguiente edificio aterrizando unos diez metros de la bandera.

—¡Doton! —escuchó a alguien pronunciarlo en voz alta. Dió un salto hacia atrás viendo un ataúd de rocas protegiendo la bandera.

—Escuché de ustedes, Mashiba —habla un chico mayor que ella -son interesantes, sobre todo por la cantidad de chakra que poseen.

Bien pudo haber atacado en silencio pero quería enfrentarla de frente, ella notó esa intención y no se dejaría llevar por algo tan vago como eso.

—Oye dejémonos de habla porque el tiempo casi se aca-... —no pudo terminar, se agacha y detiene el golpe que estaban por proporcionarle -es de mala educación interrumpir.

—¿Necesitas ayuda? —le pregunta Sero.

Hace una seña de mano en afirmación, ese simple gesto pone en guardia al chico mayor.

—Un buen ninja nunca debe distraerse —le grita un chico con lentes, ve como unos shuriken están cerca de ella pero fácilmente los detiene con un kunai desviando y cayendo al suelo

—Eso lo tengo claro.

...

—¡Lo hicieron muy bien niños! —los felicita Hiroshi contento, desordena aun más el cabello de sus estudiantes Sero, Hana y Shiori.

—Ustedes también. Kiara, Daichi, Hide —Ayame les sonrió, el equipo sonrió contentos de ser felicitados por su maestra —. Para festejar iremos a un lugar al que solíamos ir Hiroshi, nuestros amigos y yo. Vamos, sus maestros después les darán el tiempo que quieran para disfrutar mañana.

—¡Ayame-sama es la mejor! —dicen solo cinco de los menores.

La mujer miró a su hija. Hana soltó un suspiro con discreción, el fuerte latido de su corazón empezaba a calmarse, había estado muy nerviosa durante toda la prueba, temía decepcionar a su madre y su maestro. Ayame se acercó y le acarició la cabeza para después dedicarle una sonrisa, definitivamente está orgullosa de los logros de su hija.

Llegan a un establecimiento de barbacoa, los menores se emocionan subiendo aún más su apetito, van a sentarse y son atendidos al instante pidiendo lo más costoso y mejor. Después de comer dejaron a sus alumnos ir a disfrutar de Konoha yendo los seis juntos encontrándose con los ninjas que se enfrentaron de la aldea.

Por otro lado Ayame y Hiroshi también fueron a caminar por la aldea hasta llegar a parar en la oficina del Hokage, había algunos temas a discutir, no esperaban encontrarse con todos los Kages y sus acompañantes.